Hace unos días tuvimos la desdicha de escuchar el sexto informe de Gobierno del aún presidente de México, Andrés Manuel López Obrador. Para algunos, un festejo; pero para muchos, nada nuevo, nada que informar y sólo escuchar lo que todos los días, desde sus mañaneras, ha querido venderle al pueblo.
Plagado de mentiras, así fue su sexto informe. El presidente de México cree que el pueblo no piensa, que se le puede engañar fácilmente, que se le puede tratar como a un infante (con todo el respeto a los infantes).
AMLO nos deja un país dividido, inseguro, con más de 171 mil homicidios y una megafarmacia que no sirve, pero claro, él siempre tiene otros datos.
El político tabasqueño cerró su sexenio como lo inició: con sus "otros datos". En su sexto informe de Gobierno usó datos falsos o engañosos para defender su gestión, sus obras y sus políticas públicas, igual que hizo en todos los informes que ofreció estos años.
La mentira más atroz de este último informe fue que ya tenemos un sistema de salud "mejor que el de Dinamarca", lo que afirmó el jefe del Ejecutivo a pesar de la falta de medicamentos, la disminución en las consultas médicas en instituciones públicas de salud y el aumento del gasto de bolsillo en salud, que se han documentado una y otra vez en estos años. Literalmente dijo:
"Ya es una realidad que en 23 estados el sistema de salud universal y gratuito para personas sin seguridad social, conocido como IMSS-Bienestar. Este sistema de salud pública ya es el más eficaz en el mundo. Dije que iba a ser el mejor, que iba a ser como en Dinamarca. No, no es como en Dinamarca, es mejor que en Dinamarca".
También destacó que en sus conferencias de prensa "mañaneras" se garantizó el derecho a la información en "un diálogo circular y abierto", pero en ese espacio usó datos falsos en prácticamente todos sus encuentros con periodistas y también aprovechó para denostar a periodistas y analistas críticos.
Para seguir con sus engaños y cero resultados, también repitió mentiras y dichos engañosos sobre homicidios, el avance en la investigación para encontrar a los jóvenes de Ayotzinapa y el supuesto aumento de la producción de petróleo crudo.
Una verdadera burla las cifras de crecimiento y desarrollo de México que presentó AMLO. Definitivamente, el país de bienestar que tanto presume sólo existe en su cabeza; sólo basta con darse una vuelta por los hospitales para constatar que no somos mejores, no estamos en el ranking de los países con un sistema de salud de calidad como sí lo están países como Suiza, Noruega, Dinamarca, Bélgica y Finlandia.
Nos deja un país inseguro. Se estima que cerrará su sexenio con más de 171 mil 085 homicidios; nos deja una megafarmacia que no sirve, obras que tuvieron un sobrecosto abismal, deja un país dividido. Claro, él, como siempre, tiene otros datos.
No, ese no era el cambio que los mexicanos esperábamos. Quería el poder y se lo dimos, pero ese error le salió caro al pueblo.
Se acerca el momento de que Claudia Sheinbaum asuma como nueva jefa del Ejecutivo; esperemos que el rumbo del país cambie y no sigamos escuchando mentiras tras mentiras.
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