Año electoral, año de prueba para el pueblo trabajador, para los que han asumido la tarea de organizar, educar y crear conciencia a quienes, por su condición de creadores de la riqueza, pueden comprender las causas de la pobreza y por ende la necesidad de incidir en ellas para cambiar su situación.
No han pasado más de dos años, de que un número importante volvió a cometer el error de votar por un candidato que a ojos vistos ofrecía lo que no podría cumplir. Había estado gobernando la capital del país, y los pobres, los trabajadores, sus colonias, delegaciones, siguieron sufriendo los problemas de siempre: pobreza, marginación, falta de empleo, colonias dignas, vivienda, educación, salud, servicios básicos e infraestructura en general.
Los obreros, los creadores de la riqueza, están resintiendo un fuerte deterioro de su bienestar, y aunque el gobierno de López Obrador le quiere endosar la factura a la pandemia de la covid-19, es claro que ésta, sólo vino a potenciar dicho deterioro, el cual se explica por la caída de la economía de nuestro país que empieza con la decisión de clausurar, el proyecto del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAIM) y junto con ello tirar, todo lo avanzado. Argumentando que era un monumento a la corrupción, y ésta, la verdadera causa de la pobreza, desigualdad, marginación y deterioro de la vida de los mexicanos.
Abajo se vino lo construido y abajo se vino lo comprometido, la construcción de un país de primer mundo, donde los pobres fueran primero los beneficiados y atendidos: el desempleo se extendió entre los pobres, el 84% de los mexicanos no tiene seguridad laboral, el empleo se sigue perdiendo, los ingresos siguen a la baja, por lo mismo el consumo sigue cayendo, se reduce: la inversión privada interna y la extranjera no repunta. Todo esto traerá como consecuencia una economía que continua cayendo.
Esto trae aparejado el aumento de los precios de la canasta básica, los cuales van al alza, si a esto le sumamos la parálisis del turismo, de los servicios, el precio del petróleo etc. nos lleva a los siguientes alarmantes datos:
El índice de mexicanos en situación de pobreza aumentará el 13.9%, al pasar de 53 a 66.9%; el índice de mexicanos en situación de pobreza extrema aumentará 6.3%, al pasar de 11.1 a 17.4% (Cepal 2020).
El enlutamiento de más de 140,000 hogares mexicanos debido a la pérdida de sus seres queridos por la covid-19. La cifra como todos sabemos es mayor al dato oficial y también sabemos de la carencia total de apoyo para enfrentar el problema.
El enlutamiento de cerca de 72,000 hogares mexicanos por el asesinato de alguno(s) de sus familiares a manos de la delincuencia que se ha enseñoreado en el país, debido a la estrategia de abrazos y no balazos, mejor dicho, debido a la inacción del gobierno obradorista.
Los panegiristas del obradorismo dicen que la causa de todo esto es la maldita pandemia. Pero el tótem obrador se vanagloria de que los emigrados en EE. UU. aumentan sus envíos y por lo tanto las remesas. ¿Cómo se da ese milagro en un país donde la pandemia se ha enseñoreado? El gobierno apoya a los trabajadores. En otros países donde gobierna el pueblo, esta se ha sorteado de mejor manera para con el pueblo trabajador.
Todo esto dibuja un escenario apocalíptico para los mexicanos. Y como decíamos al inicio de este esfuerzo de escudriñar la realidad y entender lo que nos ha llevado hasta aquí y lo que necesitamos para -a pesar de la situación, o por la situación que vivimos- enfrentar y revertirla o encausarla a efecto de avanzar en una mejoría en la sufrida vida del pueblo trabajador.
La dureza de los acontecimientos nos exige ver con responsabilidad lo que nos toca hacer: un frente que empuje, la fuerza y resolución del pueblo que lo logró en sendas ocasiones, sus líderes y representantes del momento impulsaron el desarrollo del país. El pueblo trabajador puede y debe empujar con su presencia y resolución esta nueva etapa, la cual le corresponde. Sólo debe no volver a equivocarse y no dejar a los iluminados y falsos agoreros, la tarea.
Escuchemos a quien durante 46 años de su quehacer político ha trazado un camino, avanzando con paso seguro en la construcción de la organización y educación política del pueblo.
El Movimiento Antorchista Nacional que nos está llamando a impulsar con nuestro voto un cambio en la condición del país.
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