Desde las elecciones del 2018 se notó la ambición de Barbosa de llegar a ocupar el lugar como gobernador de Puebla, pensó que, como en esas elecciones la ola lopezobradorista y el morenismo era muy fuerte, le iba a ser fácil poder llegar al poder. Pero él no corrió con la misma suerte que otros morenistas, desde ahí se la pasó atacando a la gobernadora electa, Martha Érika Alonso. él aseguraba que fue un fraude electoral y que le habían robado la gubernatura, meses después en un terrible accidente perdió la vida la gobernadora junto con su esposo. Ante esto, se tuvieron que realizar nuevamente elecciones y en esta ocasión al no tener un rival más fuerte, terminó siendo el ganador, al fin había logrado lo que tanto ambicionaba; cuando ya tuvo el poder en sus manos hasta se atrevió a burlarse de la muerte de Martha Érika y afirmó que era castigo de Dios por haberle robado la gubernatura, desde ahí mostraba lo inhumano y egoísta que es.
El estado ha tenido que atravesar por momentos muy difíciles por el mal gobierno del Barbosa; la pobreza, el desempleo y la inseguridad han aumentado de una manera muy preocupante en Puebla; ha dejado en el olvido a la educación y al sector salud, sobre todo en este tiempo de pandemia donde esos sectores necesitan de recursos para poder combatir esta terrible situación, pero claramente se ve que es en lo que menos se preocupa nuestro flamante gobernador, lo único que le preocupa es tener el poder de todo el estado sin importarle el bienestar de sus gobernados; ha buscado pleito con Alfonso Esparza, rector de la BUAP, con rectores de las escuelas privadas, con organizaciones políticas y sociales, con medios de comunicación y hasta con Claudia Rivera Vivanco, presidenta de capital poblana, quien además también es de Morena. Pareciera que quiere someter a Puebla en una dictadura donde solo él pueda ordenar y todos deban acatarse a sus decisiones, aún si estas solo nos lleven a la destrucción total, pero a pesar de que se ha empeñado en realizar todo lo posible para poder lograrlo, esto no le ha sido tan fácil.
Todas sus malas decisiones lo han llevado a que los poblanos no confíen en él, a que sea uno de los gobernadores con menos aprobación, a que sea calificado como el peor gobernador de todo el país: es en lo único que ha destacado durante todo su mandato. En una encuesta realizada por Arias Consultores solo uno de cada diez poblanos encuestados aprueba el Gobierno de Barbosa, es claro que los poblanos no estamos de acuerdo con que deje olvidadas las demandas más sentidas del pueblo humilde.
La pandemia ha afectado demasiado a los poblanos, se han perdidos cientos de empleos, con algunas de las medidas que de manera tardía ha tomado, como el cerrar establecimiento o poner límites a los horarios de circulación del transporte público, taxis y Ubers, esto afectando aún más la economía del estado, muchos negocios han tenido que cerrar, algunos otros han tenido que reducir su número de personal, dejando a muchos poblanos sin empleo, pues desde el 2020 hasta la fecha en Puebla se perdieron más de 40 mil empleos formales, esto de acuerdo a datos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), muchos de estos desempleados se han tenido que agregar a las filas del comercio ambulante para poder tener un ingreso y poder seguir manteniendo a su familia, pero también han sufrido para poder trabajar, pues el gobierno también les ha restringido los lugares y fechas de ventas, pero no les brinda soluciones para poder vender o algún apoyo el cual les permita ir sobreviviendo en estos tiempos tan difícil.
Y esto no es lo único grave, pues la educación también ha sido afectada, en este año se han tenido que tomar las clases de manera virtual, pero los jóvenes y maestros se han enfrentado al problema del Internet, pues es un gasto más en la familia, el cual no todos pueden cubrir y eso ha dificultado que los maestros puedan brindar sus clases y que los jóvenes y niños puedan recibirlas. En Puebla, la deserción escolar en promedio es del 0.8 por ciento en nivel primaria, 4.7 por ciento en secundaria, y del 7 por ciento en el nivel medio superior, esto lo dio a conocer Melitón Lozano, secretario de la SEP; en el nivel superior la deserción fue del 17.4 por ciento, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi), es claro que este sector también está olvidado.
Otro sector que está en el olvido es el de la salud. Actualmente, hay más de 60 mil contagios y más de 7 mil decesos reportados, datos de la Federación afirman que más de 10 hospitales se encuentran saturados. Al inicio de la pandemia Barbosa hasta se atrevió a burlarse de la situación, afirmó que los únicos que se tenían que preocupar eran los ricos, que los pobres no se contagiarían o que para curarte te podías comer un mole de guajolote, ahora sí ya intenta tomar medidas para evitar los contagios, pero ya es demasiado tarde, pues tampoco ha brindado el recurso necesario para los hospitales para que puedan a tender como se debe a los contagiados. López Obrador dio autorización para que los gobernadores puedan comprar las vacunas para sus estados, pero hasta el momento en Puebla no se ha dicho nada sobre si el estado comprará vacunas para que lo más antes posible los poblanos sean vacunados, es más, apenas hasta el 15 de febrero llegará la segunda dosis para poder vacunar al personal médico y aun así existe la queja de que algunos enfermeros, por ejemplo, no han sido vacunados. Puebla sigue muy desprotegida ante la pandemia.
Este año es electoral, muchos morenistas buscarán llegar al poder y con ayuda de Barbosa controlar cada día más al Estado, que sean ellos los que tengan el poder absoluto. Buscarán a toda costa ganarles a sus rivales, pero nosotros como poblanos no podemos seguir permitiendo que jueguen con nuestro voto. El Gobierno de Barbosa y de otros morenistas nos han dejado claro que no saben cómo gobernar, que su preocupación no es el bienestar de los poblanos, por eso debemos razonar muy bien nuestro voto, veamos quién realmente podrá realizar un mejor papel y, sobre todo, que no vuelva a dejar en el olvido el desarrollo y bienestar de sus gobernados.
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