Los presidentes municipales de Tecomatlán, Huitzilan de Serdán, Ocoyucan, Tepexi de Rodríguez, Cañada Morelos y Atexcal, Araceli García Carrión, Josué Elías Velázquez Bonilla, Rosendo Morales Sánchez, Lisandro Campos Córdova, María de Lourdes Carrera y Juan Luna Luna, respectivamente, trabajan bajo un proyecto de desarrollo que busca atender las necesidades más apremiantes de la población, bajo la administración transparente y correcta de los recursos públicos, teniendo como beneficiarias a las familias humildes y los diferentes sectores de la población.
Es importante destacar el trabajo de estas administraciones, porque están encabezadas por líderes antorchistas que no solo ahora como alcaldes realizan trabajo en beneficio de su municipio, sino porque son activistas del pueblo organizado desde hace muchos años y conocen sus comunidades, las necesidades y los problemas a los que todos los días enfrentan; esto ha permitido realizar trabajos que rindan frutos y se materialicen en mejores condiciones de vida y detonar o mantener el progreso de los pueblos, a pesar de vicisitudes por la política estatal y federal, que se ha olvidado de los pueblos al negarles una mayor inversión en obras y servicios y, que en muchos casos, hasta ha recortado sus recursos.
Los seis presidentes antorchistas han dado resultados en salud, educación, infraestructura, deporte, cultura y atención en los servicios administrativos, fruto de la labor colectiva tanto de sus equipos de trabajo como de la ciudadanía, de la permanente comunicación y cercanía con la población, para poder dar prioridad a los trabajos que requieren mayor atención.
En Tecomatlán, Araceli García Carrión ha destacado a su administración por la aplicación de recursos para 21 obras y acciones, como la electrificación y alumbrado público con paneles solares en Xantloxtla, Isla La Paz, Tempexquixtle y Tecomatlán; cuatro pavimentaciones con concreto hidráulico en San Miguel de Lozano, Quicayán, Independencia y Olomatlán; dos obras de rehabilitación de los sistemas de agua potable en las comunidades de La unión y Tezoquipan, así como la segunda etapa de la red de drenaje sanitario en la Localidad de Mixquiapan.
En Huitzilan de Serdán, bajo la administración del profesor Josué, se materializaron en una inversión superior a los 126.6 millones de pesos, 57 acciones de obra pública para la cabecera y sus comunidades, entre ellas ocho pavimentos con concreto hidráulico, diez andadores y la rehabilitación de seis caminos.
Ocoyucan, con Rosendo Morales a la cabeza, por mencionar algunos de los resultados, se han realizado diecinueve obras de pavimentación con un total de 21 mil 140 metros cuadrados, once obras de ampliación de red de drenaje y alcantarillado sanitario para diferentes localidades, así como la ampliación de mil 670 metros lineales de nueva red de energía eléctrica.
En Tepexi de Rodríguez, bajo la dirección del licenciado Lisandro, se logró una inversión superior a los 121 millones de pesos para 70 acciones en obras y ampliación de servicios básicos: pavimentaciones, adoquinamientos, rehabilitación de espacios públicos, ampliación de servicios básicos como alcantarillado y luz eléctrica, la construcción de aulas y, sobre todo, en obras que atienden la necesidad de garantizar el servicio de agua potable a la población, como la perforación de pozos profundos de agua entubada.
Para Cañada Morelos, municipio que ha cambiado su rostro gracias a la administración de la alcaldesa María de Lourdes Carrera Carrera, la seguridad fue un área prioritaria en los trabajos realizados, sobre todo por la ubicación en la que se encuentra.
Tras aplicar una serie de acciones para reforzar y fortalecer la seguridad, se logró mantener un bajo índice delictivo dentro de las comunidades, sobre carretera y nulo robo al tren. Para ello se han creado estrategias de vigilancia, parte de las cuales es la adquisición de trece videocámaras de vigilancia para seguridad pública, que permitirá monitorear sectores estratégicos de la cabecera municipal y sobre carretera federal y estatal.
Hay un verdadero contraste entre la política federal de la 4T y el trabajo que realizan los ayuntamientos antorchistas, que a pesar de recibir recursos escasos, entregan resultados desde hace décadas.
Además hubo una importante inversión en obras de adoquinamiento, ampliación de servicios básicos como alcantarillado, energía eléctrica y agua potable.
En Atexcal, donde la administración es encabezada por Juan Luna, se mantuvo el desarrollo gracias a la aplicación de acciones que beneficiaron a las diez comunidades y la cabecera municipal, como obras de adoquinamiento y programas municipales en apoyo a la economía de las familias, como fue la venta de productos de la canasta básica, que beneficiaron a más del 80 % de la población.
Se destaca el trabajo de las administraciones antorchistas, porque sus resultados están a la vista de todos, son palpables y, sobre todo, son verdaderamente un logro considerando el poco recurso de su erario, lo que refleja la ardua labor de las administraciones, para mantener el desarrollo en los pueblos.
Se menciona esto porque, si se compara el uso que las administraciones antorchistas le dan a los recursos públicos para llevar obras y servicios a las familias humildes, con la política federal de la 4T, hay un abismo que muestra los intereses que defiende cada gobierno.
Mientras las administraciones antorchistas están preocupadas por mejorar la infraestructura de los caminos, de los espacios públicos, por atender la salud, la educación de sus pobladores, a nivel federal se puede observar que la política tiene como prioridad la construcción de obras insignia y el clientelismo político a través de los programas sociales, que lejos de terminar con la pobreza y la desigualdad, han sumado ya a más de 93 millones de pobres en México, según el investigador del Colegio de México, Julio Boltvinik.
De ahí la millonaria inversión, por ejemplo, de la Refinería Dos Bocas, que pasó de 47 mil 200 millones de pesos a 153 mil 600 millones, o la construcción del Tren Maya, que se elevó de 63 mil millones de pesos a más de 95 mil millones.
Se trata de obras emblemáticas de la “cuarta transformación” a las que, incluso, la Auditoría Superior de la Federación (ASF) detectó irregularidades por pagos en exceso hasta por mil 229 millones de pesos.
Hay un verdadero contraste entre la política federal de la 4T y el trabajo que realizan los ayuntamientos antorchistas, que a pesar de recibir recursos escasos en comparación con las grandes necesidades que presentan, y en los que hay poca o nula inversión federal, se han dado a la tarea de trabajar para mantener el desarrollo que los ha convertido en ejemplo de progreso en sus regiones, desde hace décadas o desde hace algunos años.
Las administraciones antorchistas son ejemplo de la correcta administración de los recursos en beneficio de la población, del cambio de rostro de municipios abandonados a uno donde florece una vida más próspera; sobre todo, con sus acciones y resultados, muestran los intereses que defienden: los del pueblo trabajador.
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