Hace poco el huracán “Grace”, categoría 3, azotó a más de 62 municipios del estado de Veracruz. Como era de esperarse, los afectados por los fuertes vientos y las inundaciones de la gran cantidad de agua que trajo se cuentan por miles. De acuerdo con la Coordinación Nacional de Protección Civil, 24 de estos municipios requieren ayuda urgente, entre los cuales están: Filomeno Mata, Poza Rica y Papantla, este último con 55 mil habitantes afectados.
El Gobierno federal, a través de la Secretaría del Bienestar y los supuestos servidores de la nación junto con gobierno del estado, iniciaron apenas el jueves el censo en las localidades de los municipios afectados por el paso del huracán desde el pasado fin de semana, es decir, casi una semana después. Puso a disposición de la gente un sitio web para que consulte cuándo se levantará el censo en su comunidad para que vaya y se registre, una verdadera ofensa para la gente, ya que muchas personas no tienen teléfono, internet ni ningún otro medio para estarse enterando. Además, muchas comunidades están sin energía eléctrica, por eso es una tontería esto del sitio web. Pero aun suponiendo que funcione, es casi seguro que en estos famosos censos van a tardar semanas para terminarse, cuando los afectados lo que requieren es una ayuda inmediata. Como dice el mismo presidente, no se necesita mucha ciencia para saber cuáles son las personas ni en qué medida, los destrozos están a la vista de todos.
Son varios los muertos que hasta la fecha se han registrado, en varios municipios se echó a perder la siembra de maíz de autoconsumo, fueron afectados 456 mil usuarios de CFE en Veracruz; en varias partes los deslaves e inundaciones dejaron sin casas a miles de familias. Ante esto, la ayuda de parte de las autoridades es muy poca. La información levantada por los medios señala que en las colonias Los Sauces, La Ceiba y La Nacional en Poza Rica, la gente se siente abandonada por las autoridades, tanto locales como estatales. En pocas palabras por el gobernador Cuitláhuac García Jiménez y el presidente municipal, los dos de Morena. Y claro olvidados también por el Gobierno federal. Están pidiendo víveres y agua, principalmente. Como ya se dijo, se informó que realizarán un censo para obtener los datos, pero un plan serio para ayudar a la gente, hasta ahora no se ve por ningún lado.
El presidente ya se adelantó a presumir que no habrá límite en el presupuesto para los damnificados, aprovechó el desastre para seguir haciendo campaña al decir que los apoyos llegarán de manera directa, sin intermediarios ni organizaciones sociales. Que ya no se harán las cosas como antes cuando los apoyos no llegaban a la gente. Esto se escucha muy bien, pero lo cierto es que ya hay ejemplos que nos indican que esto no es cierto. Ya anunciaron que parte de los que andan haciendo censos y recorridos son los conocidos “siervos de la nación”, estos mismos son los que en otros estados, en época de elecciones anduvieron obligando a la gente a votar por el partido en el poder, es decir, es un ejército electoral del presidente. Tal vez la cosas ya no se hagan como antes, pero lo cierto es que ahora también se juega con el sufrimiento de la gente. Tanto el discurso de que los apoyos llegarán de manera directa como la labor que están haciendo los “siervos” tienen la clara finalidad de ganar electores para el presidente en un futuro no muy lejano. Se están aprovechando de las desgracias para sacar raja política en lugar de ponerse a trabajar en serio en ayudar a los veracruzanos.
Veracruz está sufriendo los daños del huracán “Grace” pero también durante años ha sufrido el desastre gubernamental, en particular el de Cuitláhuac García. Por eso, ahora con el huracán los más afectados son aquellos que viven en casas de lámina y de madera, mal construidas por falta de dinero; aquellos que viven en los cerros o en los arroyos porque el gobierno no es capaz de darles un terreno en buenas condiciones. También son los más afectados los que no ganan suficiente dinero para reconstruir su patrimonio que de la noche a la mañana desapareció. Por eso buena parte de la desgracia que dejó el huracán es debido a que los veracruzanos han tenido y tienen a gobiernos que no apoyan a sus gobernados con vivienda de buena calidad, que no promueven la dotación de terrenos a bajo costo y en lugares donde la gente no corra riesgos, etc.
Por eso amigos sudcalifornianos, nosotros que ya vivimos un hecho similar en 2014 y que conocemos lo que se sufre, debemos alzar la voz a favor de nuestros hermanos veracruzanos. Tenemos el deber de exigir al gobierno que destine recursos suficientes para reconstruir puentes, escuelas, calles; exigir que los apoye con viviendas de calidad, además, que implemente un plan de alimentos suficientes para todos aquellos que perdieron su siembra de maíz. No hay que perder de vista lo que sucedió en Tabasco no hace mucho, todavía hay familias que no han recibido apoyos del gobierno, por eso, para que no se repita eso alcemos la voz por los veracruzanos. Hoy por ellos, mañana por nosotros.
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