MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

55 días de plantón y la inacción del Gobierno de Guerrero

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A casi dos meses de haber instalado un plantón frente al Palacio de Gobierno, el gobernador Héctor Astudillo Flores continúa ignorando a colonos humildes de Chilpancingo, Guerrero que exigen la legalización de las colonias Nueva Revolución y Candelaria. Ante el silencio de las autoridades estatales y municipales, específicamente de la Secretaría General de Gobierno, los colonos cumplen 55 días de lucha continúa, que se fortalece con antorchistas que se han solidarizado desde diversos municipios del territorio guerrerense.

A la par de la lucha, a todas luces justa, han surgido voces de solidaridad de pueblos de las siete regiones del estado, que han enviado palabras de aliento y han declarado su disposición de fortalecer la lucha que mantienen frente al Palacio de Gobierno, en el momento que se requiera. Cada quien, desde su colonia o comunidad, manda palabras de ánimo, que se generalizan en la entidad. Asimismo, se generaliza la inconformidad contra la inacción del gobernador Héctor Astudillo Flores, quien se comprometió a resolver el caso y ahora se niega a cumplir su compromiso.

La incompetencia del titular de la Secretaría General de Gobierno, Florencio Salazar Adame, con quien realizaron múltiples reuniones sin ningún resultado favorable, se refleja en 55 días de plantón, 55 días de desatención, 55 días de hostigamiento, 55 días de desdén gubernamental, 55 días viviendo bajo lonas, pero también 55 días recibiendo el respaldo de la ciudadanía de Chilpancingo y de muchos municipios, que continúa adhiriéndose a su lucha.

En el caso de la Nueva Revolución, los colonos ya cumplieron con todos los requisitos requeridos para la regularización por las diversas dependencias, como Protección Civil, Comisión Federal de Electricidad (CFE), Comisión Nacional de Agua (Conagua), etcétera, pero la Secretaría General de Gobierno ha hecho infinidad de maniobras para retrasar el trámite, pues cuando ya estaba el expediente completo, exige la actualización del Plan Rector de Desarrollo Urbano Municipal de Chilpancingo, sin embargo, este documento es obligación institucional del Municipio y del Estado, no de los ciudadanos. El expediente sigue inconcluso, por tanto, el patrimonio de más de 100 familias humildes está en juego ante las reiteradas maniobras de las autoridades para no regularizar los predios, en los que habitan desde hace muchos años. El conflicto de las autoridades es contra el Movimiento Antorchista, ya que se han autorizado muchas colonias que se encuentran fuera de la mancha urbana. Veamos, de aproximadamente 600 colonias que tiene la capital, más de la mitad son irregulares, lo que significa que miles de familias no tienen certeza jurídica de sus patrimonios, pues no se cuenta con un plan rector de desarrollo urbano, documento fundamental para una ciudad en el que se establece la transparencia del uso del suelo permitido y determina las áreas de crecimiento.

La expropiación del predio, es un documento que legalmente puede llevar a cabo el gobierno del estado para regularizar la colonia, el cual no ha sido autorizado y, por tanto, la legalización sigue estancada.

Los colonos que valientemente se mantienen en lucha, con mucho esfuerzo pagaron sus terrenos y construyeron sus viviendas con el fin de no seguir pagando rentas, desafortunadamente fueron defraudados y desde hace años, viven en constate riesgo de desalojo, que no se ha concretado porque solicitaron el respaldo del Movimiento Antorchista, que no los ha dejado solos y sigue firme en la lucha por la legalización de las colonias. Lamentablemente esta lucha ya cobró la vida de Florián Reyes Rafaela, quien se puso al frente de sus vecinos en la búsqueda de la regularización de la colonia Nueva Revolución.

Desde 1999, las personas asentadas en la colonia Nueva Revolución adquirieron sus terrenos, pero después apareció otro supuesto dueño exigiendo otro pago por sus terrenos. Los colonos han sufrido injusticias y reiteradas amenazas de desalojo y de muerte, ante estos abusos, en el 2013 solicitaron el respaldo del Movimiento Antorchista y a partir de esa fecha emprendieron juntos una ardua lucha…que continúa.

Igual que la protesta es el engranaje de la lucha social, el clamor del antorchismo guerrerense es claro: La lucha continuará hasta que se dé certeza jurídica a más de 100 familias humildes de las colonias Nueva Revolución y Candelaria, que se enfrentan a un viacrucis burocrático sin ningún apoyo oficial, sólo con el respaldo de sus compañeros antorchistas de todo el antorchismo guerrerense.

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