Estamos entrando a la fase 3 de la pandemia del SARS-CoV-2, y la Organización Mundial de la Salud (OMS) en México ha declarado que nuestro país "está por vivir el peor momento" "será la prueba de fuego" y con ésta se verá sí México está preparado para evitar que nuestro sistema de salud colapse, en estos momentos, cuando se reportan ya más de mil muertes y el cálculo oficial es de que habrá 8 mil muertes por coronavirus, es difícil saber si será ese el número de muertes, porque el gobierno de la 4T nos está dando información poco confiable, pues se reportan varios casos de muertes por pulmonía atípica, además, ha habido voces que dicen que son más los contagios que llevamos y no se les hace caso.
La Jefa de Gobierno Claudia Sheinbaum anunció el domingo 19 de abril que ya no había cupo para los infectados en los hospitales, en la CDMX y Baja California se ha llegado a un punto de saturación, es decir, que los preparativos que se mencionaron en la "mañanera" por el presidente han quedado rebasados.
A pesar de los intentos de que quede en el olvido: primero. Los recortes que se hicieron por el gobierno de la 4T al sector salud, y las muchas carencias en los hospitales que, desde antes de la llegada de la pandemia, ya nos estaban golpeando: la desaparición del Seguro Popular y el desmantelamiento de clínicas y carencias en los hospitales, recortes de personal y déficit en los hospitales, denunciados por el exdirector del IMSS Germán Martínez Cázares (recordemos su renuncia); segundo. Haber minimizado el peligro y haber hecho recomendaciones religiosas, con estampitas de santos y tréboles de la suerte, dignas de la edad media.
Son varias las protestas y denuncias anónimas sobre todo en el IMSS y el ISSSTE en donde los doctores, las enfermeras, camilleros, personal administrativo y de limpieza, choferes de ambulancias, todos los que atienden a los enfermos por coronavirus, manifiestan que no cuentan con el equipo de protección básico: cubrebocas, guantes, batas, protectores para los ojos, todo lo necesario para no caer en contagio al estar directamente con los enfermos, son los reclamos de los que están en estos momentos en la primera línea en esta batalla contra el virus, a ellos el gobierno los tiene completamente desprotegidos, sin defensa, de la forma más injusta e inhumana.
Ha salido a la luz que mucho del personal de los hospitales se ha infectado y que varios, no se sabe cuántos, han muerto. "están cayendo como moscas" dijo el gobernador de Baja California. Desde que el gobierno en el mes de febrero pasado dio cuenta de la aparición de casos del mal en México, dio indicaciones terminantes a todo el personal del sector salud de ocultar las cifras amenazando con despidos a quienes se saltaran esas órdenes. Pero conforme se reconoció el avance de la pandemia las autoridades consintieron en dar a cuenta gotas algunos datos, a la vez que surgieron las primeras manifestaciones públicas de alarma y descontento del personal en hospitales y clínicas, de los que directamente atendían a los pacientes afectados y muertos.
Algunos medios de comunicación han empezado a hacer eco, a estas protestas, de tan indignante e increíble falla del gobierno federal: ni en hospitales ni en las clínicas se tienen los equipamientos indispensables para que el personal lidie con la pandemia y es un verdadero drama de impotencia de los que a diario arriesgan su salud y vida propia junto a la de sus familias para salvar la salud del pueblo en esta hora lúgubre. Es preocupante que se esté infectando el personal sanitario, porque en la medida en que avance esta fase 3 de la pandemia ¿Quién se hará cargo de los enfermos graves, que necesiten hospitalización y que cada vez van a ser más? Pues hoy, ya se reportan 11,633 mil contagios y más de mil muertes. Así las cosas.
El gobierno de la 4T está fallando, dice tener recurso para salvar la crisis de la pandemia y la crisis económica que será como la cola del cometa que nos dejará el coronavirus, pero ¿en dónde está? Pues se oyen voces por doquier: del personal sanitario exigiendo insumos para protegerse y para atender los enfermos del virus; y de los que viven al día, que son más del 60% de los mexicanos, que piden alimentos, están preocupados por qué ¿conque van a vivir durante la cuarentena?
Todos los mexicanos, y los antorchistas en particular, tenemos el deber de ayudar y apoyar al personal médico en sus demandas de protección, y a todos los mexicanos que viven al día, en su demanda por alimentos, tenemos el deber de exigirle a las autoridades que se atiendan a los que están al pie del cañón en esta guerra contra el virus, y que atiendan a los cientos de miles de familias que claman alimentos.
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