Permítame usted un breve comentario respecto al evento que realizamos los antorchistas del Noroeste del país en Tijuana el pasado 20 de octubre: miles y miles de humildes abarrotamos la explanada del audiorama El Trompo, de esa ciudad. Fue un éxito en toda la línea, ampliamente comentado por dirigentes nacionales de mi organización; fue, además, un bonito evento, que a todos agradó; no conozco todavía ningún comentario negativo. "Los grupos antorchistas de Sonora que fueron al evento llegaron a trabajar en el escenario, no a descansar, llegaron a acomodar sillas, banderas, a barrer, esa fue la tarea que nos encomendó nuestro Comité Regional y lo cumplimos, incluso luego de terminado el evento, los sonorenses participaron también en la tarea de recoger miles de banderas y sillas. Podemos afirmar con orgullo algo que los funcionarios y los medios de comunicación no dicen: este tipo de eventos son verdaderamente populares, sólo gracias a la participación de todos nosotros es posible llevar a cabo estos eventos; tan solo para montar toda la ornamentación y estructuras se necesitan horas de trabajo de decenas de antorchistas que con gusto hacemos nuestros eventos; así, podemos decir con la frente en alto que festejando también se está luchando, y que cuando coreamos esta consigna es porque es cierta del todo. No exagero si afirmo, y lo sostengo ante quien sea, que muchos antorchistas en este tipo de eventos se portan de una manera heroica, abnegada, con una entrega asombrosa que hace posible que Antorcha pueda hacer frente a cualquier tipo de adversidad; los mexicanos que ingresamos honradamente a esta gran organización, tarde o temprano nos transformamos en personas de un nivel político e ideológico superior, en personas con un espíritu renovador". Así reportó Javier Valenzuela, uno de nuestros dirigentes.
"¿Por qué no habremos los humildes de celebrar en grande la creación de nuestra organización, si es la que nos ha permitido defendernos y desarrollarnos? Los gastos que hacemos en este tipo de eventos están plenamente justificados pues contribuyen a dar fuerza, fortaleza y vitalidad a las organizaciones populares y hoy, que necesitamos tanto de contrapesos políticos efectivos en nuestra lastimada nación, cualquier esfuerzo que se haga en ese sentido es moralmente bueno. Las flores que demuestran nuestro cariño a nuestro dirigente, las lonas, las pantallas, las banderas, la coordinación de los grupos asistentes, la actitud de entusiasmo tanto de gente joven como de adultos mayores, como "Doña Geno", una de mis compañeras de viaje, que invitó a bailar a "Don Sánchez", todo me impresionó. Desde que salimos de Sonora, de Hermosillo, una nota el esfuerzo, la preocupación de que todo salga bien, entre todos colaboramos tanto económicamente como con nuestro esfuerzo físico y mental; en realidad, un evento como éste es una muestra de la capacidad organizativa que nuestro pueblo puede desarrollar: eso demuestra también que algún día podremos gobernar esta Patria para bien de todos, pero sobre todo de los más humildes y olvidados" Este fue el parecer de nuestra compañera Fernanda López Cano.
Así, pues, ¡felicidades, a todos los antorchistas sonorenses, los que fueron y los que no, porque los lauros de la victoria son de todos! La inmensa mayoría de los antorchistas de esta entidad no asistieron al evento por la obvia razón de la enorme distancia y el ingente gasto, pero deben recordar que sin ellos los que asistieron no hubieran podido hacerlo: los esfuerzos económicos para sus gastos fueron generales a todos: la Antorcha que iluminó Tijuana desde El Trompo llevaba como combustible el antorchismo de todos ustedes, camaradas.
Pero también quiero felicitar al pueblo de México, compuesto por más de 100 millones de pobres y millones de empresarios pequeños, empleados, burócratas, intelectuales y clases medias amenazadas por la inminente crisis económica, porque en ese evento por el 45 aniversario de Antorcha se defendió a nuestra patria en todos los sentidos: con canciones mexicanas, con bailes mexicanos, con el correcto uso de nuestro idioma por los maestros de ceremonias, pero en primerísimo lugar, con el educativo discurso del Maestro Aquiles Córdova Morán, que le ha dado al pueblo de México la más bella argumentación que yo haya escuchado jamás acerca de la posibilidad real de que construya en nuestra tierra una nación poderosa y rica, tanto como la del vecino del Norte, pero más justa y soberana. Ya se ha llegado el tiempo. Allí queda registrado en la Historia Patria un discurso transformado en millones de mexicanos que lo practican organizados, una argumentación libertadora justo en las narices del imperio mismo, que hace vibrar las fibras más profundas del orgullo mexicano; el 20 de octubre en Tijuana quedará en la historia como un hito del otro México que viene incontenible, del que se levanta desde las más humildes colonias y comunidades, del México que millones ya han empezado a realizar; quedará como el día que nuestro pueblo, simbólicamente desde donde empieza la patria que nos robaron, recibió una lección del método que debe seguir, del camino que debe recorrer para su propia salvación y felicidad. ¡Que vueltas tiene la vida! Ahora la nación tiene su futuro, sú único futuro seguro, iluminado por esta Antorcha que convoca a esta gran fraternidad. ¡A eso fuimos los sonorenses a Tijuana, a ser parte de esta bella página del libro patrio! Y hoy, gracias a la maravilla electrónica lo puede tener a su alcance al momento.
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