*Gobierno se niega a retroceder en el semáforo o suspender clases
Campeche. La cuarta ola de la covid-19 en Campeche ya ha rebasado las cifras históricas en el reporte epidemiológico en tres ocasiones, ya que la máxima cifra registrada durante la segunda ola, en agosto del año pasado alcanzó los 313 casos registrados en 24 horas, y desde entonces esa cifra no se había rebasado. Pero el 21 de este primer mes del año se registraron 372 casos, el jueves llegó a 419 contagio y el viernes fue de 404 casos positivos nuevos, según las cifras de la Secretaría de Salud Estatal. Sin embargo, los reportes en la plataforma nacional son en realidad de más de 500, 600 y 800 respectivamente, ya que ayer viernes se reportan 822 casos nuevos positivos, lo que representa un 263 por ciento mayor a la cifra máxima en el peor período de la pandemia.
La elevación de la pandemia a niveles nunca vistos en Campeche no ha sido para el Gobierno del Estado suficiente razón para aumentar restricciones en aforos, medidas de higiene y distanciamiento social, las medidas se han presentado de manera aislada y espontánea, como sucedió en las oficinas de la Comisión para la Protección Contra Riesgos Sanitarios de Campeche (Copriscam) en Ciudad del Carmen que se vio obligada a cerrar sus instalaciones después de que cuatro empleados dieran positivo a covid-19 y otros tres presentan sintomatología del virus, por lo que cerraron las oficinas para trámites al público.
Lo mismo sucede con el Carnaval anual de Sabancuy que por segundo año se suspenderá debido a que se presenta incremento de casos en la población, determinó la Presidenta municipal Angélica Patricia Herrera Canul.
Mientras, organizaciones civiles como la Contraloría Ciudadana de Carmen A. C. presidida por Javier Bello Ávila, es trabajador de PEMEX, proponen se instale un “Flotel-Hospital” en la Sonda de Campeche para aislar y atender a los casos sospechosos y evitar que se sigan incrementando los contagios en las plataformas; esto después de que se han presentado rebrotes masivos, lo que Bello Ávila atribuye a la disminución de las medidas preventivas y de contención, falta de aplicación de pruebas rápidas antes de abordar las instalaciones marinas y la mala administración de los directivos de PEMEX, empezando por el Director Octavio Romero Oropeza y la sumisión del sindicato.
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