La construcción de la L-12 del Metro, la llamada Línea Dorada, en 2008, fue uno de los logros más importantes en cuanto a transporte se refiere, pues su proyecto de construcción aseguraba que resolvería los problemas de movilidad de los habitantes de la zona oriente de la ciudad, que hasta entonces habían sido marginados y tenían que padecer un viacrucis diario para poder llegar a sus centros de trabajo o estudio.
Se construye la línea 12 con un aditamento que no estaba contemplada en el plano de construcción inicial, el tramo elevado, que años más tarde representaría un peligro mortal. Esta línea transportaba a diario a más de 500 mil capitalinos, que creían que el problema para ellos había desaparecido, pues antes tenían que invertir hasta 3 horas en traslados.
Pero ya para el año 2014, seis años más tarde de su construcción, se detectaron problemas en esta línea que tuvo que ser cerrada temporalmente y reabierta cuando los dictámenes indicaban que no eran problemas estructurales los que padecía. La ciudadanía vio con gusto su reapertura pues, esta línea representaba invertir 45 minutos en transporte y no 3 horas.
El 3 de mayo de 2021, la pesadilla se apoderó de los pasajeros de este tren por el colapso sufrido en esta línea, dejando como saldo 27 personas fallecidas y más de cien heridos de gravedad. La noticia corrió rápidamente y nadie podía dar crédito de lo que se informaba, pues en esta línea, al momento del percance viajaban trabajadores que regresaban de una larga jornada laboral y fueron sorprendidos por la muerte y ya no pudieron despedirse de sus familiares y abrazar a sus hijos, dejando un profundo dolor por su ausencia y lo injusto de su muerte. Muchos de los fallecidos dejaron familia e hijos, que los han dejado en la orfandad.
La ciudad de primer mundo, la ciudad innovadora y de derechos, bautizada así por la morenista Claudia Sheinbaum, frase difundida por cierto en la amplia campaña electoral en la que sí están autorizados millones de pesos para pagarla, los espectaculares cuestan mucho, se caía un tren con pasajeros a bordo. La tragedia se hizo presente y se llevó consigo a seres humanos humildes cuyos familiares aún les lloran y seguirán llorando porque la muerte arrebató a sus seres queridos.
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