MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Ante la crisis de agua en México, un plan hídrico nacional

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Buen día a todos los compañeros que pueden leernos por las redes; los saludo deseando que estos días que transcurrieron hayan sido suficientes para seguir con nuestras actividades y para tomar con mayores y mejores ánimos.

Permítaseme entonces, comenzar con el tema en cuestión; algo de lo que hemos hablado con anterioridad y que es, precisamente, su vigencia e importancia lo que sigue haciendo tan necesario tratarlo.

En la mitad de los municipios de Chiapas hay problemas en la red de suministro, y sólo en nueve de 124 se tratan las aguas residuales.

La falta de agua en nuestro estado sigue afectando a las familias no sólo de la capital, donde se dice que se han reducido las fuentes primarias del agua y donde se ha vuelto más complicado transportar con pipas. Parece mentira, pero siendo nuestro estado tan rico y con tanta biodiversidad, se le priva del agua a sus habitantes.

La palabra oxímoron, según la Real Academia de la Lengua Española, atiende a dos conceptos que son contrarios, pero que se unen en una sola frase, por ejemplo: un instante eterno, luminosa oscuridad, triste alegría, etcétera.

Estos ejemplos son utilizados, sobre todo por los grandes diestros de la literatura para poder representar en bellas palabras su sentir; sin embargo, hoy, parece que vivimos un oxímoron al hablar de Chiapas y agua, pues son dos conceptos que cada vez se vuelven más antagónicos.

Chiapas abastece al 30 % del agua al país entero. Una alta pluviosidad (unos mil milímetros de media anual), cinco lagunas y 47 ríos, entre ellos el Grijalva y el Usumacinta; dos de los más caudalosos del país, le dan una disponibilidad de aguas superficiales de 92 mil hectómetros cúbicos. 

Además, según la Comisión Nacional del Agua (Conagua), la reserva de agua subterránea de Chiapas es una de las diez mayores del mundo. Sin embargo, la seguridad hídrica de sus habitantes no está acorde con esta riqueza natural.

Ahora bien, según el estudio del Comité Estatal de Información Estadística y Geográfica de Chiapas, en 2022, el estado tuvo el mayor porcentaje de población en condición de pobreza de México: el 67.4 % (unos 3.8 millones de personas), las dos terceras partes de su población.

Chiapas es pobre, y esta pobreza se traslada al acceso al agua. Según el Censo de Población y Vivienda 2020 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), casi 700 mil chiapanecos aún no tienen acceso directo al agua potable en forma suficiente, aceptable y asequible.

En la mitad de los municipios hay problemas en la red de suministro, especialmente en las zonas rurales, y solamente en nueve municipios de los 124 del estado se tratan las aguas residuales, por lo que es frecuente la contaminación de las fuentes de abastecimiento.

En la actualidad, no son sólo las zonas más alejadas a la capital sino las colonias que forman parte, precisamente de esta, las que sucumben ante la escasez.

Es pues, la infraestructura social, insuficiente como para poder abastecer con saciedad y frecuencia estas necesidades y más aún, cuando las temperaturas en la capital sobrepasan los 40 grados centígrados. Se vuelve, por tanto, urgente el tratamiento de estas necesidades ya no sólo como un asunto de urgencia, sino de vitalidad. Esto sin olvidar que en las zonas más alejadas, sobre todo en las indígenas, es casi imposible hacer que llegue de otra forma el agua que no sea el transporte a través de cubetas desde los cuerpos naturales que presta la tierra.

Compañeros, el Movimiento Antorchista en Chiapas, el pasado 3 de abril, se sumó a las manifestaciones que a nivel nacional realizó la organización exigiendo una solución al problema hídrico y la falta de infraestructura social para hacer que todos los chiapanecos tengan disponibilidad de agua, sin importar cuál sea el municipio.

Con cubetas vacías, pancartas, consignas y con un magno programa cultural como todo lo que celebra Antorcha, se realizó una cadena humana en la capital del estado en donde se denunció la escasez que sufren no sólo los chiapanecos, sino todo el país.

La privatización de los cuerpos de agua para las grandes industrias ha golpeado fuertemente el acceso a este recurso en los distintos estados del país; su consumo es mayor a cualquiera que una familia promedio pudiese realizar en varios años.

A la par, el grave daño ambiental que también ha sido provocado por esta enorme industria ha inducido a más escasez, sin contar con la sobreexplotación y daños al medio ambiente.

Por ello, es importante reflexionar, y tenemos que aprender a confiar más en nuestras propias fuerzas, en nuestra propia capacidad para enfrentar y resolver cualquier problema, cualquier dificultad que se nos presente, siempre y cuando luchemos unidos y organizados todos los que somos y nos sentimos pueblo, pueblo humilde y trabajador, que suda todo lo que come, lo que viste y lo que tiene.

Pensemos y estemos seguros siempre de que la poderosa fuerza de nuestra unidad y solidaridad basta para encontrar las soluciones definitivas y la ayuda indispensable para combatir la escasez de agua y la sequía extrema en otros estados.

Si el pueblo aprende a pensar bien y a organizarse, aunque sea obligado por el látigo de la desgracia, hallará al fin la salida del laberinto de pobreza, enfermedad, violencia y marginación en el que hoy se encuentra nuestro país.

Excelente semana; gracias.

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