La lucha que ha emprendido el Movimiento Antorchista Nacional (MAN) en contra de la pobreza y sus consecuencias (delincuencia, injusticias, abusos), ha incomodado a quienes desde siempre han ostentado el poder político y económico en nuestros municipios, estados y en el país. Antorcha, a través de su trabajo, ha logrado la presencia en los 32 estados de la república mexicana y producto de ese avance es notoria la inconformidad contra nuestra organización, que ha tenido que soportar abusos, injusticias, violencia contra sus agremiados y hasta la pérdida de vidas humanas de los mismos.
Sin embargo, la lucha ardua no se detiene a pesar de estos ataques y no está dispuesta a guardar silencio por las miles de injusticias que se cometen todos los días, lo que provoca que los dueños del capital están conscientes de las atrocidades que se realizan para seguir prevaleciendo en el poder. La denuncia pública a toda luz ha sido el único medio que han dejado para denunciar lo que se hace aun a costa de violar los derechos de los mexicanos.
Como ejemplo tenemos el caso del compañero Domingo Ortega Butrón, presidente de la Cooperativa Antorchista de Transportistas del Valle y activista social del Movimiento Antorchista en Hidalgo, quien fue detenido el pasado 17 de junio y puesto a disposición de las autoridades bajo el argumento de un supuesto delito de ataque en las vías de comunicación. La resolución del Juzgado de Hidalgo decretó vincularlo a proceso, por lo que hasta el día de hoy permanece encarcelado.
Pero su único crimen y delito fue haber levantado la voz para denunciar las precarias condiciones en las que viven miles de familias en el estado de Hidalgo, exigiendo mejores condiciones de vida para él y las familias organizadas con Antorcha. Para ahondar en el tema, el Estado de Hidalgo se encuentra entre los 10 estados con mayor rezago social, es decir están en pobreza 1 millón 570 mil 6 habitantes, el 50.8 por ciento. Mientras que 252 mil están en pobreza extrema el 8.1por ciento.
A pesar de esto, los antorchistas hemos demostrado y aprendido a no guardar silencio, a no tener miedo y alentar a nuestros compañeros que hoy sufren en la adversidad, ejemplo de esto fue la carta escrita de Domingo desde el encierro, aquí un fragmento dedicado a todos los que día tras día luchan contra la pobreza: "Hoy se cumplen 50 días de estar en prisión y les quiero agradecer todas sus muestras de apoyo, estoy enterado de todas las actividades que realizan, los escucho todos los días cuando se encuentran a las afueras del penal. Y hoy les quiero decir que está lucha sí es por mi libertad, pero también por la libertad de manifestarnos, por la libertad de exigir una vida digna para nosotros y nuestros hijos. Queridos compañeros, familiares y amigos hoy les quiero dar las gracias por todo lo que han hecho. Sé que es una lucha dura pero nunca la hemos tenido fácil, así que compañeros, que nadie se raje, porque como dice nuestra consigna: ganaremos esta lucha cueste lo que cueste. Como dijo Pablo Neruda podrán cortar todas las flores pero no podrán detener la primavera. Podrán encarcelar a uno o mil antorchistas pero no acabarán con la pobreza”.
Con pruebas en mano, se ha demostrado que Domingo Ortega Butrón no ha cometido delito alguno, aun así, el proceso se sigue en los tribunales de Hidalgo, lo que resulta una farsa debido a las irregularidades que el caso presenta, datos que han tergiversado para mantenerlo en prisión.
Este proceder es un nuevo intento por amedrentar y despojar al pueblo de sus derechos constitucionales como la libertad de organización, manifestación, expresión de las ideas y del acceso al trabajo y a la seguridad social. Domingo Ortega Butrón, representa una vez más la falsedad de los gobiernos por querer el bienestar de la comunidad, pues una vez que se les exige que cumplan con su deber, en Hidalgo se les lleva a prisión para silenciarlos.
Ante este atropello, cometido en contra del pueblo trabajador, los integrantes del Movimiento Antorchista de Tamaulipas, levantamos la voz para exigir la libertad inmediata de nuestro compañero y el respeto a su integridad física y moral con respeto a sus derechos. Pues la experiencia ha dictado que no daremos un paso atrás, porque, como mencionó Domingo en su carta, ¡aquí nadie se raja!
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