Oaxaca azotada desde siempre por la pobreza generalizada, entró en crisis en 2019 por el deficiente combate a la pandemia por parte de la 4T, pero ahora, por el injusto despido de más de 2 mil trabajadores del sector salud, se encuentra al punto del colapso.
El problema es añejo, se originó por la corrupción durante por lo menos 17 años en los Servicios de Salud, por ello, hay una deuda de 13 mil millones de pesos y un déficit anual de 1600 millones. Se advertían ya complicaciones desde el anuncio, hace casi tres años, de que este sector pasaría al Insabi. Pero con los recientes recortes federales al presupuesto estatal, el pasado 15 de septiembre ya no se renovaron los contratos de los trabajadores Eventuales.
Hoy se sabe que no solo se basificó un gran número de “aviadores”; además, se retuvieron las aportaciones de los trabajadores, destinados para pagos a Terceros Institucionales pero que se utilizaron para nómina; también, cada vez hay más rumores de que desde julio el almacén estatal no ha reportado a la Dirección de Control y Emisión de Pedidos del Insabi qué medicamentos e insumos ha recibido la entidad, entre ellos, oncológicos; por si esto fuera poco, en los corrillos del gremio, aumenta la preocupación porque no han sido asignados los 1600 millones que el gobernador solicitó para los casi 8 mil trabajadores entre regularizados y normalizados.
Pasan los días y vemos que los anuncios del Presidente de la República, en su última visita a la entidad, fueron el acostumbrado “control de daños”, porque de la reunión con los titulares del Insabi y el IMSS con el gobernador, lo único que se ha sacado en claro, es que no tienen ninguna propuesta concreta y se limitan a decir que se va a perseguir a los funcionarios que provocaron esos desfalcos millonarios. Mientras tanto, 2 mil 125 trabajadores llevan ya dos semanas sin empleo, muchos dispersos, desconfiando del sindicato oficialista y de los sindicatos independientes, pero sin entender el problema de fondo y sobre todo, sin una posibilidad real de ser recontratados.
Por ello, la Coordinadora de Sindicatos de Salud de Oaxaca (CSSO), integrada por el SITSS, SITYPS, STSNS, SINTS, FNTSRM, se dirige a todos los trabajadores de los Servicios de Salud del Estado, no solo a los que fueron despedidos, sino también a los más de 8 mil que no están “basificados”, para que tomemos conciencia, de lo que se avecina, porque de la experiencia acumulada en la guerra del presidente Obrador contra la corrupción, sabemos que en sus decisiones el mandatario es inamovible, a pesar de que se cometan injusticias y se desperdicien miles de millones de pesos, como sucedió con la cancelación del Aeropuerto de Texcoco y la Planta Cervecera de Constellation Brands, que significó el pago de cientos de miles de millones en penalizaciones.
Estando así las cosas, las declaraciones del titular del Insabi en el contexto de este problema de salud en Oaxaca, que la institución a su cargo, no tiene retrasos en las asignaciones de recursos financieros y de medicamentos a la entidad, deslindándose de la problemática sin ofrecer ninguna solución concreta, nos dicen que sucederá lo mismo que con los trabajadores despedidos del extinto Seguro Popular, que no han sido recontratados, a pesar de que existe un decreto constitucional que establece que todos los recursos materiales y el personal, deben ser absorbidos por esta institución.
Por ello, la preocupación de que vendrán más despidos masivos puesto que el gobierno federal no aumentará el presupuesto para los Servicios de Salud, el colapso inminente de todos los hospitales del estado, y la posible transición gubernamental que traerá consigo la reingienieria de todas las dependencias de gobierno, con lo que se avizoran más convulsiones, nos dicen que es necesario una gran unidad social para la defensa de todos los sectores maltratados y relegados de nuestra entidad.
En este proceso, al que se ha sumado el Movimiento Antorchista, los miembros de la Coordinadora de sindicatos de Salud, hacemos el compromiso de representar genuina y honradamente a nuestros agremiados y todos los trabajadores despedidos que decidan sumarse a la lucha, exigiendo a las autoridades que respeten el derecho constitucional a un empleo digno y el derecho universal a la salud de todos los mexicanos.
¡Súmate a la jornada estatal de lucha en defensa de los trabajadores del sector salud!
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