Nayarit es un estado que por su posición geográfica colindante con el océano Pacífico, cada año en temporada de lluvias los habitantes sufren de las tormentas tropicales que en ocasiones se convierten en huracanes peligrosos poniendo en peligro la vida de todos.
En el año 2002, el huracán “Kenna” con categoría 5 azotó a la población con vientos de hasta 270 km/h, dejando a su paso cuatro fallecidos e incontables pérdidas económicas que en zonas como Puerto Vallarta ascendieron a 10 millones de dólares, 16 años después, el huracán “Willa” impactó la zona norte desde la sierra donde hubo abundantes lluvias que provocaron desbordamientos de los ríos San Pedro y Acaponeta, afectando aproximadamente a 18 mil personas. Hago un recuento de estos dos huracanes por ser los más desastrosos en los últimos años, y en los cuales el gobierno hacía aportaciones para la recuperación de las zonas afectadas, además de la presencia del ejército con la aplicación del Plan DN-III, sin olvidar la presencia del pueblo que siempre acude y entrega alimentos, ropa y artículos de primera necesidad para sus hermanos en desgracia; sin embargo, con el paso del tiempo nos podemos percatar de que la ayuda para las familias afectadas no ha llegado y cada año la amenaza de los huracanes es más fuerte y peligrosa.
Saco a relucir este problema debido a que en esta última semana la zona del Pacífico ha enfrentado ya la tormenta tropical Dolores que ha provocado lluvias intensas, recientemente inició “Enrique” su trayectoria y es probable que se convierta en huracán lo cual nos pone en alerta continua; todo esto es natural, no se puede evitar, pero sí pueden y deben evitarse las pérdidas materiales y humanas.
Es preocupante para la población, pues hemos sido testigos desde hace meses de la ausencia del apoyo del gobierno para combatir los incendios forestales a lo largo y ancho del país, lo cual nos hace pensar que en caso de que haya un huracán no habrá tampoco ayuda suficiente para los afectados. El 20 de marzo de 2020, Arturo Herrera, entonces secretario de Hacienda, mencionó que no había recursos netos en el Fonden, por el contrario, tenía deudas (Expansión, 20 marzo de 2020); el 25 de mayo de 2019 el Subsecretario de Protección Civil de Baja California Sur, Carlos Godínez, confirmó que el Gobierno Federal había realizado un 50% de recorte al Fonden, quedando para ese año 3, 466 millones de pesos, una cifra menor de lo ejercido años atrás.
Los recortes a los programas federales por parte de la 4T se han convertido en una carrera contra corriente para los mexicanos y en este caso para los estados que cada año son blanco de las tormentas tropicales que arrasan con todo a su paso; Nayarit no es la excepción, pues, además de no tener una buena infraestructura que soporte estas tormentas se suman a ello las frágiles viviendas que hay, la situación deplorable en que se encuentran las calles, los caminos de acceso y las carreteras, principalmente en las comunidades cercanas al mar.
Desde nuestro modesto espacio hacemos un llamado a las autoridades, a las actuales y las que están por tomar el poder en sus manos, para que pongan especial atención a la población más vulnerable.
Al pueblo, como siempre, le pedimos permanecer alerta y atento a las indicaciones que brinde Protección Civil e invitamos al pueblo para que mediante nuestra organización y lucha constante exijamos al gobierno que encabeza la 4T que el Fonden siga siendo un fondo que ayude a los afectados cuando más se necesite, sea cual fuere el desastre natural que se presente pues no hay una zona exenta de padecerlo.
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