Fue Thomas Hobbes, filósofo inglés que vivió de 1588-1679, casi al final del absolutismo medieval, el que advirtió que el hombre por naturaleza no es pacífico, sino más bien un lobo para el hombre.
Pero si la humanidad no tuviera capacidad para razonar se asemejaría a los animales que pelean por instinto de supervivencia, sin embargo, el desarrollo del pensamiento científico de la especie humana ha dado claridad y explicación a tales cuestiones.
Muchos seguramente se preguntarán, como Olmo Fierros Peraza: “el saber que no todos somos así, que hay personas que no se mueven guiadas por diversos intereses, sino que ayudan porque creen que es lo correcto, personas que valoran otras cosas por encima de sus bienes y sus ganancias, gente que se respeta a sí misma y respeta a los demás. Me hace pensar que tal vez no esté en nuestra naturaleza comportarnos de manera egoísta y que esa afirmación es una burda excusa para eximir de responsabilidades nuestros propios actos. Me entristece oír a la gente decir que esas personas de las que hablo son muy pocas, contadas con los dedos de una mano. ¿Llegará algún día en el que las personas egoístas e interesadas sean muy pocas, contadas con los dedos de una mano, el día en el que esta situación se invierta?”
Jean-Jacques Rousseau (Ginebra 1712-1778) uno de los filósofos de la ilustración, pensaba que el hombre es bueno por naturaleza y que es la sociedad la que lo corrompe. Una sociedad, principalmente capitalista, en la que cada individuo lucha por mantener sus privilegios y posesiones. Se trata de una sociedad en la que se enseña a las personas desde muy pequeñas a competir para obtener lo máximo posible, sin un objetivo claro más que el de acumular riquezas y privilegios.
Tal como reza la teoría económica del libre mercado, que en un primer momento elimina en la competencia los capitales más débiles, pero ya en la fase superior de la economía capitalista, ya no hay competencia, superada la contradicción, ahora con la globalización tenemos la acumulación de la riqueza en unas cuantas manos, el monopolio y, por otro lado, la gran masa de desposeídos.
Muchos analistas serios dicen que el de establecer el afán de poseer propiedades privadas y delimitar las posesiones de cada uno son elementos claves en la degeneración del hombre en un ser egoísta.
Gracias a Carlos Marx (Alemania 1818-1883) el mundo tiene ahora conocimiento científico de las sociedades y de su historia, antes de él la humanidad no conocía el mecanismo de funcionamiento de las sociedades. Hoy sabemos que la forma de pensar y actuar del ser humano está determinada en última instancia por una base económica, la estructura. El modelo económico actual la relación es entre compradores y vendedores, aquí los trabajadores no tienen más que su fuerza de trabajo para vivir, la única mercancía que crea más valor. Las relaciones sociales de producción entre trabajadores directos y dueños del capital, genera individuos oportunistas, calculadores, reflejo de las clases adineradas pues así conviene a sus intereses, guerra entre todos para sobrevivir, los acaudalados para seguir acumulando y los pobres para pasar el día.
Podemos decir que la principal causante del egoísmo humano no es su naturaleza, sino más bien el modelo económico imperante en la sociedad. Esta sociedad que supuestamente premia a los que se esfuerzan y castiga, con dureza, a los que no, lo único que ha creado es cada vez más desigualdad y genera la descomposición en todos los ámbitos de la vida con tal de alcanzar su propósito que va en contra del interés común. Allí la tarea pendiente de los pueblos, de los perjudicados del sistema para forjar una sociedad mejor, más humana que es perfectamente posible como lo demuestra el Partido comunista chino.
Puesto que los individuos ruines que, a sabiendas de la pobreza y necesidad del pueblo, lo engañan y se aprovechan para sacar provecho. La mayoría de los hombres y las mujeres que gobiernan hoy nuestro país están formados con esa mentalidad burgués por eso las cosas no cambian en beneficio para las mayorías porque tampoco saben hacerlo.
AMLO y su 4T, los que se decían puros e incorruptibles, le mintieron al pueblo en 2018, pues la población no se detuvo a analizar y conocer la verdadera intención, ahora están mostrando que pecan de lo mismo que criticaron, están repletos de avaricia.
Estaban David Rodríguez en el periódico Eme Equis publicó el pasado 29 de marzo 2022. “Mansiones 4T. Los 15 refugio de la elite obradorista” “Una de las propiedades bien podría caber un municipio”. Palacetes citadinos, fincas de descanso, playas privadas, ranchos en la patria chica, quintas provincianas, reservas tropicales privadas, plantaciones fortificadas, pisos y mansiones en Houston, Nueva York y París, figuran en las propiedades de la casta política que llegó al poder al grito de “primero los pobres” o “no puede haber gobierno rico con un pueblo pobre.”
¿Qué le parece amable lector? Mientras, por otro lado, han agravado la suerte de los mexicanos con más pobreza, inseguridad, falta de empleo, salud, servicios y obras para una vida digna. Dividen a los mexicanos y como en la santa inquisición persiguen a sus críticos.
Es necesario que analicemos la realidad objetivamente y nos dispongamos a cambiarla por una vida mejor para todos, señalando las acciones incorrectas del gobierno y organizarnos. Es la invitación que nos hace el Movimiento Antorchista.
No hay otro camino si queremos edificar un país mejor para nuestros hijos. Antorcha impulsa el arte y el deporte porque son las armas que hacen que el hombre sea más sensible, solidario con sus semejantes, un hombre menos egoísta y más esforzado para construir una sociedad prospera económicamente en beneficio de todos.
Con la edición 21 de la Espartaqueada Cultural Nacional que está llevando a cabo de manera virtual la Comisión Nacional Cultural del Movimiento Antorchista, hago la invitación a todos los que gusten apreciar la participación ejemplar y de calidad de los artistas del pueblo que impulsa la organización con los niños, jóvenes, campesinos, colonos, obreros y profesionales, del 2 al 9 de abril a partir de las 8.00 de la tarde.
Sólo así algún día la humanidad podrá ver a sus hijos no como competidores sino como hermanos para ayudar a forjar una patria rica y justa para todos. Es esta la sociedad por la que trabajamos diario los Antorchistas.
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