Una vez más, el tiempo que todo lo descubre, y la realidad que ya estamos sufriendo, le da la razón al Movimiento Antorchista Nacional, que desde siempre, sostuvo que, ordenar el retorno a clases presenciales, sin vacuna para los estudiantes y maestros, así como sin insumos suficientes y necesarios, para cumplir con el protocolo indispensable, a fin de salvaguardar la salud de los interfectos, era en la práctica, ordenarles ir a contagiarse, a enfermarse y en muchas ocasiones a morir; era en resumen, ordenar un suicidio colectivo, un crimen, ¡¡Una injusticia total!!
La muerte, es en entre otras cosas, el salto cualitativo de la materia, más brusco, repentino y radical, que a todos nos impacta, aunque en diferente grado y de diferente manera, por eso, cuando nos pasa rozando, nos estremece y desconcierta de modo tal, que muchas veces no hacemos más que, lamentarnos y preguntarnos ¿Por qué?
El licenciado presidente de la República Andrés Manuel López Obrador, juntamente con el Subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, y la Secretaria de Educación Pública, Delfina Gómez Meza, en vez de sumar esfuerzos y capacidades, con prontitud y eficacia, para trasformar la realidad mejorándola, optan por negarla, minimizarla, o simplemente ocultarla, como si con ello pudieran desaparecerla. ¡¡Pero no!!, este tipo de órdenes, de decisiones, que han tenido consecuencias tan funestas, deben pesar como una lápida en su conciencia si es que tienen, o a lo mejor, sabedores de que alguien dijo que, si quieres vivir en este mundo, mates primero tu conciencia, ya lo han hecho desde hace mucho.
La Subsecretaría de Salud informa que los infectados por Covid-19, son alrededor de 60 mil entre niños y jóvenes y más de 600 han fallecido, pero nosotros que estamos en contacto con la realidad día con día, sabemos que la cantidad es mucho mayor.
Y el pueblo trabajador también lo sabe, porque lo ve; lo siente porque lo vive; pero se desconcierta, porque no sabe qué hacer, y piensa: ¿y ahora, que hago?¿Mando o no a mis hijos a la escuela?; Pero esta no es la disyuntiva, así no está bien planteado el problema. El problema es: ¿mando a mis hijos a la escuela, sin vacunas, sin poder cubrir el protocolo mínimo de seguridad, indefensos, a pecho descubierto?; pues quiero y debo mandar a la escuela a mis hijos para que se eduquen; o los mando pero debidamente protegidos, vacunados, con insumos suficientes para la desinfección, con agua corriente en sus escuelas, con sanitarios funcionales y funcionando, es decir con todas las condiciones para que puedan estudiar, prepararse y asegurarse de salir al final con vida; porque un muerto, aunque se haya educado, ya no nos sería de utilidad y cualquier padre preferiría un hijo ignorante vivo, que un hijo educado muerto.
Huelga decir que todos los padres optaríamos por esta segunda alternativa, que es la correcta y la deseable, pero que lamentablemente no la tenemos porque, nunca nuestro gobierno se dedicó a hacer un plan serio, meditado, con recursos suficientes para aplicarlo, surgido de un equipo de científicos, y con experiencias útiles de otros países que enfrentan el mismo problema. Pero nada de eso se ha hecho, todo se ha dejado a la iniciativa de los maestros y de los padres de familia, las autoridades solo se han dedicado a ordenar; y las consecuencias las tenemos a la vista.
El Movimiento Antorchista Nacional, ha insistido sobre esta necesidad (la del plan) desde hace tiempo; de manera más evidente y destacada a través de la FNERRR, pero los reclamos no han sido escuchados porque este gobierno tampoco nos ve, ni nos oye. Se hace... necesario, que más y más gente se sume, se organice y luche, para la defensa cierta y segura de sus intereses vitales. Nuestro pueblo debe saber y creer que, Antorcha es buena, sabe lo que el pueblo necesita y lo mejor es que, tiene la decisión y las ganas de luchar para conseguirlo. Por esto y por otras muchas razones, invitamos al pueblo trabajador a que se una, trabaje y luche con el Movimiento Antorchista Nacional, que tenga fe y confianza en sí mismo, porque como lo dijo Neruda, "Aunque no lo crean, ganaremos, los más sencillos, ganaremos".
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