Observamos que la pobreza infantil se destaca como un aspecto de mucha relevancia y preocupación en la agenda pública de todos los gobiernos del mundo. Bajos niveles de ingreso o pobreza están claramente asociados con un detrimento en el nivel de bienestar y oportunidades de los niños, que posiblemente llevan a dificultades en el aprendizaje, bajos niveles de escolaridad y altas probabilidades de comportamiento criminal y desempleo, lo que finalmente refuerza la recurrencia de la pobreza a través de generaciones.
En este sentido, la situación de la violencia se agrava cuando los servidores públicos encargados de garantizar la seguridad, salud, educación y desarrollo integral de las familias, principalmente de los niños, no cumplen con su cometido y son ellos principalmente quien ocasionan los actos de violencia contra la población vulnerable.
Tal es el caso, suscitado en días pasados que resonó en varios medios impresos informativos con la noticia de que niños en situación de vulnerabilidad, abandonados o extraídos de familias que los violentaban, son maltratados en los albergues del Instituto de Atención a Poblaciones Prioritarias (IAPP) del gobierno de la CDMX que, se supondría, deben cuidarlos y brindarles protección.
En dichas notas informativas se describe que estos niños han experimentado altos niveles de violencia que ha llegado al punto de ser amarrados, del cuello a los pies, “porque se portan mal”, de esto, existen fotografías y videos de como los menores problemáticos son sometidos tomándolos del cuello o pateándolos. Al respecto, se suman de una serie de irregularidades inexplicables y documentadas, en algunos casos, por los propios trabajadores de estos albergues, aunque no es lo único que está pasando en estos lugares. Igualmente, es inadmisible que la denuncia de quienes allí trabajan o han trabajado no haya generado una reacción de la titular de la Comisión de Derechos Humanos capitalina, lo que sugiere complicidad de las mismas autoridades gubernamentales.
Por otra parte, en el Movimiento Antorchista, en reiteradas ocasiones nos hemos manifestado en contra del abuso y la violencia infantil que se vive en nuestro país, como en el caso específico de la Ciudad de México, pero que se materializa en todas las latitudes de nuestra nación, y que en Quintana Roo también se manifiesta en perjuicio de nuestros niños, principalmente de aquellos que viven en condiciones de marginalidad y vulnerabilidad, como los que habitan en las colonias antorchistas que se ubican en las periferias de la ciudad de Chetumal.
Al respecto, cabe resaltar que este tipo de violencia infantil, como se menciona líneas arriba, es resultado de la inmensa desigualdad social en la que se encuentra sumergida la mayoría de la población, lo que acarrea inherentemente otros problemas sociales más profundos y difíciles de combatir, pero resulta todavía más alarmante que en los actuales gobiernos de extracción morenista (los que se han presentado con la bandera de ser un gobierno interesado por el bienestar de su pueblo), no se conmuevan y preocupen ante tal situación que pone en riesgo la integridad de estos pequeños, por eso es que nosotros reprochamos y denunciamos tales medias de “educación infantil”, pues estamos convencidos que estas medidas no ayudaran a educar, concientizar, sensibilizar y corregir a los infantes.
En este sentido, en Antorcha estamos convencidos de la urgencia de educar al pueblo, pero de manera importante educarlo desde una edad temprana y despertar en ellos interés por conocer la realidad que les ha tocado vivir desde pequeños, nosotros buscamos crear hombres más sensibles, más humanos, más fraternos, que comprendan que un mundo mejor si es posible. Por lo anterior, en nuestros albergues y centros educativos se fomenta el desarrollo integral de la persona a través de diversas actividades artísticas y culturales.
Finalmente, la comisión cultural del Movimiento Antorchista Nacional, en los próximos días, llevará a cabo una muestra de poesía infantil, donde participantes de todos los estados de la Republica se han estado preparando con anterioridad para dicho evento. Mientras gobiernos morenistas agreden y maltratan a los niños, Antorcha los cobija con arte y cultura.
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