Después de la tercera ola de la pandemia, con la variante Delta que azota al país, en la región de la Meseta Purépecha se han agudizado las muertes, en comunidades como Pichátaro, Tingambato, Nahuatzen, San Isidro, Paracho, Pátzcuaro; todos los días hay defunciones de dos a tres personas por comunidad sin que nadie diga nada, sin que las autoridades de los tres niveles de gobierno hagan algo, o se preocupen por buscar alguna solución al problema, están dejando morir a la gente, les falta valor para atender a la población que es, finalmente, quien los puso en el poder.
Otro factor que aprovechan las autoridades de todos los niveles de gobierno es que debido a las medidas de la sana distancia, los diferentes grupos organizados no han presionado lo suficiente para que tomen medidas, como la inversión para compra medicinas, vacunas, alimentos, oxígeno, o en su caso apoyar ayudar a las familias con menos recursos económico y que tienen enfermos. Sin embargo, creo que la gente se está desesperando, y no descartemos que esto puede traer como consecuencia, estallidos sociales, debido a la impotencia de solventar las necesidades de las diferentes familias de Michoacán y del país que se han visto afectados con tan insensibles gobernantes.
Estamos ante gobiernos incompetentes, ignorantes, insensibles y con poco espíritu de estar del lado del pueblo, sirven a intereses particulares y no están a la altura de las necesidades de las minorías de nuestro país, y de las diferentes regiones de nuestro México, además, su cultura es de poca profundidad, en el caso del gobierno federal, ejemplo son los refranes que dice el presidente de la república: “me canso ganso”, “nos cayó como anillo al dedo”, “abrazos y no balazos”, “primero los pobres”, “no soy tapadera de nadie”, “todos los negocios ilícitos llevan el visto bueno del presidente”, “ni FRENA ni la CNTE detienen al presidente”, “no soy florero de nadie”, “llueva, truene o relampaguee”, “no sólo de pan vive el hombre”, “las escaleras se barren de arriba para abajo”, “yo tengo otros datos”, “sereno moreno”, “no me van a cucar”. Con esa visión atienden los problemas torales de nuestro país, y que a falta de conocimientos que ayuden a sacar al pueblo adelante se va por peteneras.
Estamos ante un sistema neoliberal, aunque diga López Obrador que ya lo decretó muerto, en los hechos lo sigue fortaleciendo con sus políticas de protección a la economía capitalista, al someterse a los intereses del imperialismo yanqui, al servirle de garrote para detener a los migrantes centroamericanos con palo y cárcel violando los derechos humanos de miles de familias, al no resolver los problemas de seguridad social, pues en el último periodo hemos crecido en número de pobres a casi cuatro millones más; la economía va en picada, los salarios no alcanzan para solventar los gastos de la canasta básica, la inseguridad crece en el país y se incrementa en las comunidades por la drogadicción de jóvenes que cada día se suman a la reserva de los grupos delincuenciales; el fracaso del regreso a clases y un largo etcétera.
Al pueblo de México y en especial a los grupos más vulnerables como es el caso de los indígenas de Michoacán, solo les queda un camino, que es la organización, la educción política, para que entiendan que la unidad entre los pobres es posible, así lo han demostrado los grandes cambios sociales del país, como la Independencia de México, la Reforma y la Revolución Mexicana, solo el pueblo unido es capaz de cambiar el rumbo de un país, y hacer historia en beneficio de las grandes mayorías, eso es lo que está pidiendo México a gritos y eso es lo que viene realizando el Movimiento Antorchista en nuestro país, educando y concientizando a los mexicanos y trabajando por un mejor país, eso es lo que les duele a los malos gobernantes, que una organización como Antorcha le abra los ojos al pueblo, que sepa sus derechos y obligaciones y por eso nos atacan pero eso no nos amedrentan, al contrario sabemos que vamos por el camino correcto: como dijo Miguel de Cervantes Saavedra en su obra inmortal Don Quijote de la Mancha: “Si los perros ladran, Sancho, es señal que cabalgamos”.
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