Aumenta el contagio de covid-19 en Nuevo León y la agrupación Abre mi Escuela Nuevo León insiste en que se abran las escuelas el 30 de agosto próximo. La presidenta de la agrupación Brenda Garza Castillón, dice que la educación no puede seguir esperando” (Milenio, 22 de julio) y ya se preparan para una marcha nacional el 8 de agosto para exigir la apertura de las escuelas, en la que participarán 10 estados.
Por su parte el gobernador de Nuevo León, Jaime Rodríguez Calderón dijo que a mediados de agosto se definirá si se regresa a clases presenciales o se mantiene un modelo híbrido. (actualmente las restricciones están al 50 %). Por su parte, la Universidad Autónoma de Nuevo León ya anunció que regresarán a clases presenciales hasta el 4 de octubre.
El secretario de Salud de Nuevo León, Manuel de la O Cavazos recorre diferentes negocios y zonas, clausurando a los negocios que no cumplen con los protocolos sanitarios. Ya que los contagios al 29 de julio aumentaron en 1215, llegando a un total de 200 189 en lo que va de la Pandemia.
La educación es una de las preocupaciones para cualquier sociedad que busque el progreso. Pero primero, primero se deben a vacunar a todos. Lo que se puede apreciar en este contexto, es que hay dos posturas, las que prohíben el regreso a clases, para evitar que se sigan aumentando los contagios, y los que quieren que se regrese a clases, llueve o truene o relampaguee. En Nuevo León, cuando llueve no podemos salir ni a la calle.
En este sentido, ya escuchamos la voz del presidente, que nunca le ha importado los niños, como lo demuestra ante la falta de vacunas para los infantes y ahora mucho menos que no hay vacunación para ellos ante la covid-19. Es cierto, que hay notas periodísticas que nos informan de los graves riesgos que se presentan cuando los niños se quedan en casa: obesidad, depresión, entre otros problemas que se presentan a los infantes.
En Antorcha hemos apoyado la tarea de regreso a clases: pero con una única y necesaria condición: que se vacunen a todos, a los estudiantes, a los maestros, a las amas de casa. Y, ahora si tomamos en cuenta el paquete de limpieza que otorga la secretaría de educación, nos damos cuenta de que no existen las condiciones mínimas para un regreso a clases “seguro”.
Al menos las autoridades actuales de Nuevo León, “aparentan” preocuparse por la salud de los ciudadanos; esto, porque los camiones y el metro siguen atestados de gente, los supervisores de transporte se van por lo vehículos que llevan uno o dos pasajeros, mientras se hacen de la vista gorda con los camiones repletos, que van o regresan de sus trabajos. ¿Qué pasará ahora con el único que decía que no, pero resulta que sí es de la vieja política”? ¿Regresaremos a clases, sí o sí, como lo dice el presidente?
Se ocupa algo más que sólo palabras. Si es cierto que se va vivir o morir con el Covid-19, falta una estrategia más completa, donde realmente se vea la preocupación de la gente para que pueda continuar con sus estudios, una estrategia bien elaborada donde se contemple no sólo a los niños que pueden asistir a colegios privados, sino aquellos que no tienen los recursos para comprarse todas las medidas necesarias. Los niños de la Alianza Real, Fernando Amilpa, en Escobedo, en la Alianza Monterey, que muchas veces no tienen ni para comer.
El 27 de marzo de 2021, el Consejo Cívico, de Nuevo León, alertó sobre los peligros que entraña la Pandemia: “Se estima que 1.4 millones de estudiantes mexicanos podrían abandonar sus estudios, un aumento de casi el 40% en el abandono escolar. Si esto continúa así, en Nuevo León podrían ser hasta 50,000 niños que dejen la escuela a raíz del cierre de aulas”.
“Por otro lado, los niños en familias de escasos recursos son los más afectados por el cierre de aulas, lo que provocará un aumento en la brecha de desigualdad. La infraestructura de muchas escuelas se ha venido abajo y los docentes, a pesar del gran esfuerzo que han hecho, mencionan haber perdido contacto con muchos de sus alumnos ya que las familias no cuentan con dispositivos electrónicos ni maneras de conectarse a internet”.
Estos peligros son reales o mayores de los que advierte el citado organismo, pero el derecho a la vida es prioritario y por eso seguimos exigiendo que se vacunen a todos. Y no dejar que voluntariamente la gente mande a la muerte a sus hijos, por algo que aún se puede prevenir o corregir.
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