Con gran orgullo aplaudo el trabajo de convocatoria de nuestros compañeros activistas para sumarnos a los trabajos que el Movimiento Antorchista Nacional viene realizando en el terreno cultural y muy especialmente en el fomento de esta bella creación humana llamada poesía, y ¡sí! En la media península tendremos evento, pues de norte a sur y de este a oeste, seremos parte de esta II Jornada Nacional de Declamación.
Nuestro movimiento, desde su nacimiento en 1974, tuvo claro que, para lograr una vida completa en el individuo en particular, pero sobre todo en las masas, en general, se requiere no solamente luchar por sus más elementales necesidades materiales, como el comer, vestir, vivienda, salud, etc., sino poder lograr una verdadera transformación social, y para esto, había que empezar desde la transformación cultural de estas masas.
El Movimiento Antorchista desde hace ya 50 años ha hecho de la poesía una actividad primaria muy importante, porque el arte es esencial para la educación y concientización de los pueblos.
Por tal razón, Antorcha, en la medida de sus limitadas posibilidades, siempre busca promover el arte en el pueblo, que logren disfrutar hasta las lágrimas una poesía bien dicha, un baile bien ejecutado o una obra de teatro.
Siendo consecuente con su planteamiento, de educar a los humildes, el Movimiento Antorchista promueve año tras año eventos culturales, como una necesidad para lograr el hombre nuevo, el hombre que conozca sus raíces, su historia; al hombre capaz de transformar su entorno social y material.
Los antorchistas queremos extender el horizonte de las grandes masas y porque creemos saber que el camino para una verdadera apreciación del arte toma el derrotero de la educación, ponemos nuestro granito de arena en ello.
Así que amable lector, si está en sus posibilidades, visite la preparatoria Moctezuma en la colonia Gastélum, donde este viernes 27 de septiembre a las 10 am, será nuestra sede aquí en BCS, de estos importantes eventos en todos los estados.
Estamos convencidos de la necesidad de que en todas las escuelas del país se inculque la práctica poética; de que se trate de hacer que los estudiantes les nazca la inquietud por la poesía y hagan un esfuerzo por entenderla y amarla, antes de solo huir de ella y enajenarse en la bazofia de la ideología de las clases dominantes que nos bombardean por “la tecnología del celular” con las redes sociales.
El arte hoy en día se encuentra elitizado y sólo quienes cuentan con recursos a manos llenas pueden acceder a los grandes espectáculos o al cultivo del espíritu, pero esto es algo en lo que Antorcha no está de acuerdo y no sólo lo dice de dientes para afuera.
Antorcha trabaja en ello para lograr sus objetivos: educación y concientización de los pueblos. Con consecuencia, que es la íntima relación entre lo que se piensa y lo que se hace, los antorchistas llevaremos a cabo la II edición de la Jornada Nacional de Poesía.
Dicen que elogio en boca propia es vituperio; puede ser. No obstante, debemos estar entonces de acuerdo en que casi todo mundo se vitupera, empezando por los partidos políticos que reciben cantidades multimillonarias de dinero del pueblo para hacerse propaganda en sus campañas políticas, en el transcurso de las cuales, sus candidatos se presentan a sí mismos como impolutos y perfectos, como capaces de solucionar individualmente los más grandes problemas nacionales.
El caso de los antorchistas es diferente. Lo que dicen, lo que decimos, puede constatarse: corresponde estrictamente a la realidad.
Los eventos culturales se llevan a cabo desde hace muchos años sin pausas, sin ningún subsidio oficial asignado para ellas, se realizan solo con el esfuerzo propio de los organizadores y, quizá más que nada, de los participantes.
Han asistido decenas de miles de jóvenes y no tan jóvenes, en competencia, en hermandad ya sea, —como en esta ocasión—en poesía, en teatro, en canto, en pintura, en danza, etcétera.
No creo atropellar a nadie si sostengo que ninguna organización de la llamada sociedad civil sin fines de lucro promueve la cultura como lo hace el Movimiento Antorchista Nacional.
Es más, las esferas oficiales están muy lejos de cumplir con lo que el pueblo necesita para su educación integral, para su vida más productiva y feliz. El presupuesto federal para cultura se ha venido encogiendo durante los últimos años:
Proceso señala que el monto total para cultura representa apenas el 0.19 % del presupuesto federal total, cuando la Organización de las Naciones Unidas recomienda el 1 % a las naciones adheridas a la Carta Cultural Iberoamericana.
Para cumplir se requeriría un presupuesto de más de 90 mil millones de pesos… pero para 2024 el Estado que debe garantizar el derecho a la cultura como un derecho fundamental, destinó sólo 16 mil 754 mdp para la Secretaría de Cultura, que representa un incremento total de 0.39 % respecto al presupuesto de 2023.
No exagero si digo que, en materia de cultura, hay una tarea titánica. Sin embargo, la tenacidad antorchista y la dedicación en las tareas esenciales ha podido lograr que las bellas artes sean practicadas por el pueblo sin pagar un solo peso.
Precisamente por eso, por todo lo que implica la cultura para llegar a ser un pueblo educado y que viva en armonía y en paz, los antorchistas seguiremos organizando los eventos culturales nacionales y cada vez serán más grandes e importantes.
No tengo ninguna duda de que estos serán de calidad y elevarán el espíritu de las escuelas antorchistas, de las colonias donde los activistas realizan trabajo de masas, de los obreros, campesinos, amas de casa, maestros; en fin, todos los sectores de la sociedad que han entrado en una dinámica insólita, a lo largo de toda la república de la cual Antorcha se siente muy orgullosa.
Y mientras Antorcha, la organización de los pobres de México, día a día trabaja junto al pueblo para que este viva mejor y que conozca las producciones poéticas más importantes que se han producido hasta ahora, seguiremos como dijo el gran poeta Marcos Rafael Blanco Belmonte:
…Por eso cuando al mundo, triste, contemplo,yo me afano y me impongo ruda tarea
y sé que vale mucho mi pobre ejemplo
aunque pobre y humilde parezca y sea.
¡Hay que luchar por todos los que no luchan!
¡Hay que pedir por todos los que no imploran!
¡Hay que hacer que nos oigan los que no escuchan!
¡Hay que llorar por todos los que no lloran!
Hay que ser cual abejas que en la colmena
fabrican para todos dulces panales.
Hay que ser como el agua que va serena
brindando al mundo entero frescos raudales.
Hay que imitar al viento, que siembra flores
lo mismo en la montaña que en la llanura,
y hay que vivir la vida sembrando amores,
con la vista y el alma siempre en la altura.
Dijo el loco, y con noble melancolía
por las breñas del monte siguió trepando,
y al perderse en las sombras, aún repetía:
- “¡Hay que vivir sembrando! ¡Siempre sembrando!”
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