Tal como se esperaba, el pasado domingo la aplanadora legislativa del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) se quedó sin pilas, al ser prácticamente aplastada por los diputados del PRI, PAN, MC y PRD, que se encargaron de frenar la Reforma Eléctrica, enviada por el presidente, Andrés Manuel López Obrador.
Ni las acusaciones tempranas emanadas del promotor de la 4T en las que acusó a los opositores de ser traidores a la patria, ni la dimisión de un priísta que se pasó del lado de los morenistas, lograron que la propuesta de reforma eléctrica pasara tal como la había enviado con la sugerencia de que no se le quitara una sola coma.
Fue una noche triste para Morena y su propietario, el mandamás del país, pues al no alcanzar la mayoría calificada de dos terceras partes de la votación, se quedaron con un palmo de narices una vez que dicha iniciativa de reforma eléctrica fue desechada.
El golpe recibido por quien recientemente había sido votado en una revocación de mandato hecha a propósito por parte del mismo gobierno mexicano representa una verdad incuestionable. Ya se puede confirmar que cuando el pueblo se une en contra de una medida que estará afectando gravemente a la nación, ni el poder del presidente es capaz de llevarla a cabo.
Ha quedado en evidencia que la aplanadora morenista también puede ser derrotada, de hecho, los legisladores mexicanos se hubiesen mantenido como lo hicieron recientemente para impedir la cancelación de programas y fideicomisos, que al ser cancelados implicaron una grave afectación para millones de familias mexicanas.
Hoy fue con 275 votos del bloque Morena-PVEM-PT a favor y 223 del PAN, PRI, MC y PRD en contra, el proyecto se quedó a 57 de los 332 necesarios para ser avalado. El presidente de la Mesa Directiva, Sergio Gutiérrez Luna, expresó que al no alcanzarse la mayoría calificada, “con fundamento en lo que dispone la fracción g del artículo 72 constitucional y en términos del artículo 232 numeral I del Reglamento de la Cámara de Diputados, se desecha el proyecto de decreto”.
Ahora se espera la venganza de la 4T y de Morena en contra de quienes se opusieron a esa reforma, tal como lo declaró el dirigente nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Alejandro Moreno.
El líder priista ya había anunciado que ningún miembro de su partido respaldaría esa reforma e insistió en que sus diputados guardarían la disciplina de partido y rechazarían esa iniciativa del Gobierno federal; y aclaró que la dimisión del diputado del PRI, Carlos Miguel Ayala fue una traición a su partido, pero una medida aislada, ya que no es más que una manzana podrida por intereses familiares.
El coordinador de la bancada del Congreso y exgobernador de Coahuila, Rubén Moreira Valdez, nunca bajaron la guardia y anunciaron con antelación que tomarían las previsiones posibles para que ningún bloqueo impidiera votar en contra de la reforma propuesta por el Ejecutivo federal.
Así se hizo, fue un descalabro político para los morenistas que, a decir verdad, se sentían iluminados, poderosos, aprobando a ciegas las iniciativas presidenciales sin pensar si éstas eran positivas o negativas para los mexicanos, que a final de cuentas es a quienes se deben y no únicamente a la voluntad del mandatario.
0 Comentarios:
Dejar un Comentario