Recientemente la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó un estudio titulado “La respuesta de México al Covid-19. Un caso de estudio”, el documento fue desarrollado por la Universidad de California en San Francisco (UCSF), donde se señala que, cuando menos, 190 mil muertes pudieron evitarse en el país durante la pandemia, sí el gobierno la hubiera atendido de mejor manera.
El documento reseña de manera demoledora como la falta de liderazgo político, entre otros factores, condujo al país a un fracaso en su respuesta a la pandemia en comparación con otros países. Mediante la excesiva concentración de autoridad y capacidad para tomar decisiones, la insuficiente deliberación, el divorcio de la evidencia científica y la politización de aspectos técnicos de la evaluación de riesgo, el Gobierno federal contribuyó a causar las muertes.
En el informe se señala también, que las muertes no se debían únicamente a la pandemia sino también a otras enfermedades que no tuvieron atención durante la pandemia, debido a la reconversión hospitalaria que impuso el gobierno para la atención de la covid-19. Según el reporte, las cifras oficiales de las autoridades del país, se reporta un exceso de 326 mil muertes en el 2020.
Con estas cifras, México es el tercer país del mundo con más decesos, solo por detrás de Estados Unidos y Brasil. “La falta de una comunicación clara, prudente y correcta sobre el nivel real de riesgo y cómo actuar al contraer la enfermedad ha contribuido al impacto desbastador de la pandemia. Los líderes (Gobierno federal) no han enviado un mensaje correcto y coherente, ni han reforzado las pautas de salud pública a través de su propio comportamiento”, sostiene el documento.
Los expertos señalaron, además, que el Gobierno federal, no reaccionó a tiempo ante la situación que se presentaba en Asia y Europa y desestimaron desde un inicio la gravedad de la enfermedad. “México es uno de los países que menos ha gastado en fondos públicos para apoyar la respuesta de salud pública y permitir que la comunidad cumpla con las directivas de salud”.
En lo que se refiere a la vacunación, señala que, aunque el grupo de asesoramiento técnico del gobierno recomendó priorizar a los trabajadores de la salud, las autoridades federales han desviado este plan, dando prioridad a los servidores de la nación y a gente allegada al morenismo, sin importarles que al día de hoy sigan las protestas de médicos y enfermeras que siguen exigiendo que se les vacune, además de observarse demasiada lentitud en la aplicación de las vacunas a la población, todo por no tomar en cuenta la experiencia del Consejo Nacional de Vacunación y por dejar de lado la ayuda que pudieran brindar los gobiernos estatales y la propia sociedad civil.
Y para colmo, de acuerdo con la última actualización de la Política Nacional de Vacunación contra covid-19, se atrasará un mes más la vacunación de los grupos menores a 60 años. Fallaron en diciembre, fallaron en enero, febrero, marzo y ahora también en abril y todavía tienen el descaro de gritar a los cuatro vientos “cumplimos con el plan”.
Pero las mentiras han ido todavía más lejos. Mientras López Obrador señala que no tenemos problemas mayores y que todo está bajo control: la inflación anual al cierre de marzo fue de 4.67%, lo que significa que se rompió la barrera de la meta inflacionaria del Banco de México que es de 3% anual; en poco más de dos años el gobierno ha contratado 3 mil 855 millones de dólares de crédito con el Banco Mundial, esto es 65% de lo que se endeudo en seis años el gobierno anterior; el costo de la luz a los hogares más pobres tuvo un incremento de diciembre a abril del 8.6%; la gasolina magna ha aumentado 11.90%, mucho más que la inflación y la Premium, peor, 15.61% más; el gas doméstico sólo en marzo subió 5.21%.
Y por si faltara otra mentira más: a diferencia de lo que presumen, Morena no renunció a un solo peso de su presupuesto para comprar las vacunas contra la covid-19 y a pesar de ello sus candidatos lo usan como bandera política para pretender volver a engañar a sus posibles votantes.
No podemos ni debemos permitir que esto y muchas cosas más que vienen sucediendo en el país, provoquen más muertes de mexicanos y que nuestra nación se encamine no sólo a un desastre en materia de salud, sino también a un desastre social. La solución está en nuestras manos, en las próximas elecciones no se debe votar por Morena, ha llegado el momento de empezar a deshacernos de este cáncer que sólo ha traído dolor y sufrimiento a los mexicanos y nos convenzámonos de que el verdadero cambio solo lo lograremos cuando la mayor parte del pueblo se organice y tome las riendas del país en sus manos.
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