Después de las elecciones realizadas el pasado 6 de junio de 2021, la expectativa que se tenía en relación a los resultados en la contienda electoral dio un giro inesperado. Por un lado la interrogante de cuánta gente cumpliría con su deber como ciudadano al ir a votar, esto debido al abstencionismo de años anteriores, y por otro, a quién le favorecería la elección popular, todo esto se desarrolló en medio de un panorama desolador.
La crisis económica y violencia desatada, así como los efectos negativos surgidos de la pandemia, fueron factores importantes que intervinieron a la hora de la toma de decisiones. Ya publicados los resultados definitivos de la jornada electoral, fue claro que Morena obtuvo la mayoría. Sin embargo, a pesar de la felicidad manifestada públicamente por el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), por los resultados electorales que le favorecieron su triunfo no fue de la contundencia que esperaba AMLO y su partido, que confiaban en arrasar en los comicios.
Muy por el contrario, el partido del presidente sufrió un descalabro por la disminución de su número de electores, el rechazo a la política del gobierno de la Cuarta Transformación (4T) en la mayoría de las entidades del país y la perdida de bastiones tan importantes como la ciudad de México (CDMX), donde la población le cobró caro sus errores retirándoles su apoyo y votando por sus contrincantes.
Morena pierde 50 curules en la cámara de Diputados, millones de mexicanos salieron a las casillas a votar para renovar el palacio de San Lázaro; es decir, eligieron 300 diputaciones de mayoría relativa en cada uno de los distritos electorales y 200 de representación proporcional votados en las listas de cada una de las circunscripciones electorales: la cámara de diputados estaba conformada por 253 de Morena, 79 del PAN, 49 del PRI, 47 del PT, 25 de Movimiento Ciudadano, 21 de Encuentro Social, 11 del PRD, 11 del PVEM y 4 independientes y ahora queda de la siguiente manera: 203 de Morena, 117 de PAN, 75 del PRI, 48 PVEM, 41 del PT, 27 del Movimiento Ciudadano, 21 del PRD y 6 del PES. Con estos datos la alianza opositora recobra impulso después del descalabro de 2018 e impide que Morena y sus socios alcancen la mayoría calificada que permite reformar la Constitución Mexicana.
Vemos como la convocatoria más grande de la historia de México, a dado cuenta del desgaste del partido del presidente aún sin terminar su periodo, Andrés Manuel López Obrador insiste en que el retroceso de Morena en la Ciudad de México se debió, en parte, a que la clase media fue influenciada por la oposición, la cual propagó la versión de que México avanza hacia el populismo y que él se reelegirá, ahora esa clase media le dio la espalda a los partidos representados por él. Por este motivo, AMLO acusó a esa clase media de ser aspiracionista de ser poco humanitaria, aun en contra de la opinión de expertos en el tema que señalan que la aspiración es el motor y el desarrollo de un país. Sin embargo, está más que claro que Andrés Manuel López Obrador no piensa lo mismo.
Ya se ha iniciado el conteo regresivo de las futuras próximas votaciones del 2024, lo cual nos lleva a preguntarnos que nos espera para entonces después de todo lo vivido, es por eso que se debe hacer un análisis profundo y concienzudo de la situación en que nos encontramos y no solamente dar un voto poco razonado generado por la situación de pobreza que vive la mayoría de las clases más desprotegidas del país.
Sino bajo un estricto análisis de los problemas básicos que sufre la ciudadanía y que están en constante agravamiento progresivo, además de la falta de empleo, los salarios mal pagados, la falta de servicios de salud, la falta de vivienda, entre otros. Todos estos son factores que determinan el desarrollo de un país. Por eso la importancia de empezar a construir un nuevo modelo económico de país que se comprometa ferozmente a rescatarlo del inmenso problema en el que está metido.
Construir una verdadera democracia que lleve justicia, bienestar y paz social, a todos los mexicanos que hoy en día es lo que menos existe en este país, que posee grandes riquezas y que desafortunadamente solo quedan en manos de unos cuantos. Por eso hacemos el llamado, porque es tarea de todos organizarnos y hacer un frente común en el que se eduque y concientice verdaderamente al pueblo, para que la meta sea mejorar las condiciones de vida de todos los ciudadanos, tarea que solo puede cumplirse con la fuerza del pueblo que es indestructible. Hoy estamos llamados a luchar por el poder político de nuestro país para rescatarlo de la destrucción que está siendo presa.
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