MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Campo de Guerrero requiere inversión y no un cambio de secretario

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En los últimos cuatro años, la agricultura y ganadería son sectores mal atendidos por el Gobierno federal, principalmente el que representan los medianos y pequeños productores agrícolas y ganaderos; ellos están abandonados prácticamente a su suerte, sin ningún tipo de apoyo para producir, esperanzados solamente en las condiciones que la naturaleza les brinda en cada temporada agrícola, esta es la práctica de la actual administración que encabeza Andrés Manuel López Obrador y su mal llamada 4T.

La dependencia, que antes se llamaba Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA) y ahora se llama Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER), a la que no sólo le redujeron el nombre, sino también su función en el campo mexicano. 

La SADER ahora es solo una institución utilizada para desviar recursos para las obras insignias de la 4T, al grado de que sus delegaciones estatales son elefantes blancos que carecen hasta de personal para atender a los campesinos, a quienes son obligados a realizar sus trámites a través de los portales, sin ningún tipo de orientación, perfectamente planeado para que el solicitante quede fuera de los pocos programas que maneja la dependencia.

En Guerrero, el Gobierno estatal, como fiel seguidor de la política social y económica que aplica el presidente de la república; la dependencia que se encarga de atender el área agropecuaria. La Secretaría de Agricultura Ganadería, Pesca y Desarrollo Rural del Estado de Guerrero (SAGADREGO) también aplica una política de oídos sordos a las grandes necesidades del campo guerrerense. El anterior secretario Jorge Peto Calderón, cada vez que las organizaciones protestaban por falta de atención, salía corriendo de su oficina y no enfrentaba con propuestas y soluciones a los manifestantes, por el contrario, dejaba el camino abierto para que los inconformes fueran más exigentes con la gobernadora, llegando al grado de bloquear la autopista del sol para que fueran atendidos.

En el tiempo que duró como secretario, la dependencia recibió un presupuesto de 387 millones de pesos para programas agropecuarios, cantidad insuficiente. Según funcionarios de la dependencia, este recurso se utilizó en pies de cría de bovinos, bestias mulares, cría de cerdos, que entregaron a personas seleccionadas de inclinación morenista y a muy pocos. 

Para los pequeños agricultores, principalmente productores de maíz, les ofrecieron semilla mejorada y fertilizante, y si hubo, pero a destiempo, la semilla les llegó a los campesinos cuando sus cultivos ya requerían el fertilizante, los campesinos sembraron semilla criolla, el fertilizante llegó cuando el cultivo estaba listo para la cosecha y el poco que la dependencia entregó fue orgánico.

Recientemente, la gobernadora nombró como titular de la Segadegro al Biólogo Alejandro Zepeda Castorena, quien no es bien visto por las organizaciones campesinas, pues éstas aseguran que no tiene el perfil que la dependencia requiere, el cual debe ser un agrónomo. En parte tienen razón porque en el estado, como actividad primaria, es decir, en la producción de alimentos, aparte de la pesca, el sector agrícola ocupa el primer lugar a nivel nacional en producción de coco y mango; el segundo lugar en ajonjolí, el tercer lugar en melón y cacao.

Para la producción de maíz se emplea más de la mitad del suelo destinado a la agricultura; en la ganadería no sobresale a nivel nacional, pero sí es productor de carne de bovino, porcino y de leche. Por esta razón efectivamente, de preferencia debería estar al frente de esta secretaría un conocedor de la problemática del campo y con el espíritu de impulsar la producción agropecuaria y sobre todo, apoyar al sector agrícola, puesto que la mayoría son pequeños productores de maíz para el autoconsumo, siembran sólo en temporada de lluvias, mucho de ellos, para poder subsistir en el resto del año emigran a otras partes del país para emplearse como trabajadores agrícolas.

Es por eso que la solución de los grandes rezagos en materia agrícola y ganadera no se soluciona cambiando a un secretario por otro; los motivos del cambio, en este caso, son por intereses políticos y no con el afán, como dijo la gobernadora, de impulsar el desarrollo del campo, es ahí donde algunas organizaciones se equivocan, la lucha debe dirigirse al Gobierno federal, al estatal y al congreso local para exigir mayor presupuesto para el campo, para el desarrollo de la producción agropecuaria con grandes proyectos generadores de fuentes de empleo y de producción, aprovechar los recursos naturales, con responsabilidad, en provecho de la mayoría de los ciudadanos y no para unos cuantos, como está sucediendo en la actualidad. 

Lograr una auténtica revolución en el campo no será posible en la actual administración federal y estatal, será necesario la eliminación del actual modelo económico, que es bueno como generador de riqueza, pero muy malo para distribuirla en la sociedad, a través de servicios y atención a la educación, la salud. Los campesinos deben de organizarse y luchar por un México mejor, con mejores oportunidades para todos, cambiando precisamente este modelo neoliberal por otro donde se aplique una política económica, más humanista, donde los impuestos sean progresivos y una distribución más equitativa de la riqueza social.

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