El hombre desde que se separó del reino animal siempre ha tenido el interés y deseo de conocer lo que le rodea y también de entender lo que es el propio hombre. El hombre siempre se ha preguntado quién es, de dónde viene, a dónde va, por qué existe; y esa capacidad la ha aplicado para resolver esas preguntas, por eso se inventaron las artes que quieren responder todos los cuestionamientos.
El teatro tiene el objetivo de ayudar al hombre a conocerse a sí mismo y conocer al mundo que lo rodea. Es el espejo de la vida; en el escenario lo que vemos es nuestra vida en situaciones dramáticas, alegres, tristes o la vida cotidiana. En el teatro hay que ver no sólo la imagen exterior del hombre, sino también su interior, lo que hay dentro de él.
Antorcha ha promulgado por el fomento a las bellas artes porque todos los mexicanos tengan acceso a la práctica artística, que harán que el hombre poco a poco vaya transformándose y elevando sus pensamientos y sentimientos, por lo tanto lo conviertan en un mejor hombre, más humano, más creativo y solidario, en fin, un hombre nuevo en toda la extensión de la palabra.
Antorcha no está de acuerdo en un teatro ligero y vacío porque no va al fondo. Los grandes dramaturgos no se conforman con hacer del teatro un espejo, sino hacer un análisis del hombre, de su sociedad y ver lo profundo de la sociedad; el teatro que debe ver el pueblo es de profundidad y analítico porque sólo así lo va a educar y a transformar.
El teatro no sólo puede reflejar la corrupción, el abuso de poder, prostitución, miseria, en fin todos los problemas existentes que hacen la vida de los hombres muy miserables; el verdadero teatro aborda desde muchos ángulos la problemática del hombre que están ligados. El verdadero teatro educa y hace mejores a los hombres y mujeres; los hace más sensibles, más humanos y solidarios y los hace respetuosos de la vida y de la humanidad.
El teatro antorchista quiere curar al hombre de lo que dice el sistema para que no se convierta en delincuente, para que analice el sistema de cosas y renazca la idea de que este mundo es injusto. Pues unos cuantos se han apoderado de las grandes riquezas y las multitudes paseen pobreza y viven en el desamparo, y con la culpa de haber creído en la huecas palabras de los que ahora ostentan el poder quiénes se burlan de haber engañado a las masas para que les dieran su voto.
El Movimiento Antorchista Nacional tiene 48 años de lucha decidida y enérgica para educar y organizar a los más pobres de México porque los que sufren de pobreza son olvidados y marginados por quienes llevan las riendas del país desde el gobierno.
En nuestra diaria batalla, los antorchistas enfrentamos muchos obstáculos, sin embargo, no nos damos por vencidos. Antorcha sabe que además de alimentar la conciencia del individuo, también se debe alimentar su espíritu, con arte y cultura, por eso, desde la fundación de nuestra organización se le ha dado un peso muy importante a la labor cultural entre el pueblo.
Sabemos que educar al pueblo en todos los ámbitos es la tarea fundamental que nos hemos echado a cuestas y que seguiremos realizándola sin claudicar un solo día, porque tenemos plena certeza que tanto el arte como la cultura transforman al individuo y lo vuelven más inteligente, más apto y más sensible, capaz de observar las injusticias que se cometen con los más pobres de nuestra patria.
El próximo 24, 25 y 26 de marzo, el Movimiento Antorchista realizará el XXII Encuentro Nacional de Teatro que tendrá como sede el Centro Cultural Mexiquense, donde seremos testigos de la presentación de varias obras de teatro de grandes dramaturgos.
En esta ocasión, la capital del país participará con la puesta en escena “La fiera del Ajusco”, del autor Hugo Rascón, así como en la categoría semiprofesional se presentará con “Todos podemos”, de la autora Claudia Álvarez.
Desde aquí, felicitó a todos los integrantes de esta compañía de teatro que darán lo mejor de sí para lograr una participación exitosa.
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