A tres años cumplidos del actual sexenio, cada vez son más los ciudadanos mexicanos que se encuentran, por decir lo menos, desilusionados por haber puesto su confianza en Andrés López Obrador para ocupar el cargo de presidente. Han sido los hechos, y no los discursos, los que los han llevado a la conclusión de que se equivocaron al creer que con él y su partido Morena, su situación realmente mejoraría.
En una de mis colaboraciones anteriores (22 de enero de 2022), señalé el hecho de que México es el tercer país del mundo en recibir dinero de sus hijos que se van para siempre al extranjero. Como muchos saben, la razón fundamental de que cientos de miles de mexicanos se vean obligados a abandonar su patria es el hecho de que en ella no pueden ganarse el sustento para ellos y sus familias. Y, apoyándome en datos oficiales arrojados por la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, Nueva Edición (ENOEN) relativa al mes de diciembre de 2021, resumí que en dicho mes y año la cantidad de mexicanos en edad de trabajar que estuvieron desocupados, subocupados o en la informalidad había alcanzado la escalofriante cantidad de 40 millones. Se confirma nuevamente que las tan publicitadas ayudas monetarias directas de López Obrador no han sacado, ni sacarán, de la pobreza a la mayoría de los mexicanos.
A últimas fechas, a la desesperante situación de la ausencia de empleos formales se ha sumado el terror sembrado por el crimen organizado en el país, principalmente en los estados de Zacatecas, Michoacán, Tamaulipas, Colima, Estado de México, Guerrero, Oaxaca, Chiapas y Veracruz. De acuerdo con declaraciones de Irineo Mújica, dirigente de la organización civil Pueblos sin Fronteras, ello “ha orillado a que un mayor número de mexicanos busque cruzar la frontera, pagando de 10 a 25 mil dólares (de 210 mil a 525 mil pesos)”. ¡He aquí el resultado de la política lopezobradorista de “abrazos, no balazos”! No solo ha llegado a sembrar el terror en poblaciones y ciudades enteras, donde no falta día en que aparezcan cuerpos colgados, calles sembradas de muertos, balaceras que duran horas, cuerpos despedazados en bolsas, asesinados amontonados dentro de vehículos, etc., sino que ha ahuyentado a cientos de sus pobladores que han visto amenazadas sus vidas y las de sus familias. A la mitad de su sexenio, López Obrador y su 4T han sido incapaces de garantizar la paz y la tranquilidad a que tenemos derecho todos los mexicanos.
Antes, a los indocumentados detenidos por la patrulla fronteriza se les encarcelaba y al cabo de unos días se les deportaba. Ahora, se les retiene por meses y, además, deben pagar una multa de hasta cinco mil dólares, aproximadamente 105 mil pesos mexicanos. Esto significa, ni más ni menos, negar a cientos de miles de mexicanos la posibilidad de ganarse la vida también allá, del otro lado de la frontera y, por tanto, condenarlos casi casi a una vida infrahumana. Y significa, además, condenarlos a trabajar en lo que sea, incluyendo enrolarse en el crimen organizado, para pagar por el resto de sus vidas el préstamo -e intereses- conseguido para cruzar la frontera y, de ser detenidos, la multa por haberse atrevido a cruzarla. ¡Un verdadero infierno, pues!
Pero no sólo se ha encarecido el cruce de la frontera para nuestros paisanos, sino que además se ha endurecido la política migratoria de la administración del presidente estadounidense Joe Biden, de tal manera, que este año ya se encamina a batir el récord en cuanto a detenciones de mexicanos indocumentados que intentan llegar al vecino país del norte. Tan solo en cuatro meses, de octubre de 2021 a enero de 2022, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de los EE. UU., reportó la detención de 241 mil 203 mexicanos, que significó un aumento de 41 por ciento respecto a los meses de octubre de 2020 a enero de 2021, cuando hubo 171 mil 59. En los últimos tres años, 2019 a 2021, la detención de migrantes mexicanos se incrementó en 176 por ciento, siendo el 2021 el año con más aprehensiones, 655 mil 594. Pero la desgracia es todavía mayor al tratarse de la detención de los menores de edad, cuyos padres, desesperados y afligidos por no poder darles una vida mínimamente digna, los envían a cruzar solos la frontera. La cifra de niños detenidos también ha ido en aumento: en 2019 fue de 13 mil 439, en 2020 de 16 mil 292 y en 2021 de 25 mil 697, un incremento de 58 por ciento respecto al año anterior. (El Universal, 26 de febrero de 2022). ¿Tendrán sus padres que pagar una multa para que sean liberados y repatriados? Nada se dice al respecto.
Mientras tanto las familias mexicanas se siguen desgarrando, tanto por los maridos y los hijos que buscan emplearse en EE. UU. como por los que han tenido que huir también hacia allá ante los crecientes índices de terror e inseguridad. A la mitad del sexenio, a todos los mexicanos debe quedarnos claro que, entre otras políticas, la de las ayudas monetarias directas como la política de “abrazos, no balazos”, son una burda burla de Andrés Manuel López Obrador y que, en consecuencia, quienes votaron por él y su partido, no debieran volver a cometer el mismo error. Por lo pronto, todos los que expresan su voluntad, es decir, se echan a andar para, literalmente, huir de su país, ya están votando con los pies, como dijera alguna vez Lenin. Y, como lo demuestran las datos duros aquí consignados, no son pocos los votos contra la 4T y Andrés Manuel López Obrador.
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