En campaña, el ahora gobernador morenista, Jaime Bonilla Valdez, sostuvo que en su administración, al igual que el Gobierno federal de AMLO, se dedicaría a erradicar la corrupción en el estado bajacaliforniano; las familias vulnerables que viven en las colonias populares serán atendidas y se les brindará todo el apoyo necesario para mejorar sus condiciones de vida; será un gobierno cercano al pueblo; acabará con la inseguridad y acabará con la contaminación de las playas, por citar algunos de los muchos compromisos hechos en campaña.
Ya en su gobierno, la Secretaría encargada de promover los programas de bienestar social se vio envuelto en actos de corrupción, lo que generó una serie de críticas de sus adversarios políticos, sin mayor repercusión, demostrando control mediático para acallar las críticas a su gobierno y a su vez, emprendió una revisión de las relaciones que los gobiernos anteriores tenían con algunas empresas, descubriendo contrataciones irregulares de agua, abuso de autoridad, cohecho y corrupción, por lo que la Secretaría de la Honestidad y la Función Pública logró la recuperación de 1,005 millones de pesos (mdp) por concepto de adeudos en el consumo del agua potable, lo que llevó a clausurar inmediatamente las empresas deudoras, obligándolos a pagar y con ello obtener los recursos anteriormente citados, mismas que uso para realizar obras de saneamiento y agua potable para algunas zonas de la entidad. Por ejemplo, con el dinero recuperado del “huachicoleo del agua”, destinó 160 MDP para resolver las deficiencias del bombeo y suministro de agua en Tecate, Rosarito, Tijuana y Ensenada, ya en la realidad, es un monto insuficiente para resolver uno de los principales problemas que enfrentan miles de familias en toda la entidad, cómo lo es el suministro de agua potable, principalmente en Ensenada y San Quintín. Además, destino de 90 mdp para el desazolve y limpieza de 10 kilómetros del río Tijuana y el arroyo Alamar que llegan al mar del sur de California del país vecino, contaminación causada por las descargas irregulares de empresas en colectores pluviales, también por la gran cantidad de tierra y vegetación acumulada, escombro, animales muertos, ratas y criadero de moscas que propagan enfermedades como el dengue y gastrointestinales, generando un ambiente hostil y una zona de alto riesgo para la comunidad, declaró el secretario de Salud, doctor Alonso Pérez Rico, en uno de los recorridos hecho con el gobernador.
Tomando como base el compromiso de erradicar los focos de infección y la contaminación del agua, aunado a ello el argumento del secretario de Salud, de que en un lugar donde hay aguas negras al aire libre es una zona hostil y de alto riesgo para la comunidad, solo aplica para algunos sectores de la sociedad, no para los más necesitados. Paralela a la carretera vieja a Tecate, en la colonia Terrazas segunda sección, de la zona Este de Tijuana, se ubica el arroyo en dónde se vierte las aguas negras de algunos establos de la zona, aunado a ello, la corriente provocada por las lluvias de cada temporada, provocan el arrastre de escombro, tierra y animales muertos, lo que ocasiona que el cauce del arroyo se tape y provoque el encharcamiento y desbordamiento del agua, generando inundación de las viviendas ubicadas en las inmediaciones del arroyo. A pesar de que es de conocimiento de las autoridades de los tres niveles de gobierno, ninguno asume la responsabilidad de llevar la inversión para subsanar el problema, lo que podemos concluir que solo se atiende dónde ya hay infraestructura, dejando en el olvido las colonias populares como lo es Terrazas del Valle dónde se requiere una mayor inversión para el drenaje pluvial. Para poder cambiar esta situación y vivir dignamente, el pueblo pobre necesita escuchar los planteamientos del Movimiento Antorchista, es necesario unir sus fuerzas para llevar al poder un gobierno emanado del pueblo trabajador y así transformar la realidad en la que vive, de no hacerlo, seguirá viviendo en el olvido de los gobiernos emanados de la clase pudiente.
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