El próximo 26 y 27 de noviembre, en la ciudad de Morelia, se llevará acabo el XIV Torneo Nacional de Básquetbol, evento deportivo que se realiza año con año, con excepción de los dos de pandemia. Este torneo reúne a cientos de deportistas de los diferentes estados de la república, que, con sus propios recursos, se organizan con tiempo para poder participar a dicho evento deportivo.
Si bien es cierto que el deporte te permite llevar una mejor salud en tu vida, el correr por las mañanas, nadar y echarte una cascarita de futbol, siempre te traerá beneficios para tu cuerpo. En esta ocasión quiero referirme al básquetbol, ya que investigaciones serias han demostrado que trae beneficios físicos y emocionales.
En el blog de la NBA México (National Basketball Association), por ejemplo, menciona que protege el sistema cardiovascular, estimula el crecimiento de la masa ósea y muscular, desarrolla el equilibrio, mejora la coordinación motora, la rapidez mental, ayuda a controlar el temperamento y otros beneficios más. El básquetbol requiere de un constante análisis de la situación y reaccionar de forma inmediata y efectiva; se centra especialmente en la coordinación mano-ojo y en la habilidad de desplazarse rápidamente a través del campo, (blog.jrnbamexico.com).
En nuestra sociedad, el deporte se ha convertido en un negocio muy rentable para los poderosos, para la clase rica en coordinación con los gobiernos, y esto se puede comprobar de diferentes maneras. Si uno recorre la periferia de las ciudades o se va a las comunidades y pueblos, podemos observar que hay pocos espacios deportivos, y en los que, si existen, están en malas condiciones, sin alumbrado, la infraestructura oxidada, el piso con hoyos, pero cuando vamos a la ciudad, en las áreas donde vive la clase en el poder, podemos observar que hay canchas y espacios deportivos en buen estado, con luminarias y bien pintados.
En una sociedad donde se sobrepone como ideal a los jóvenes los actos de drogadicción, alcoholismo, vandalismo, distribución de drogas y otros actos de este tipo, las actividades deportivas, como las que implementa el Movimiento Antorchista, son, diría yo, decisivas para combatir estas malas prácticas que menciono.
Pero resulta y resalta que como no es un negocio construir una cancha de básquetbol en una colonia popular, pues simplemente no se invierte, porque sabe el gobierno que es dinero perdido. Para una organización social, que se propone hacer un cambio radical en todas las aristas, como lo es el Movimiento Antorchista, ha hecho del deporte un arma para la transformación y elevación espiritual del hombre.
Lejos de verlo como un negocio, en Antorcha nos hemos propuesto fomentarlo y obligar a los gobiernos a construir espacios deportivos y dignos. El pueblo también tiene derecho a hacer deporte en espacios de buena calidad. Expreso mis felicitaciones a los antorchistas de Michoacán, que, una vez más, con mucha dedicación y esfuerzo organizan el Torneo Nacional de Básquetbol, ahora en su décimo cuarta edición.
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