Lamento, con profundo dolor, que se ha vuelto parte de nuestra vida el escuchar diariamente casos de desaparición de personas en los entornos más pobres de la sociedad mexicana. Esto es muestra de cómo se desarrolla la descomposición de la sociedad y que, incluso, se ha usado históricamente para silenciar las voces de mexicanos que han sido rebeldes a este sistema opresor. La propia Organización de las Naciones Unidas (ONU), lamentó recientemente que México vive una crisis de desaparecidos sin precedentes, pues ha superado la barrera de las 100 mil personas, desde 1964 a la fecha.
Se conocen estas cifras, revelando que la actual administración federal morenista, que dirige el señor Andrés Manuel López Obrador, ha sido desastrosa, pues los niveles de inseguridad han detonado este tipo de situaciones que afectan en su mayoría a los sectores más pobres. Se tienen registro de 81 mil 634 personas desaparecidas de manera forzada del primero de diciembre del año 2018, cuando entró en funciones López Obrador como primer mandatario, al 28 de agosto de 2022, de los cuales 35 mil 748 casos siguen sin resolverse, siendo 27 mil 844 las mujeres de quienes aún se desconoce su paradero, esto según datos oficiales del Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas de la Secretaría de Gobernación; ahora imaginemos como están las cosas seis meses después de ese anuncio. Son cifras de una película de terror, pues en la etapa contemporánea de nuestro país, no se habían presentado cifras tan escandalosas en menos de cuatro años de un sexenio presidencial.
Ante la exigencia colectiva de las familias que claman justicia, reconozco a los colectivos de padres de familia, feministas y diversas expresiones de la sociedad civil, que han denunciado valientemente las injusticias de las que han sido objeto por la nula solución de las fiscalías y órganos judiciales ante el auxilio de búsqueda que se les ha solicitado. Por eso, considero muy importante dar a conocer este fenómeno que está ocurriendo para hacer conciencia a todos los que lean este modesto articulo a reforzar la comunicación con los más pequeños del hogar, a fortalecer los lazos familiares y de convivencia con los seres queridos, cercanos y amigos del trabajo para estar siempre en constate contacto, pues ante una situación de urgencia, entre más rápido exista la solidaridad se dará a conocer que algún miembro de la comunidad hace falta y así exigir justicia expedita.
En este sentido, los colectivos y movimiento sociales como Antorcha tienen que ser valientes para no detener su lucha y sus causas. Hagamos conciencia sobre este tema a todos los que nos rodean, es necesario erradicar los males sociales provocados por la injusta distribución de la riqueza en México y solo lo vamos a conseguir de manera organizada. Por estas razones, los Antorchitas recordamos a los que no están con nosotros y que nos hacen falta, no los olvidamos y seguiremos clamando justicia por ellos, por todos los mexicanos que han sido víctimas de estas terribles injusticias. Nuestro respeto y gloria eterna para ellos.
Siempre tengamos presentes en la memoria una frase del poeta chileno, Pablo Neruda: “Podrán cortar todas las flores, pero no podrán detener la primavera”. La rueda de la historia continúa girando, los cambios sociales son necesarios y los Antorchistas ha mostrado convicción para seguir luchando por un México donde exista realmente la justicia y en este caso para todas las familias que añoran ver y saber de sus seres queridos que desaparecieron lamentablemente por cualquier razón.
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