• Toda lucha es por el poder político; el pueblo tiene el derecho legítimo de gobernar el país
Chimalhuacán, EdoMéx.- Con la presencia de más de 15 mil asistentes de las diferentes colonias, barrios y pueblos de Chimalhuacán, que desde temprana hora ingresaron al Estadio de Futbol “La joven guardia” de la Escuela Normal de la localidad, se llevó a cabo la celebración por los treinta y seis años de trabajo del Movimiento Antorchista en el municipio, evento que contó con la presencia del dirigente nacional antorchista, Aquiles Córdova Morán, quien estuvo acompañado por integrantes de la Dirección nacional de la organización. En el evento, los antorchistas refrendaron el compromiso de unidad y lucha a favor de los pobres de México.
En las palabras de bienvenida al evento, el dirigente local, Telésforo García Carreón señaló que el Proyecto Nuevo Chimalhuacán, con Antorcha a la cabeza, y cuyos lideres estuvieron presentes, hizo muchas cosas por los chimalhuacanos, resultados de los que “todos estamos profundamente orgullosos”. Sin embargo, agregó, “la historia y la realidad han demostrado que no basta con obtener el poder público en una localidad y hacer las cosas bien, sino que, además de las gestiones y construcción de obra pública, que beneficiaa directamente a una población particular del municipio, no se debe perder de vista que la lucha se debe desarrollar a nivel nacional, hasta lograr un reparto más justo de la riqueza con todos los que la crean, con los que producen todo lo que los mexicanos necesitamos y que muy pocos disfrutan”.
Por su parte, el dirigente estatal del Movimiento Antorchista en el Estado de México, Brasil Acosta Peña, señaló que “hay un reconocimiento generalizado por parte de la población de la obra y avance que tuvo Chimalhuacán en poco más de dos décadas y que ese reconocimiento coincide en que es fruto del trabajo de los antorchistas, de los Mártires y de todos los que han trabajado por el bien de los habitantes”.
No obstante, indicó, “el resultado de las recientes elecciones no refleja el verdadero sentir de los habitantes, ya que estuvo presente la amenaza desde el poder política actual: la gente tuvo miedo de perder su tarjeta de pensión o beca y de perder los programas sociales; esos “servidores” le decían a la gente que “si no votaba como indicaban los siervos de la nación, entonces le quitaban todo apoyo de Morena”.
Por ello, el dirigente del antorchismo mexiquense señaló que “la multitud congregada en el evento, representa la conciencia del movimiento y una muestra de la vitalidad del proyecto social iniciado hace treinta y seis años con la llegada de Antorcha a Chimalhuacán”.
Señaló que el evento, además de recordar a los 10 Mártires asesinados el 18 de agosto de 2010, “nos unifica porque representa una doble celebración: los 36 años de Antorcha en Chimalhuacán y los cincuenta años de existencia en todo México de esta organización social”. Este evento, agregó, “es una muestra de que Antorcha sigue viva, pues, a pesar de todos los intentos del gobierno federal por acabar con Antorcha, no pudo hacerlo, además de que Morena tampoco resolvió los problemas a los que se había comprometido”.
Al final de su intervención, Acosta Peña realizó un llamado a los antorchistas ahí reunidos para que “fortalezcan la unidad y a seguir organizados porque la organización popular, dijo, es la única alternativa para resolver los problemas de sus comunidades y del país”.
En todo momento, los 15 mil asistentes mantuvieron el orden, agitaron sus banderas, mayoritariamente rojas, corearon consignas y escucharon respetuosamente al líder nacional del antorchismo, Aquiles Córdova Morán, quien, además de felicitarlos y agradecer la cálida bienvenida que le dieron activistas, dirigentes locales y antorchistas, señaló que “es indispensable que los antorchistas de Chimalhuacán, y de todo el país, se den cuenta de que es bueno preocuparse de los problemas que hay en su calle, colonia o municipio, pero que eso no es suficiente porque los problemas particulares no son más que un eslabón de la cadena de problemas que existen a lo largo y ancho del país”.
“Esta enormidad de problemas del pueblo trabajador, añadió, nos lleva de la mano a pensar que la solución de los mismos requiere mucha entrega, trabajo, sudor y, sobre todo, mucho dinero. Y ese dinero y trabajo que requiere la solución de los problemas de todo el país, dentro de los cuales va Chimalhuacán, hace que la gente no se atreva a hablar o a dimensionar correctamente esos problemas, pues muchas veces los problemas verdaderamente importantes de la gente se mantienen en silencio, en secreto, para evitar que la gente los concientice y exija que se resuelvan”.
Córdova Morán reflexionó acerca de los problemas de Chimalhuacán, y de cualquier otro municipio del país: señaló que son parte del problema nacional y que éste no se podrá resolver de manera completa y profunda si no hay un proyecto de gobierno que abarque al país entero, que cuente con el dinero y el poder suficientes para solucionar los graves problemas que sufre el país.
“Si los problemas no se atacan desde la presidencia de la republica, agregó el líder nacional de Antorcha, si no hay un proyecto de país que ponga en primer lugar las necesidades del pueblo trabajador, es porque el pueblo no es quien pone a los gobernantes y, por tanto, éstos no representan los intereses del pueblo”.
“Si la gente quiere que el gobierno se avoque a resolver los problemas y saque a la gente de la ignorancia, la insalubridad, la falta de educación y violencia, es necesario que se organizace para poner al presidente de la república, que éste salga de las entrañas del pueblo trabajador, si no lo hacemos así, las cosas seguirán igual. Por ello, invitó a todos los presentes a reflexionar sobre la necesidad de la toma del poder político, proceso en el cual, el Movimiento Antorchista tiene un gran papel que desempeñar”.
El evento estuvo engalanado por bailarines, declamadores y cantantes integrantes de los grupos culturales que a lo largo de los años ha fomentado el Movimiento Antorchista. Con su arte y gran energía, los jóvenes transmitieron alegría y entusiasmo a los miles de antorchistas a través de las polkas norteñas y canciones que interpretaron.
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