Las arbitrariedades del Gobierno de la Cuarta Transformación están a la orden del día, sin importar a quienes ni a cuantos afecten porque las cosas se hacen con la ideología del como digo yo y punto; es decir, de manera autoritaria.
Esto es lo que sucede con la Secretaría de Educación Pública (SEP), institución que no defiende a la educación en México, por el contrario, prefiere estar al servicio de quienes tienen el poder y hacen de la educación lo que les venga en gana, el más claro ejemplo es la eliminación del Programa Escuelas de Tiempo Completo (PETC).
Para la cancelación de las ETC solo bastó el señalamiento público, como si realmente ahí se concentrará la verdadera corrupción, y con arbitrariedad fueron eliminadas por el simple hecho de declarar que en el proceso de funcionamiento existía supuesta corrupción.
Como siempre, los actores de la Cuarta Transformación, sin comprobar las acusaciones, ni mostrar más datos y documentos que avalen sus dichos suspendieron de tajo el PETC, tal como lo hicieron con otros programas de asistencia social.
Esto fue así, sin que la SEP metiera las manos, aun con el conocimiento de que la eliminación de este programa afecta a 3.6 millones de estudiantes en todo el país, que son hijos de padres trabajadores y que cursan sus estudios en escuelas de zonas rurales donde se les ofrecía alimento, además que el PETC servía para dejar a los niños al cuidado de los maestros, mientras los padres se ocupan de trabajar para sostener a sus familias.
Esta acción es reprobable porque la SEP conoce los datos de primera mano sobre las deserciones escolares, el retroceso y la baja calidad educativa que impera en la mayor parte del país, estos problemas siempre los ha sufrido la educación mexicana, además de los bajos niveles de aprendizaje y el nulo aprovechamiento que dejó la fallida modalidad de las clases en línea durante la pandemia.
Más lamentable aún, Delfina Gómez, titular de la SEP, se suma al discurso mentiroso y difamador que hace el Gobierno federal desde la voz del presidente Andrés Manuel López Obrador, y juntos se lanzan a concretar un golpe más a la educación mexicana al aprobar la eliminación del programa que otorgaba alimentos en las escuelas y un horario más amplio de clases que beneficiaba a los padres de familia, y ahora los deja sin opción.
Con toda esta explicación, es necesario recordar que México se ha caracterizado como uno de los países donde más desigualdad existe, y con esto un alto grado de pobreza, lo que afecta a millones de mexicanos que no tienen las mismas condiciones educativas. Con esto, el Gobierno federal asesta un golpe más a la educación.
Los estudiantes ya no podrán tener las condiciones necesarias para seguir con sus estudios y quienes asistían a las ETC, como una oportunidad, hoy ya no tendrán la posibilidad, lo que afecta severamente el desarrollo tecnológico, teórico y cultural del país.
En Tamaulipas son poco más de 800 escuelas que se beneficiaban con el programa de ETC; para evitar más afectaciones una vez que el Gobierno federal canceló el programa, el Gobierno local determinó apoyar ese beneficio para no desamparar a los estudiantes, pero hay que tomar en cuenta que este recurso ya no se destinara a otros rubros como antes se hacía.
Por si esto no fuera poco, los problemas se agudizan, entre ellos el aumento de la deserción escolar, la inseguridad, la corrupción, los problemas sociales, todo esto producto de la falta de educación y la falta de condiciones materiales.
Estas arbitrariedades las han denunciado de manera pacífica los estudiantes de la Federación Nacional de Estudiantes Revolucionario Rafael Ramírez (FNERRR), quienes han manifestado lo atroz que significa para la educación la eliminación de las ETC. Nos sumamos a la denuncia pública en contra de la eliminación del referido programa y al mismo tiempo hacemos la invitación a todos los estudiantes a declararse en contra de estos actos, pues hoy son ellos, mañana quién sabe.
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