MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Y en salud, ¿cómo vamos?

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En esta ocasión quiero tocar un tema que nos ha quedado mucho a deber, me refiero a la inversión en el sector salud, se dice que uno de los objetivos primordiales del desarrollo humano es disfrutar de una vida larga y saludable. Por lo tanto, debería ser una obligación de los gobiernos garantizar la salud de todos sus habitantes, crear hospitales, capacitar a nuestros médicos, tener medicamentos, llegar a cada rincón del país sin importar su ubicación geográfica, etc. Esto sería garantizar un estado de mejor calidad para los habitantes de dicho país. 

La pandemia que enfrenta la humanidad ha retado a los sistemas de salud de todos los países, sin distinción alguna, los cuales hoy analizan lo que deben hacer para fortalecerse. Dentro de este terreno, los recursos destinados para su operación juegan un rol de suma importancia. En este sentido destacaré algunos países desarrollados, como Estados Unidos, que invirtió, el año pasado, un 14.38% de su PIB en salud, seguido de otros, como Alemania, que destinó 9.91%, o Japón, con 9.32% muy bien por estos países, esto nos servirá como un ejemplo de lo que hacen estos países, ahora trasladémonos a tierras mexicanas. México, está en una situación compleja, ya que, en los últimos 10 años, mientras la población crecía en casi 13 millones de habitantes, hasta alcanzar los 127 millones hasta este año, el gasto en salud pública registró una contracción, al pasar paulatinamente de un 2.8%, en 2012, a un 2.5% en 2021. El tema se torna más complejo aún, si se toma en cuenta que este porcentaje se divide en siete subsistemas presentes en el país: IMSS, ISSSTE, Pemex, Sedena, Semar, SSA e IMSS Bienestar. 

El Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP) señala “El nivel del gasto público en salud en México está por debajo de las recomendaciones internacionales y de las estimaciones con bases epidemiológicas y demográficas”; es decir, la inversión que se hace no es la necesaria para cubrir las necesidades de los mexicanos. 

El periódico El Sol de México con fecha del 4 de septiembre de 2021 publica una nota titulada “Construye la 4T menos hospitales” donde menciona lo siguiente: “Durante los primeros dos años de la pandemia de Covid-19, el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador sólo construyó cuatro hospitales de alta especialidad a pesar de la emergencia sanitaria, todos ellos fueron creados el año pasado, en este 2021 no se destinaron recursos para ello, según el Tercer Informe de Gobierno. A pesar de que los mexicanos requirieron de mayor atención en los servicios de salud, el gobierno de López Obrador sólo creó 53 unidades médicas de atención externa, es decir, consultorios médicos. Si se comparan los primeros tres años de la 4T, se han creado 174 nuevas unidades externas o clínicas de consulta, mientras que en los primeros tres años de la administración de Enrique Peña Nieto se construyeron 460 unidades médicas” (hasta aquí la cita).

Otro dato interesante es que una mayor cantidad de mexicanos ven en los consultorios adyacentes a farmacias, una alternativa para acudir al doctor, ya sea por síntomas relacionados por covid-19 o para atender otro tipo de enfermedades pasando del 13 a 20 por ciento y claro los más pobres fueron sus clientes más frecuentes, pero ¿por qué prefieren ir con el Dr. Simi?, estos les ofrecen un servicio médico general en un horario extendido, más cerca del domicilio de las personas y económico, lo convierte en un servicio más atractivo, evitando invertir  una mañana o tarde o día completo en la unidad de medicina familiar o centro de salud, este tipo de consultas, resuelven una necesidad que no ha podido subsanar el sistema público de salud, pero no es, de ninguna manera, la mejor opción y que así se esté solventando sobre todo la atención primaria, el problema, es que este tipo de consultorios, que generan sus ingresos a partir del número de consultas y medicamentos que venden, no tienen incentivos para prevenir y controlar las enfermedades, sino para recetar más medicina.

La conclusión que debemos de sacar es que la pandemia no vino más que agudizar los problemas de antaño que sufría nuestro país, es decir ya existían, pero no estaban tan agudos como en estos momentos. No hay otra salida, debemos de tener en el poder a una persona realmente comprometida con el pueblo de México, no a un “parlanchín” que sólo diga datos favorables que en la realidad no corresponden. Salud. 

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