Recientemente, nos enteramos que Perú se encuentra en caos político tras la decisión del ya expresidente Pedro Castillo de disolver el Congreso y de instaurar un gobierno de excepción que gobernaría a través de decretos de ley hasta que un nuevo Parlamento con poderes constituyentes elaborara una nueva Constitución, esto provocó que lo acusaran de que estaba dando un golpe de Estado, la decisión la cuestionó la oposición, autoridades del Estado, la Policía y las Fuerzas Armadas, provocando renuncias de altos funcionarios, llevando consigo, finalmente, la destitución del cargo. Después m, el Ministerio Público dirigió la detención de Pedro Castillo Terrones por el presunto delito de rebelión, regulado en el artículo 346 del Código Penal, por quebrantar el orden constitucional.
Pasado lo anterior, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador le concede asilo a la familia de Pedro Castillo, expresidente de Perú, y el país sudamericano declara persona non grata al embajador mexicano y ordena su expulsión. Es importante señalar esto porque se ve que, López obrador confunde o ignora el verdadero significado de la llamada autodeterminación de los pueblos, ya que se define como el principio estructural del ordenamiento internacional conforme al cual todos los pueblos tienen el derecho de determinar libremente, sin injerencia interna, su condición política y de procurar su desarrollo económico, social y cultural. Ahora nos preguntamos, tras declaraciones de López Obrador, ¿qué consecuencias puede traer consigo este ambiente tenso a las relaciones comerciales entre estas dos naciones?
México y Perú son parte de la Alianza del Pacífico y, además, tienen un acuerdo de libre comercio; en dicha alianza dan preferencias arancelarias a los productos que intercambian ambas naciones; el comercio entre las dos economías representa el 0.2 por ciento del total de la economía mexicana con el mundo. Según cifras de Banxico y de la Secretaría de Economía, México exporta más hacia la economía peruana de lo que importa sus productos; en 2021 las exportaciones de bienes mexicanos a Perú sumaron los mil 557 millones de dólares, mientras que las importaciones ascendieron a 701 millones de dólares, lo que representó apenas el 0.2 por ciento del comercio total, ya que, en ese año, las exportaciones e importaciones mexicanas sumaron un billón 467 millones de dólares. De enero a agosto de 2022 las exportaciones mexicanas ascendieron a mil 221 millones de dólares hacia Perú, mientras que las importaciones de productos peruanos ascendieron a 700 millones de dólares (El Universal 20 de diciembre de 2022)
Para los expertos, la tensión política que se vive entre México y Perú podría generar incertidumbre en las operaciones comerciales entre ambos países, propiciando que los empresarios actúen con cautela en la definición de sus compras, ventas y firmas de contratos, porque no hay certeza sobre qué va a pasar en las próximas semanas o meses. Los productos que se destacan en la exportación son televisores, varillas corrugadas, vehículos tipo turismo y tractores. En tanto, que se importan de ese país minerales de cobre y zinc y sus concentrados, principalmente.
No sólo los partidos de oposición, sino una buena parte de la población asegura que el presidente Andrés Manuel López Obrador no entiende de diplomacia y busca extender la polarización a América Latina, y esto es lamentable para México ya que se empeña en destruir las relaciones exteriores, debe ser respetuoso y no caer en conflictos externos, ya que esto fomenta la división no sólo en México, sino en otros países.
En nuestro país hay mucho por hacer, vivimos en una ola de violencia en muchos estados, repunte de la pandemia, inflación, lo cual debe ocupar el tiempo del mandatario porque por eso votaron los que lo llevaron al poder, en otras palabras, trabajar por la nación, evitando comentarios que no abonan nada a la ya maltratada política que lleva a cabo; o su actuar será acaso una estrategia para desviar la atención de los problemas que vivimos los mexicanos. En cualquier caso, no debemos permitir que esto siga pasando en nuestro país, se acerca un año clave, ya que en 2024 habrá elecciones y estamos a tiempo de tomar decisiones que ayuden a corregir el rumbo de México.
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