Pocas como esta pieza, han sido tan cantadas, traducidas e interpretadas en tantos países y en tantos idiomas. La joven Consuelo Velázquez poco imaginaba el gran alcance que estas dos palabras, en los primeros compases de su bolero escrito a los 17 años, tendría.
La música popular mexicana es la síntesis de la fusión entre varios géneros que llegan a México a través de las vías mercantiles abiertas al mar y el gran genio y sensibilidad de los grandes nacionalistas mexicanos, un joven Melesio Morales, por ejemplo, construye en sus melodías una exquisita muestra de la música popular en los tiempos revolucionarios. Y aquí sembraron grandes melodías tan bellas que a perpetuidad muestran de qué están hechos los mexicanos.
Figuras como las de María Grever, Agustín Lara, Gonzalo Curiel, Manuel María Ponce, Joaquín Pardavé, forman parte de una riquísima tradición y evolución de la música mexicana que, todo aquél que se acerca a apreciar este repertorio, no puede sentir sino orgullo por su nación y por lo que sus grandes compositores han hecho, superando y por mucho a los géneros modernos y ritmos disonantes que tanto agradan en la actualidad.
Consuelo Velázquez entra en esta categoría. Oriunda de Jalisco, fue la menor de las cinco hijas del militar y poeta Isaac Velázquez del Valle y su esposa, María de Jesús Torres Ortiz.
Se dice que a los cuatro años comenzó a demostrar un buen oído y grandes aptitudes para la música, y es que ver alguna grabación de la televisión de antaño con la gran “Consuelito” al piano, era algo extraordinario, el ver y escuchar la gran maestría con la que interpretaba sus piezas y un sinfín de variables.
A los seis años inició sus estudios de música y piano en la academia Serratos, en Guadalajara. Posteriormente, se trasladó a la Ciudad de México, donde prosiguió con sus estudios y obtuvo la licenciatura de pianista concertista y maestra de música. El palacio de Bellas Artes fue sede de su concierto de grado en dónde “Consuelito” mostró sus grandes dotes musicales.
Escrita en 1932 y estrenada en 1940, con apenas 16 años vio la luz por vez primera, su más célebre bolero “Bésame mucho”, una de las canciones más cantadas alrededor del mundo, que ha llegado, incluso, por ejemplo, al coro del ejército ruso. Quiénes hacen una interpretación magistral. Lucho Gatica, Pedro Infante, The Beatles, y grandes otros artistas han dejado que, por su labio, brote la melodía de “Bésame mucho”.
Con cierto grado de misticismo, típico de los artistas, ha nacido el mito de que “Bésame mucho”, con su aire erótico y sensual, fue escrito por Consuelito sin que sus labios antes hubiesen besado a alguien, lo cual ha sido confirmado por la propia autora, aunque haya quién diga que es imposible escribir algo tan bello sin antes provocar los ósculos en su autora.
Andrea Imaginario, especialista en artes, literatura e historia, sobre "Bésame mucho" afirma que expresa, más bien, "un deseo de posesión. Es un acto absoluto de seducción por parte de la voz lírica que, a sabiendas del carácter efímero del tiempo amoroso-erótico, desea capturarlo como una imagen eterna cuando sobrevenga la hora desolada, la probable separación, la muerte misma”. Lo cual se agrega a la interminable lista de menciones sobre este gran bolero.
Más allá del enigma, despierta un orgullo tremendo el saber que, en nuestra música popular, están sembradas la sensibilidad, la astucia y la increíble manera de componer que ha tenido el pueblo mexicano. Vale la pena conocer nuestra música, escucharla y sobre todo cantarla. ¡Cantemos juntos pues, y evoquemos el valor de nuestra música popular, memoria de nuestro pueblo, del pueblo valiente y guerrero que, a través de su música, atina un dardo nacionalizador a todo aquél que preste oídos a estas bellas melodías!
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