El Movimiento Antorchista es una poderosa organización dedicada a la gestión de obras y servicios para las comunidades más necesitadas; sus agremiados son gente humilde y sencilla que por voluntad propia se han integrado a las filas de la organización en busca de una vida más digna y un México mejor. Antorcha no es una organización espontanea, han sido 47 años de arduo trabajo de gestión, de educar y organizar a los más desprotegidos del país.
No obstante, los detractores de Antorcha dan una visión totalmente distorsionada de la organización. Es el caso de tres reporteros del portal Eje Central: Norma Montiel, Jonathan Nácar y Bet-Biraí Nieto, quienes sostienen que: “Al irrumpir en la vida política y social del país ¾a inicios de la década de los setenta¾, enarbolaba la defensa de los derechos de los grupos más vulnerables y marginados de la región baja de la Mixteca poblana (particularmente de Tecomatlán, donde se ubica su origen), pero muy pronto se erigió como una poderosa estructura político-social vinculada al PRI, con liderazgos capaces de influir en procesos electorales con sus más de 2 millones de votos, operar como grupo desestabilizador y paralizar una parte del país o tener un rostro mas oscuro, corrupción, lavado de dinero y crímenes nunca antes investigados”.
Aunque reconocen que Antorcha surgió en Tecomatlán para enarbolar la defensa de los derechos de los grupos vulnerables, de pronto aseguran que la organización se erigió como una poderosa estructura político-social vinculada al PRI, pero con la capacidad de operar como grupo desestabilizador y paralizar una parte del país así como lavar dinero, corrupción e inclusive “crímenes nunca antes investigados”.
¿Corrupción, lavado de dinero y crímenes nunca antes investigados? Invito a los redactores de dicha acusación a que prueben lo que dicen: ¿de cuáles crímenes hablan, cuánto dinero ha lavado Antorcha? En fin, sin prueba alguna, su “investigación” solo señalan, pero no prueban. A continuación indicaré algunas cosas que sí ha hecho Antorcha y de las cuales no dicen ni pío.
Tecomatlán, uno de los 217 municipios del estado de Puebla, es un municipio modelo de desarrollo. Este pequeño pueblo, enclavado en la Sierra, cuenta con todos los servicios básicos al cien por ciento, escuelas desde kínder hasta nivel superior; un arco de identidad; auditorio; canchas de basquetbol, voleibol, futbol; albercas; estadio de béisbol; un balneario; un albergue estudiantil moderno; una plaza para eventos especiales. ¿Y todo esto no lo conocen los de Eje Central?
Ixtapaluca, municipio vecino de la Ciudad de México, por nueve años tuvo gobiernos con más sentido humano, que lograron realizar 5 mil 125 obras; es decir, 569 por año. De ellas 1,248 fueron acciones resueltas en infraestructura educativa, 1,373 pavimentaciones, 21 Centros de Desarrollo Comunitario, 16 Casas del Adulto Mayor y un Centro Recreativo del Adulto Mayor (CERAM), el cual fue premiado por la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC) como mejor obra mexiquense del 2019 y reconocido en distintos foros por su diseño integral y vanguardista; cinco albercas semiolímpicas y una monumental Ciudad Deportiva, única en el estado para la práctica de diversas disciplinas, la cual también recibió el premio a la mejor obra mexiquense en el 2021 por la CMIC.
Además, instrumentó el transporte universitario gratuito, innovó con programas sociales como Jóvenes por tu comunidad y Mujeres cambiando Ixtapaluca, instaló farmacias comunitarias, el Centro de Rehabilitación Post-Covid y la Red de Atención Integral Covid-19, así como los centros de llenado gratuito de tanques de oxígeno.
De esto tampoco hablan absolutamente nada los reporteros de Eje Central; pero, por el contrario, sí afirman: “La estocada fatal para la organización se dio en las elecciones del pasado 6 de junio con la pérdida de más preferencias electorales, en especial con el arrebatamiento de sus dos principales centros de operación en el Estado de México: Chimalhuacán e Ixtapaluca”.
Sin embargo, cuando el trabajo va de la mano con el pueblo, no se termina con una administración ni con un periodo electoral; eso solo sucede con quienes están acostumbrados a vivir a costillas de millones de mexicanos pobres, por el contrario Antorcha lleva 47 años existiendo y seguirá existiendo porque el Movimiento Antorchista no es producto de unas elecciones ni siquiera de un partido político, es resultado de la organización de la gente más humilde en la búsqueda de mejores condiciones de vida.
Los antorchistas no hemos sido derrotados, simplemente el fanatismo morenista, y sus aliados para perpetuarse en el poder, jugaron sus cartas para encumbrar a algunos personajes políticos con miras a las elecciones en que se cambiará gobernador en el Estado de México para tener mayor poder.
El Movimiento Antorchista seguirá sembrando en la gente para cosechar los frutos. Si de algo estamos seguros es que mientras exista pobreza e injusticias sociales que combatir, ahí estaremos los antorchistas para luchar con unidad y fraternidad por un mejor país.
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