El Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) ratificó la multa de 4 millones 529 mil pesos que el Instituto Nacional Electoral (INE) le impuso en septiembre a Morena, el partido en el poder, por una red de financiación irregular llevada a cabo entre febrero de 2013 y julio de 2015 en Texcoco (Estado de México), cuando la actual secretaria de Educación, Delfina Gómez, era presidenta municipal. Este dinero sirvió para costear la formación de Morena y, hay que decirlo, la operación política y compra de votos en la elección de Higinio Martínez, sucesor de Delfina en el cargo y jefe político de Grupo de Acción Política (GAP).
La Sala Superior del TEPJF votó por unanimidad la sanción a Morena: “por haber omitido el reporte de ingresos en los años 2014 y 2015, a partir de la utilización de un esquema de financiamiento paralelo para apoyar sus actividades ordinarias, mediante la retención de un porcentaje del salario de los trabajadores del municipio de Texcoco y del Sistema del Desarrollo Integral para la Familia (DIF)”, según el comunicado difundido por el organismo.
Legisladores y dirigentes del PAN y PRD exigieron la renuncia de Gómez Álvarez para que enfrente las consecuencias penales por haber implementado el referido esquema financiero ilícito entre 2013 y 2015, pero el TEPJF sólo pudo comprobar el desvío de una parte de los recursos públicos, pues, explicó en su ratificación, es común que en este tipo de operaciones no existan pruebas directas en la totalidad.
Lo cierto es que no habrá sanción ni para Delfina ni Higinio. Solo una multa para Morena. El tema toma relevancia como parte del juego de poder en busca de la gubernatura del Estado del México, antesala, dicen, de la presidencia de la república.
La lucha ya inició. El mismo secretario de gobierno de Texcoco, Erick Galicia, ha sido visto en Santa Carina del Monte “atendiendo” a los morenistas de la localidad, léase: preparando las estructuras electorales para recuperar la delegación que perdieron hace tres años. Y el dinero empezó a fluir para los líderes de la comunidad, se dice en radio pasillo. Pies de casa por aquí, dinero en efectivo por allá, hasta casas, dicen, fueron la recompensa por el éxito obtenido en 2018.
Al GAP le urge “ganar todo” en 2022 para preparar el mejor frente ante la disputa por la candidatura a gobernador del estado para su líder político y en su caso, ganarla. Con el Edomex en la bolsa, la presidencia de la república se pone “a tiro de piedra” para su partido.
Morena empezó en Texcoco, y su acto fundacional fue un acto de corrupción. Morena no es diferente a los gobiernos del pasado, eso está claro.
Sandra Luz Falcón, la actual alcaldesa del municipio, es otra pieza más del engranaje morenista al servicio del “patrón” de Texcoco. El máximo logro en su tercer informe fue pedir al gobernador del estado, Alfredo del Mazo Maza, la donación de un terreno para la celebración de la Feria del Caballo, lo que no está mal, lo que está mal es que lo venda como su “máximo logro”. Por otro lado, los mil empleos que se generaron por la construcción de la mega bodega de Coppel en Texcoco, es nada comparado contra la demanda de trabajo que existe en el municipio, donde más de la mitad de los texcocanos trabajan fuera de su municipio.
La pregunta del millón: ¿Por qué a los texcocanos no les indigna el comportamiento de la profesora Delfina, Higinio o Sandra Luz? Yo, sigo sin entender. En teoría, no hay manera. Se aferran al guion de 2018, como se ve en redes sociales: no estás del acuerdo con la 4T, eres conservador; estás en contra del “verdadero cambio”, no importa que haya corrupción en morena, pero “es menos” que la de los gobiernos de antes, se suele leer en diferentes comentarios en grupos y publicaciones en Facebook.
Solo Texcoco no ve, lo que todo México sí: Morena es tan corrupta como los gobiernos de antes, por eso pregunto: ¿por qué a Morena “si hay que darles chance”? En relación con el escándalo de los diezmos de Delfina, los medios nacionales importantes tomaron la noticia, los medios locales, “curiosamente” la minimizaron y peor: la gente “no se volvió loca” y el texcocano no es ni tímido ni discreto. Parece que la ciudad decidió ignorar el hecho.
En suma, después de cuatro años, la 4T mostró su verdadero rostro: hipocresía. AMLO dijo que al pueblo pobre que sus máximas son: no mentir, no robar y no traicionar.
En Texcoco, el GAP no cumple con ninguna. Mintieron: son aportaciones “voluntarias”, dijeron. Robaron: le quitaron 10% de su salario a más de 500 empleados y traicionaron pues a muchos los “forzaron” a aceptar el trato o de plano los compraron. Morena nació mal. Este mal se agrava pues prometieron que serían lo contrario y no lo han demostrado. Es una pena, Texcoco es la cuna de Morena y parece que no se esfuerzan mucho por gobernar para la gente, sino para perpetuarse en el poder.
Ojalá que los texcocanos despierten y no permitan que este cacicazgo crezca a nivel estatal, sería más de lo mismo.
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