El pasado lunes 09 de octubre, el Instituto Electoral del Estado (IEE) de Colima aprobó el Proyecto de Acuerdo del Calendario Electoral para el Proceso Electoral Local 2017-2018. ésta es la elección que viene y culminará el día primero de julio de 2018, fecha en que la ciudadanía podrá ejercer su voto para elegir a los Diputados Locales, los presidentes municipales y los ayuntamientos. Desde luego que también se elegirán, ese mismo día, diputados federales, senadores y al presidente de la República, pero ese proceso, que organiza el INE, hace poco más de un mes que arrancó.
Por todo esto, amigo lector, lo invito solidariamente y con mucho pesar, a hacer acopio de paciencia y resignación para aguantar, día y noche, en su colonia, comunidad, barrio, rancho, parcela, calle y hasta en la cocina de su propio domicilio, a la ruidosa y machacona propaganda de todos los partidos, pero sobre todo, de todo tipo de políticos oportunistas y "electoreros" que hasta entonces -y desde hace casi tres años-, no se le aparecían a usted ni de lejos; usted los podrá distinguir bien, los hay, partidistas, ciudadanos, independientes, "apartidistas" y puntos intermedios; ¡ah!, pero eso sí, todos, absolutamente todos, afirmando que -ahora sí- traen la verdad y la justicia agarradas de la cola, que son los idóneos, los auténticos, los mejores, "los más buenos" y casi casi, los que nunca se habían visto en la política, y, por lo tanto, habría que acudir casi corriendo a darles lo que tanto buscan y anhelan: el voto.
Pero cuidado con los políticos "electoreros" más maliciosos y dañinos para el pueblo; esos no se habían visto tanto en el pasado, pero ahora, como algunas plagas atípicas, ya se están reproduciendo; este espécimen nocivo de político se conoce bien porque de manera muy hábil y perversa, usa y abusa de la inconformidad natural que siente el pueblo hacia todos los gobiernos; por eso los veremos en marchas, mítines, plantones o paros, sólo casi siempre cuando se acercan las elecciones, además, -venga a cuento o no-, aparecerán en los medios vociferando, increpando, denunciando y desafiando a cuanta autoridad se les atraviese en el camino; para esto pueden servir muy bien, unas mototaxis, una Minera que no pague impuestos, un túnel incompleto, un Gobernador corrupto, un Secretario de Educación "inhumano", etcétera, etcétera; no importa lo que sea, lo verdaderamente importante es que el pueblo los vea y ubique, como "paladines defensores" del derecho y la justicia y ganar de esta manera votos, muchos votos, que es lo que verdaderamente buscan y necesitan. Otros más, incluso, en el paroxismo electorero que ya no lograrán controlar, si a usted por casualidad se le escapa mencionar al Movimiento Antorchista ya no tendrán control sobre sí y saltarán aullando sin derecho a réplica alguna, que ellos, sólo ellos -y nadie más que ellos-, son la esperanza de México; pero como bien dicen las santas escrituras: "por sus frutos los conoceréis" (Lc. 6:43-44)
En Colima, además de todo lo antedicho, han ocurrido cosas verdaderamente atípicas entre los políticos. Mientras algunos partidos cambiaron de dirigentes, otros dirigentes, sin decirlo, ya cambiaron de partido; hay políticos que en lo oscurito salieron de compras, y traen colgando del brazo a uno o dos partidos, planchados y remendados, listos para usarlos en caso de no ser elegidos por el partido que ellos quisieran; pero lo más chistoso es que hay políticos -o políticas-, que defienden los colores de su partido, pero que declaran paladinamente que no votarán por él. Pues como dice el dicho popular, "de todo da la mata del señor"
Pero a todo esto, ¿qué van a presumir ahora los políticos en sus campañas, sobre todo los que ya fueron gobierno, para que el pueblo les crea y otorgue nuevamente el voto?, Veamos algunos datos útiles para hacernos una mejor idea.
Según datos del CONEVAL, de 2014 a 2016, a pesar de que somos el estado territorial y demográficamente más pequeño de todo el país, fuimos uno de los seis estados donde creció la pobreza, ahora somos 248 mil 700 colimenses en esta situación, lo que significa el 33.6 por ciento del total de la población; pero de estos pobres, hay 156 mil 300, o sea el 63 por ciento, que además, con lo que gana no completa ni para comer, son los que se dice eufemísticamente, que tienen "carencia por acceso a la alimentación" . Y ¿qué pasa con el empleo? Según la Secretaría del Trabajo, al mes de octubre, la población colimense en edad de trabajar: de 15 años y más, son 554 mil 558, de ellos, se dice que sólo tienen empleo 354 mil 502 personas, pero de estos colimenses con empleo, el 51.1 por ciento, algo así como 180 mil 796, viven del trabajo informal, en pocas palabras, de desempleo disfrazado; si a estos, le sumamos los colimenses que están en edad de trabajar, pero que no tienen empleo, es decir 200 mil 056 personas, tenemos que son 380 mil 852 los colimenses que viven entre el desempleo y la informalidad laboral. ¿acaso saben algo de esto nuestros aspirantes?
Así se explica que, ahora seamos el estado con la tasa de trabajo infantil más alta en todo México; en junio del año pasado, el delegado de la STPS del estado informó que en la entidad hay 23 mil 568 niños que trabajan, lo cual significa el 14.03 por ciento del total de la población infantil. Esto es una verdadera tragedia para un estado de nuestro tamaño. Pero, además, es indudable que también, el aumento de la pobreza y la falta de empleo, son la causa principal del aumento desmedido de la inseguridad en el Estado; según datos del diario El Universal, al 7 de agosto de 2017, ocupamos el primer lugar en la tasa nacional de homicidios dolosos; pues el gobierno federal reporta que de enero a junio de este año, se contabilizan ya 315 homicidio dolosos, 61 más, que el mismo período del año pasado. Y si no lo creemos, ahí está para recordárnoslo, la reciente ejecución del Presidente Municipal de Ixtlahuacán. Urge hacer algo con esto.
Finalmente, debo decir que la elección que viene también es una oportunidad para impulsar a políticos honestos, inteligentes y comprometidos con las causas populares, que también existen entre el pueblo. Hagamos conciencia de que un cambio social en Colima no sólo es posible, es urgente, y los votos organizados bien pueden ser la solución. Todos atentos al cambio, en Antorcha estamos listos.
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