La necesidad del agua, vital líquido para la existencia y subsistencia de la sociedad neolonesa y su entorno natural y creado. Sin olvidar el área rural que también padece de la falta del vital líquido, la mayor necesidad se concentra en más de un 95% en el Área Metropolitana de Monterrey trae de por sí, consecuentemente un problema por la dimensión, un problema de abasto por el tamaño poblacional que ha crecido de manera impropia, para sostener a la par el suministro del recurso hídrico, y esto no es nada nuevo, existe un estudio serio por parte de la Universidad Autónoma de Nuevo León, que dice, de haber existido un proyecto amigable con la naturaleza por parte de nuestros conquistadores, y agrego yo de sus predecesores hasta el día de hoy, si se hubieran respetado las zonas húmedas como zona de manantiales y tierras de aluvión, mantener el agua en sus cauces naturales y sanos los ecosistemas acuáticos, en los cuales no se debió ni se debe construir ni arrojar al río desechos; así se habría preservado esta porción virgen con su propia biodiversidad.
Ante las crisis que se venían dando ya desde entonces, no se tomó en cuenta el conocimiento milenario de otros pueblos que incluso habitaron la península ibérica, como los romanos y los árabes, y el resultado no se hizo esperar mucho tiempo: en 1613 tuvieron que mudarse a causa de las inundaciones del sistema fluvial, y volvieron a repetir el error de trasladar el poblado al meandro (curva natural pronunciada) del Río Santa Catarina, e ignoraron que éstos migran con el paso del tiempo.
Zona de incalculable valor ecológico, estético y cultural, prestó trascendentes servicios ambientales a una emprendedora población y sus actividades productivas, pero continuaron asentados por segunda ocasión en el lugar equivocado sin dejar de contaminarlo. Podemos señalar con los datos históricos expuestos, que no importo el ecosistema, del cual forma parte el preciado liquido para la existencia de todo ser viviente, primero que nada, que en el afán de la generación de riqueza sin importar más nada, nos fuimos acabando, destruyendo prácticamente, como sociedad nuestro ecosistema y dentro de ello los microclimas que se dan en una concatenación única para poder sobrevivir.
Era tal la contaminación y degradación de los ríos y humedales ocasionadas por emplearlos como basureros, y para infortunio de toda una sociedad, todo esto sigue existiendo, porque vivimos y nos desenvolvemos en una sociedad capitalista rapaz, disfrazada en las formas, pero en las acciones es inmensamente devastadora, donde el género humano no importa o bueno no la mayoría, la realidad nos da en la frente y rudamente.
Se dice que la información existente de la época no se encontró referencia en que el diseño de las viviendas, en lo que era la Ciudad Metropolitana de Nuestra Señora de Monterrey, se haya contemplado la conservación, recuperación y protección del agua de lluvia mediante aljibes, como si se hizo en un primer asentamiento en Cerralvo, N.L.
Además como siempre, sólo las clases sociales con suficiente poder adquisitivo pudieron y han podido mantenerse al margen del desabasto del vital líquido, un indicador insoslayable en el modelo económico capitalista neoliberal vivito y dando coletazos brutalmente destructivos para la clase trabajadora, a pesar de haber sido decretado muerto y enterrado por nuestro presidente moreno el Lic. Andrés Manuel López Obrador, tristemente una vil y despiadada mentira para los que en el día a día se dan cuenta que no pueden remediar sus males como la falta del agua indispensable para poder sobrevivir.
El tema de la falta de agua en el estado de Nuevo León ha estado presente prácticamente desde los inicios de su fundación, y actualmente no es la excepción, recientemente se planteó por parte de nuestro gobernador el doctor Samuel Alejandro García Sepúlveda la necesidad de abastecer el vital líquido, retomando un proyecto que propuso en su momento surtirse del afluente del rio Pánuco para proveer del líquido a la población neolonesa, y en una rápida respuesta del mandatario federal se dijo que no, que él no estaba de acuerdo porque uno de los estados como lo es San Luis Potosí, no le parecía, sin más explicaciones. Sin importar la necesidad, para los habitantes de Nuevo León, y ¿quiénes son los afectados y desprovistos en su mayoría del indispensable líquido para poder vivir medianamente de forma digna?, una respuesta obvia salta al botepronto, sí, la clase trabajadora, humilde que no tiene como defenderse de gobiernos insensibles, inhumanos, incapaces de colocarse en los zapatos de los demás.
Otra importante implicación de este esquema de desabasto y distribución del agua, resalta la inequidad de la distribución, ya que se planeó y programó el abasto por tiempos bien definidos en el papel, pero en la realidad no sucede, dejando a un sin número de hogares desprovistos de la insustituible agua, sin que la para estatal de Agua y Drenaje de Monterrey, que administra, haga nada por remediarlo. Impera la necesidad y quien puede y debe remediarlo es el pueblo unido, organizado y educado y así solventar y administrar los recursos naturales como lo es el agua, que no es propiedad de ningún gobernante, teniendo como prioridad la calidad de vida de todo ser humano y sobre todo y ante todo, por sobre la acumulación de riqueza absurda que no ayuda de nada para amainar las grandes necesidades de la mayoría de los seres humanos existente en Nuevo León, en México y el mundo entero. El objetivo de mayor ganancia y acumulación del capital, la clase capitalista neoliberal, siempre está en busca de disminuir sus costos aumentando la pobreza: mejora su tecnología, abarata los costos de la materia prima, disminuye tiempos y distancias, paga menos al trabajador, evita impuestos, logra nulas regulaciones ambientales y legales, se aprovecha de tratados de libre comercio, obtiene créditos blandos, busca servicios baratos o gratuitos agua, energía, infraestructura, etcétera, externaliza los costos sociales y medioambientales y logra subsidios, entre otras fórmulas, siempre en deterioro, detrimento de la clase trabajadora.
Pueblo, ha llegado la hora de despertar y defender nuestro derecho a existir más dignamente, merecido se tiene porque el pueblo trabajador es el responsable y productor de la riqueza en un porcentaje muy alto.
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