Es lamentable, aunque no sea sorpresa, que el presidente Andrés Manuel López Obrador salga a los medios a decir soberanamente que "no habrá ningún cambio en la estrategia contra la pandemia de Covid-19 porque ha dado resultados", y elogie a quienes la han pensado e implementado, con todos los recursos de la Nación a su servicio, lo que se convierte en auto "elogio", pues, como él mismo dijo, "yo soy el responsable del resultado final, soy quien decide y no son, en este caso, porque ante la nación soy el presidente, no son los secretarios los responsables de decisiones, tiene que ser el presidente"..
Dígame usted, amable lector, ¿le parecen buenos resultados el tercer lugar mundial en muertes por el coronavirus, con más de 51 mil muertos y creciendo a ritmo acelerado?, o, acaso ¿son buenos resultados el sexto lugar en personas contagiadas, que no tarda en llegar al medio millón, y muy pronto alcanzaremos a Sudáfrica que ya va para abajo en la curva de contagios mientras la de México sube? ¿Es un buen resultado el tercer lugar en tasa de letalidad con casi 11 por ciento? No creo.
Compare esto con Vietnam, en donde, hasta ahora, hay 194 casos confirmados de covid-19, y ninguna muerte, o con Corea del Norte que apenas a finales de julio tuvo su primer caso y bastó eso para declararse en "estado de emergencia máxima" o la tasa de letalidad en Rusia de 1.8 por ciento, o los 60 casos por millón de habitantes de China contra los 3,700 de México.
No hay tales resultados que inviten a conservar la "estrategia", todo pide a gritos que se cambie la estrategia y a quienes la "pensaron" e implementan.Parece de locura tanta necedad, por ejemplo, Hugo López-Gatell, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, defendió la estrategia del gobierno de la cuarta transformación y señaló que "el hecho de que la pandemia tenga una duración tan larga en México es producto del abordaje que se planteó desde enero" y que la continuidad de la estrategia se enfoca en la reactivación de ciertas actividades económicas y la contención de la epidemia.
Pero lo primero no es cierto, en enero López-Gatell dijo: "México fue de los países de la región de América, junto con Estados Unidos y Canadá, con mejor capacidad diagnóstica en torno al coronavirus gracias a que se siguió el protocolo técnico de la OMS".Hoy tenemos que Estados Unidos encabeza el top mundial de todos los indicadores malos de la pandemia y le sigue de cerca México, y hoy sabemos también que si algo hizo persistentemente el presidente y el gobierno morenista de la 4T fue NO hacer caso a las recomendaciones de la OMS.Y sigue sin hacer caso, ¿le parece ocurrente u original, por ejemplo, no usar cubrebocas?, ¿acaso es intrascendente seguir llamando a salir a pasear cuando todo mundo recomienda lo contrario y los que no hacen caso tienen más muertes que todos? Y también todos sabemos que desde enero y aún después, en marzo, pronosticó como escenario más negativo seis mil muertes… ya vamos para 60 mil, o qué decir de sus pronósticos acerca del "pico de la pandemia en mayo, luego principios de junio, luego finales, luego julio… y no hemos alcanzado el pico aún; ¿eso es tener buenos resultados?
Hay que ser un ciego sin remedio, o un alucinado, o un retrasado mental o lo que usted quiera, menos un gobierno con "resultados", ¿o sí?
Yo creo que no hay tal ceguera o alucinamiento, que en realidad nuestro Presidente sabe bien cuál es el verdadero resultado de la tragedia, tiene en efecto un equipo de especialistas quienes revisan diariamente los informes que indican cuál es la verdadera evolución de la pandemia y conste que mucha gente no menos enterada y preparada duda de los números que nos presentan y, unos más otros menos, han alzado la voz para protestar y exigir que se modifique la estrategia, pues la actual es causa de los resultados arriba mencionados, que, aún maquillados, ya nos dibujan una verdadera tragedia; y el presidente ¿acaso está loco para elogiar semejantes resultados?
No, el presidente no está loco, el presidente miente con premeditación perversa e inescrupulosa, y nos quiere echar humo en los ojos a quienes estamos sufriendo las consecuencias de su irresponsable manejo de la pandemia, y prefiere seguir "engañando" a sus seguidores (yo creo que ya ni a ellos engaña), y no le importan las vidas que está costando su mal gobierno.
Pienso que los números y la realidad nacional y la del mundo nos piden a gritos cambiar la estrategia… pero ni López Obrador ni Morena lo van a hacer.Para cambiar la estrategia debemos cambiarlos primero a ellos.No, no estoy llamando a un golpe de estado o algo semejante, pero la verdad es que hasta eso se justificaría si de ese modo se salvan vidas.Espero que los mexicanos no tengamos que lamentar más adelante no haberlo hecho ya, pero lo que no podemos dejar de hacer es que en las elecciones del 2021 sí les quitemos a ellos el poder que ya tienen: los diputados, gubernaturas y presidencias municipales que se van a poner en tela de elección.Lo mínimo es NO votar por los candidatos de Morena, ni permitir que ganen de nuevo ni, menos, donde todavía no meten su corruptora influencia.Urge cambiarlos del poder hasta donde la ley nos permita.No hacerlo nos convertirá en cómplices de la criminal política de estado de Morena que hoy es causa de enfermedad y muertes como nunca antes.
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