* El panorama afecta no sólo a la población vulnerable sino también al sector turístico
Cancún. La ciudad de Cancún, al norte de Quintana Roo, es uno de los destinos predilectos tanto para mexicanos como para extranjeros por la belleza de sus playas; sin embargo, también es una de las regiones con mayor percepción de inseguridad.
La creciente inseguridad en Quintana Roo ha generado una profunda preocupación en la ciudadanía, consternada por la ola de delincuencia que se está desatando en la zona norte de la entidad.
Según la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) y el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) de 2024, Cancún es la segunda ciudad con mayor percepción de inseguridad, con un 82 % de habitantes que así lo considera, seguida de Acapulco, con un 79 %.
Además, el coordinador estatal del Inegi, Carlos Fernando Novelo Vela, informó que el 77.85 % de los habitantes del municipio de Benito Juárez se siente inseguro, aunque esta cifra representa una reducción del 5 % frente a Chetumal, ciudad donde recientemente se incrementó un 17 %.
La preocupación ha escalado a otro nivel, no sólo entre la población vulnerable que diariamente exige a los tres órdenes de gobierno más seguridad y presupuesto para combatir la delincuencia; este fenómeno social también afecta a otros sectores, especialmente a la industria turística, fundamental para la economía del estado.
“En respuesta a esta situación, las empresas han incrementado sus gastos en seguridad en un 15 % durante los últimos diez años. Este aumento refleja el esfuerzo por proteger tanto sus operaciones como a los visitantes y consumidores”, puntualizó Javier Olvera Silverio, presidente del Consejo Coordinador Empresarial del Caribe.
“La violencia sigue siendo una amenaza latente que pone en riesgo la estabilidad del pueblo en general, son los que más sufren todos los días, pero además afecta gravemente al sector turístico, motor clave de la economía del estado”, agregó Juan Carlos Pool Contreras, vocero del Movimiento Antorchista de Quintana Roo.
Sin embargo, añadió que la pobreza de la población, que afecta a un amplio sector debido a la insuficiencia alimentaria y de bienestar social, genera mayores niveles de inseguridad.
“Ante la falta de empleos seguros y bien remunerados, la insuficiencia alimentaria y otros factores, se ha deteriorado el bienestar social, lo que ha dado paso a problemas como robos, asaltos a mano armada, delincuencia, entre otros; estos son efectos de un sistema injusto cuya causa es la pobreza y la desigual distribución de la riqueza”, sostuvo.
Ante este panorama nada alentador, dijo, el gobierno del estado, aunque el problema de la inseguridad no es exclusivo de Quintana Roo, debe redoblar esfuerzos e implementar medidas serias, así como destinar los recursos suficientes para controlar y disminuir los altos índices de delincuencia e inseguridad que imperan en la entidad.
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