MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Actos de negligencia ponen en peligro a nayaritas

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Ha iniciado la temporada de lluvias en el estado y, como todos sabemos, son benéficas para la agricultura y en general para toda la naturaleza. También conocemos que estas pueden causar destrucción y desgracias para el hombre si no se prevé cómo atenuar o aminorar sus efectos.

Me interesa hablar sobre esto último porque desde hace tres años, la carretera Ruiz-Zacatecas (tramo El Venado-Presidio de los Reyes) prácticamente desapareció por la crecida de las aguas del río San Pedro, dejando varios tramos sin asfalto. Se perdió un carril y quedaron varios tramos con barrancos con corte profundo y peligro de caída.

Las lluvias han vuelto; los edificios se están deteriorando por la filtración del agua y, nuevamente, ninguna institución toma cartas en el asunto.

La carretera desapareció y ni el Gobierno estatal, ni la SCT Nayarit, ni ninguna otra institución han puesto atención a esta carretera destruida, que ahora representa un peligro para la vida de los nayaritas de la zona de Ruiz, Del Nayar y de Zacatecas.

Vuelvo a escribir sobre este problema porque me llamó la atención la siguiente nota: “Porque la prevención de accidentes no puede ser postergada, la Comisión Nacional de Emergencias (CNE) hace un enérgico llamado a la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes de Nayarit, para que se dé el debido mantenimiento a la carretera federal 200, especialmente el tramo que compone Tepic-Compostela, kilómetro 25, donde la cinta asfáltica no se encuentra en las mejores condiciones así como el peligro que representa la altura de la cuneta en esa misma área.

Señala esta honorable institución pública, que da rápida respuesta en situaciones de emergencia, que lamentablemente continúan los accidentes en la carretera federal 200 debido a la falta de un mantenimiento adecuado. En particular, se destaca el grave estado de la cinta asfáltica en el km 25, así como la peligrosa altura de la cuneta en esa área. Estos factores están contribuyendo a que vehículos y transportes pesados vuelquen, poniendo en riesgo la vida de los conductores y pasajeros”, se puede leer en un comunicado publicado en sus redes sociales” (Meridiano, 19 de junio de 2024).

Podemos ver en la nota que esta institución llamada Comisión Nacional de Emergencia hace un fuerte llamado a la Secretaría de Infraestructura y a la SCT Nayarit para que intervengan y den el debido mantenimiento, evitando así accidentes en la carretera federal 200 Tepic-Compostela. Me parece correcta la denuncia de estas instituciones y apoyo la exigencia de que se dé mantenimiento a esta carretera, es decir, que se conserve en buen estado.

Si es importante dar mantenimiento a las carreteras como el caso señalado en la nota citada, es aún más urgente y necesario reconstruir la carretera que las lluvias del río San Pedro han destruido en la Ruiz-Zacatecas.

¿Por qué no se ha reconstruido con la prontitud con la que se ha hecho la autopista Tepic-Vallarta en la costa nayarita? No se sabe. 

Sólo queda claro que hay negligencia en las instituciones ya señaladas en la misma nota y que el peligro de que los carros caigan al precipicio del río San Pedro sigue presente, por lo que urge que se reconstruya.

Otro caso similar de indolencia es el del Telebachillerato Comunitario “Amado Nervo”, ubicado en la colonia Infonavit Solidaridad de la ciudad de Tepic.

Desde hace tres años, sus directivos y estudiantes han solicitado por escrito a la SEP, a la Secretaría de Infraestructura y al propio gobierno estatal su intervención para que se reconstruya el techo de loseta de su escuela, que se está levantando y, con las lluvias de cada año, se filtra el agua, dañando la estructura del edificio y convirtiéndose en un peligro constante para los jóvenes que ahí cursan su nivel de preparatoria.

Es necesario decir que la secretaría general del Gobierno de Nayarit turnó la solicitud de los estudiantes a la Secretaría de Infraestructura, la cual, desde hace dos años, envió a unos topógrafos a realizar estudios del techo y cotizaron que la reparación costaría 2 millones de pesos.

Pues bien, ya van dos años desde que se hizo la cotización. Las lluvias han vuelto; los edificios se están deteriorando por la filtración del agua y, nuevamente, ninguna institución toma cartas en el asunto.

Las instituciones (como siempre) se echan la bolita, dicen que la escuela no es pública cuando es un TBC, que es mucho dinero lo que se necesita, etcétera. 

Como se ve, cuando los Gobiernos se niegan a resolver los problemas y ponen muchos pretextos y excusas, olvidan su obligación de atender y resolver los problemas sociales.

Los dos problemas aquí señalados revelan el desinterés de los funcionarios del Gobierno por velar por la vida de los ciudadanos y por los estudiantes, contrario a lo que suelen decir cuando necesitan el voto de la gente. 

Estas acciones de abandono hacia la gente deben molestar y enfurecer a todos los nayaritas y deben incitarlos a salir a protestar en las calles para exigir solución a los problemas aquí denunciados.

Por estos dos casos de negligencia y desatención, hago un llamado al gobernador del estado, Miguel Ángel Navarro Quintero, para que, con su intervención y sensibilidad política, solucione los asuntos aquí expresados.

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