Hace cuatro años, la tarde de un 10 de octubre de 2017, fue asesinado en las goteras de Zacapoaxtla, Puebla, el joven antorchista Manuel Hernández Pasión, quien entonces era el presidente municipal de Huitzilan de Serdán.
Manuel Hernández Pasión fue un indígena de Huitzilan que lideraba a miles de campesinos en su lucha por una vida mejor. Como presidente municipal fue excelente, como dirigente antorchista fue excepcional y como ser humano fue un hombre bueno, estudioso y muy trabajador. Estas características le hicieron ganarse el cariño de la gente humilde de su municipio y de la Sierra Nororiental de Puebla.
Quienes planearon el asesinato de Manuel no han sido castigados por la justicia que, al parecer, ha archivado el caso en los papeles viejos y olvidados. En enero de 2018, tras el anuncio de una marcha en el informe del entonces gobernador Antonio Gali, la Fiscalía General del Estado aprehendió a los dos pistoleros que acabaron con la vida de nuestro compañero. Pero, desde entonces, el gobierno estatal ha frenado la investigación y no ha querido detener a los autores intelectuales del crimen.
A Manuel Hernández lo asesinó el cacicazgo de la Sierra Nororiental de Puebla, que está liderado por el expresidente municipal de Zacapoaxtla, Guillermo Lobato Toral, y por el cacique huitzilteco Alonso Aco Cortés (que lo amenazó desde una entrevista en La Jornada de Oriente, publicada el 12 de enero de 2016). Transcribo una nota de diariocambio.mx, del 30 de noviembre de 2017, que incrimina a Lobato Toral en el crimen, porque usó a sus familiares que eran sus trabajadores del ayuntamiento: “Los asesinos de Manuel Hernández Pasión resultaron ser familiares del presidente municipal de Zacapoaxtla. Luego que la FGE diera a conocer sus fotografías, fueron identificados por los pobladores quienes afirman que Pablo Daniel Aparicio Lobato es su sobrino y Cristian Lobato Toral su primo-hermano”.
A los intereses de ese cacicazgo paleolítico les estorbaba Manuel Hernández Pasión y su gran trabajo de organización, educación y lucha por una vida mejor entre las capas más empobrecidas de aquella zona del estado. Por eso lo mataron. Hoy, una vez más, exigimos al gobierno de Miguel Barbosa Huerta que aprehenda y castigue a los autores intelectuales de Manuel Hernández Pasión.
A cuatro años de distancia, los antorchistas poblanos, entre los que destacan los huitziltecos en primera línea, recordamos a Manuel como hombre ejemplar, trabajador, estudioso y con un gran humanismo. A los jóvenes de Huitzilan los invitamos a imitar y superar a Manuel Hernández, porque en su municipio aún faltan muchas cosas por hacer y porque ustedes pueden ser parte de la dirigencia nacional de Antorcha en su lucha por un país mejor, con menos pobreza y de primer mundo.
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