Es 16 de febrero, pero de 1917, es decir hace 105 años, en la cárcel de Ciudad Victoria, Tamaulipas, un condenado a muerte, apresura la escritura de dos cartas mientras transcurren las horas de la fría mañana, pues se le ha informado que por la tarde estará frente al pelotón de fusilamiento. El vigor de su juventud se ha debilitado por un periodo de persecución y encarcelamiento: Cárdenas, Tabasco; S.L.P.; Santiago Tlatelolco, México; Guadalajara, Jalisco; Saltillo, Coahuila; Monterrey, Nuevo León y Cd. Victoria, Tamaulipas. Tiene 30 años, nació el 23 de abril de 1887, en Atarjeas, paraje cercano al actual Ejido Calabacillas del municipio de Bustamante; va a la muerte porque desde los 18 años, mostró una gran entereza y rebeldía ante la situación de pobreza, atraso y miseria que privaba en la vida de los campesinos, de los peones de las haciendas, del pueblo trabajador que era brutalmente explotado y cuya defensa lo lleva a afiliarse al partido Liberal Mexicano a luchar y pisar la cárcel por primera ocasión a los 22 años en Tula, Tamaulipas.
Promovido por su mentor el profesor Manuel Villasana Ortiz, director de la escuela primaria "Benito Juárez" del municipio de Tula, donde realiza sus primeros estudios, asiste a la Normal de San Luis Potosí, dónde amplía su formación política. Villasana lo alienta y lo prepara, pasando a la planta docente de la escuela primaria, posteriormente y a solicitud de la Junta de Instrucción Pública del municipio de Miquihuana, se le nombra director de la Escuela Oficial Urbana de Varones, iniciando el 20 de septiembre de 1907 sus labores educativas, que no se circunscribieron a instruir a los niños y jóvenes en edad escolar. Invitó a los campesinos a inscribirse para que también ellos se beneficiaran de la educación. Este contacto con el deseo de superación de los campesinos que acudieron a su llamado, lo llevó a comprender con más claridad, la vida de miseria, explotación y abandono del campesinado tamaulipeco y mexicano.
De esta manera se convirtió en el prototipo de lo que posteriormente el profesor Rafael Ramírez, emprendiera como la tarea pedagógica que necesitaba nuestro país "La Escuela Rural Mexicana": “donde la actividad pedagógica tuviese tanta importancia como su función transformadora del medio económico y social; que abandonara las aulas para lanzarse a la calle y a las tierras de labranza; que tomara como sujeto de enseñanza al niño y al adulto, al hombre y a la mujer, como elementos indisolubles en la estructura de la comunidad considerada como un todo; y que el maestro que la sirviera, además de cumplir el rol de enseñante se convirtiera en procurador de pueblos, líder del lugar, promotor del cambio revolucionario, gestor de sus reivindicaciones agrarias y políticas y eslabón de enlace entre el campo y la ciudad (Rafael Ramírez: La Escuela Rural Mexicana. Sep., 1979).
El joven profesor Alberto Carrera Torres va más allá, enarbolando sus armas del momento: su conocimiento, sus inquietudes revolucionarias de justicia social -que lo llevaron a ingresar al Partido Liberal Mexicano- y su pluma, elabora sendos documentos donde solicitaba a las autoridades atendieran el problema de ultraje de los campesinos de Miquihuana quienes se quejaban de: vivir endeudados en la tienda de raya, recibiendo como pago, vales o boletas válidas únicamente en la tienda del patrón, dónde les daban las mercancías a precios más altos. Pedían se les pagará en efectivo y que no se les encarcelara cuando reclamaban sus derechos.
Al no obtener respuesta de la autoridad el día 28 de noviembre de 1908. Un grupo de trabajadores de "la Hacienda la Perdida" se amotinaron en contra de las autoridades, quiénes solicitaron la intervención de la fuerza federal. Se le señaló a él como el instigador del levantamiento. El 20 de enero de 1909 fue cesado como maestro. Esto no lo amilano y continuó dando clases a los niños y jóvenes, reuniendo a los campesinos en su casa; esto provoca la ira de los patrones quiénes arreciaron sus exigencias de hacer un lado al joven profesor. Logrando que al conocer que en sus reuniones con los campesinos crítico al gobierno de Porfirio Díaz por la matanza de Río Blanco, lo aprendieran tropas federales y llevaran a Tula para internarlo en la cárcel y se le juzgará.
La práctica común de estos arrestos y traslados era aplicar “la ley fuga” y terminar con el problema, sabedores de esta práctica, los campesinos del lugar se organizaron y acompañaron al detenido hasta Tula, evitando de esta manera que fuera asesinado en el trayecto. Está acción recuerda lo que ha dicho el Ing. Aquiles Córdova Morán, líder Nacional del Movimiento Antorchista Nacional (MAN): "El único recurso, la única fuerza con que cuentan los verdaderos luchadores en cualquier circunstancia, es la fuerza del número que proporcionan las masas, es el apoyo del pueblo organizado y consciente.”
Legalmente no se le pudo establecer delito y como la intervención del pueblo al acompañarlo impido el asesinato el joven profesor es liberado. Deja la práctica docente e inicia el estudio de leyes. Y se convierte en "Defensor de los pobres" al abrir su bufete jurídico, tarea en la que es apoyado por su hermano Francisco. Continua su labor de educación política del pueblo y se manifiesta a favor de Francisco I. Madero, lo que nuevamente atrae sobre él la represión del gobierno, es atacado brutalmente, queriendo encarcelarlo, nuevamente es el pueblo, ahora de Tula, quién lo defiende y rescata, no obstante, queda afectado de su pierna derecha.
Estaba ya en la mira del gobierno y una vez más, el pueblo lo alerta de su posible captura, lo que lo hace salir de Tula con su grupo y trasladarse a Villa de Zaragoza, Nuevo León, dónde se organizan y crean "El Ejército Libertador de Tamaulipas”, el cual es dirigido por el joven revolucionario Alberto Carrera Torres de 23 años, se hacen eco de la herencia cultural de la humanidad y con la conciencia de representar a su clase participan críticamente en la redistribución de la tierra, el status y el poder establecido en nuestro país, y en la lucha de la liberación del pueblo trabajador, deja ahora la lucha legal, toma las armas y dirige la vanguardia del sufrido pueblo mexicano.
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