Para muchas personas el inicio de un nuevo año es una oportunidad para mejorarse a sí mismos y a su entorno más cercano, es el momento perfecto para cuidar su salud, encontrar empleo, viajar, mejorar en la escuela, poner un negocio; pero hay miles de familias más que no se encuentran en las mismas circunstancias, que sus limitadas oportunidades económicas no les permite hacer grandes planes, lo único que desean es tener qué comer al día siguiente.
En este entorno de incertidumbre viven muchos niños mexicanos, tienen que vivir bajo el tormento del hambre y la violencia, y algo que ya va de la mano junto con esto es la pandemia; es así que también en este primer mes del 2022 no todos disfrutan de los regalos del día de los Reyes Magos, tradición que marca visiblemente las clases sociales, los privilegios y las carencias que cada una de ellas incluyen, por lo que la brecha de la desigualdad se hace cada vez más grande.
Esto que digo lo respalda las pésimas medidas gubernamentales del gobierno federal de Andrés Manuel López Obrador, pues para este año que apenas inicia, habrá reducción presupuestal en aspectos esenciales para el desarrollo del país, como las áreas de la primera infancia, salud, discapacidad, seguridad y justicia, que claramente afectan a las y los niños.
En salud, por ejemplo, la reducción será de 8.6 por ciento, 7 mil 380 millones 584 mil 406 pesos; un recorte de 9 mil 338 millones 439,717 pesos destinados a medicamentos gratuitos para la población sin seguridad social laboral y a una disminución de 56 por ciento al programa de atención a personas con discapacidad. Por si fuera poco, hay una exclusión de niñas, niños y adolescentes para la vacunación contra el Covid-19, además de una caída en vacunación contra enfermedades del esquema básico y falta de abasto en los medicamentos contra el cáncer.
La Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim) en su informe anual “Discriminación y violencia contra la niñez durante la sindemia”, expone que hasta el 12 de diciembre de 2021, un total de 82 mil 234 niñas, niños y adolescentes habían sido infectados por Covid-19 en México (15 mil 403 de 0 a 5 años, 19 mil 933 de 6 a 11 años y 46 mil 898 de 12 a 17 años). De éstos, 812 niñas, niños y adolescentes murieron (427 tenían entre 0 y 5 años, 111 entre 6 y 11 años y 274 entre 12 y 17 años), por lo que “la afectación a la niñez y la adolescencia es evidente y ya innegable”, agregan.
Y es totalmente cierto, porque es necesario informar que con la pandemia, además de los contagios a la población más joven del país, la orfandad que dejó el coronavirus es desoladora: según la Revista científica The Lancet, México, para julio del 2021 se ubicó como el país con más niñas y niños que tuvieron que vivir la experiencia de perder uno o ambos padres (178 mil) y que pierden a sus cuidadores primarios o secundarios (275 mil 800) por la misma razón. Esto queda sin atención por parte del gobierno de la 4T, pues hasta ahora no hay medidas definidas para todos estos pequeños que se quedan vulnerables y caen con facilidad a la explotación, violencia de todo tipo, abandono escolar, entre otros.
Un dato más del informe de la Redim, pero no menos importante, sino todo lo contrario es que la violencia ha estado afectando cada vez con más fuerza a los menores, pues se detectó que en edades de 0 a 17 años que están en riesgo de ser reclutados o utilizados por grupos delictivos asciende entre 145 mil y 250 mil niñas, niños y adolescentes, realidad que vive muy de cerca Michoacán, pues en las zonas donde se han intensificado las disputas por territorios, familias enteras han tenido que migrar a países del norte por el riesgo que corren los hijos de ser reclutados por los grupos delincuenciales.
Es así que podemos caer en la realidad que trae consigo este 2022, que los que son el futuro de nuestro país cada vez tienen ese mismo futuro lleno de incertidumbre y con peligros que debe evitar quien nos gobierna, poner manos a la obra es su responsabilidad y brindar seguridad a ellos y a toda la población. El regalo de reyes que no llegó es solo una pequeña parte, pero un ejemplo de muchas cosas que no vendrán si sigue la pobreza y la desigualdad en nuestro México.
0 Comentarios:
Dejar un Comentario