MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

CDMX: El Metro choca y la policía detiene y golpea a estudiantes

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El buen juez por su casa empieza, dice el dicho popular. Limpiar la casa primero, se antoja que esto es lo primero que debería hacer Claudia Sheinbaum en su gobierno. Pero no, con esfuerzos dignos de mejor causa se dedica a perseguir a sus oponentes políticos, acusándolos con o sin razón, de corruptos; de esa manera tan simple y burda capta la atención de los medios de comunicación. Mientras, hasta la fecha, ninguno de los problemas importantes de los habitantes de esta gran urbe, se han resuelto. Por ejemplo, varias de las alcaldías empiezan a tener serios problemas de agua, problemas que año con año se agudizan en épocas de sequía, y estas están a la vuelta de la esquina.

En cambio, le estallan en el rostro los problemas, sin que haga nada para evitarlos. Dos casos de reciente factura, el primero y muy grave: el trágico y aparatoso choque de trenes del metro, la medianoche el martes pasado, en la estación Tacubaya, ¿la causa? no le funcionaron los frenos al tren que embistió, mientras el otro, estacionado, esperaba la indicación de salida, ¿consecuencias? un muerto, un aprisionado entre los fierros y 40 heridos, por el brutal impacto; acto seguido, cierre de tres estaciones y el suplicio para miles de usuarios del servicio, esperando el camión. ¿Dónde están los casi 230 mil millones de pesos de presupuesto que maneja el gobierno de la capital que ni siquiera para una miserable revisión frenos al metro le alcanza? este accidente y sus mortales consecuencias, se pudieron haber evitado, sin embargo, es uno más de los agravios a la seguridad a los ocho y medio millones de habitantes de esta metrópoli, que se suman, por si fuera poco, a las desapariciones de jóvenes, a los feminicidios, a los robos y muertes con violencia que se siguen presentando en esta ciudad.

Un hecho más que indigna, es la brutal golpiza y encarcelamiento del joven estudiante, que pertenece a la Federación de Estudiantes Revolucionaria Rafael Ramírez (FNERRR), indígena guerrerense Yhovanih Cosme Olguín, la misma tarde del día del accidente del metro. La policía de la CDMX a las órdenes de Claudia Sheinbaum detuvo de manera injustificada y alevosa a cuatro estudiantes universitarios por el grave "delito" de volantear (repartir propaganda) y protestar por gobiernos represores como el del Estado de México.

A Yhovanih Cosme dos policías lo rodearon porque, según, "es un delito difundir volantes" sancionado en el reglamento de justicia cívica de la ciudad. Temeroso, corrió perseguido por cuatro policías, uno, de nombre Francisco Bryan Aparicio Gutiérrez con número de empleado 56568, lo alcanza en la calle San Jerónimo y lo golpea en la cabeza, con otro puñetazo le sangra el labio superior y le afloja el braker, uno más en el pómulo lo sangra, un rodillazo en el muslo izquierdo le agrava una lesión anterior en la rodilla, y con otro puñetazo en los testículos, ante la desesperación de sus compañeros estudiantes que intentaban resguardarlo. El mismo orangután lo esposa y con otros policías, lo llevan ante el juez de lo civil. En el camino, el uniformado agresor lo amenaza: "llegando al Juzgado te van a dar otra madriza". Por la movilización de sus compañeros, ante las oficinas de la Jefa de Gobierno y del subsecretario para ejercer presión ante las autoridades, Yhovanih quedó en libertad. Pero no se le proporcionó copia ni del certificado médico.

Ante tales actos de violencia por parte de la policía capitalina, Yhovanih presentó denuncia ante la Fiscalía Desconcentrada en Investigación en Agencias de Atención Especializada, para ser remitida a la Fiscalía Central para la investigación de delitos cometidos por servidores públicos. Queda la duda, y además fundada, si realmente van a proceder contra el culpable, delincuente uniformado, o va a pasar igual al caso de los policías de Azcapotzalco, violadores de una menor, que están libres y protegidos.

Así se cometen injusticias descaradas, a ojos vistos, todos los días. La renuncia del académico José de Jesús Orozco Henríquez, al Consejo Consultivo de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), del cual era destacado integrante con cargo honorario, sin salario. Renunció por que la señora Rosario Piedra Ibarra, presidenta de la CNDH, que recibe un jugoso salario de nuestros impuestos y tiene el cargo por los senadores morenistas sin tener la capacidad, no hace absolutamente "...nada ante la severa crisis de los derechos humanos que atraviesa el país...". Ya puedo concluir que ante la denuncia del joven Yhovanih no se hará nada, como en otros casos, no se castigará al policía culpable.

La Ciudad de México, presumida en el mundo entero por la clase política de morena, de ser una metrópoli de vanguardia, con una Constitución hecha a modo en 2018, y unos diputados que pierden miserablemente el tiempo en pleitos interminables por los puestos administrativos, no es capaz, con tantas ventajas como dicen, de resguardar y garantizar lo mínimo a sus habitantes: La seguridad.

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