Una de las demandas más sentidas en las grandes ciudades es un sistema de transporte eficiente, de calidad y económico que permita transportar a los millones de trabajadores a sus fuentes de empleo. Todos sabemos que el trabajador invierte una parte importante del día en el traslado a su lugar de trabajo, e incluso hay trabajadores que se llevan hasta dos o tres horas en llegar al lugar donde laboran.
La situación se agrava en ciudades tan grandes como la CDMX, donde además de tener un sistema de transporte rezagado y deficiente, se suma el abandono en que lo han tenido los gobiernos de pseudoizquierda, y más remarcado el de la 4T de Claudia Sheinbaum.
Un ejemplo es el Sistema de Transporte Colectivo Metro (STC-Metro) que transporta alrededor de 4.6 millones de personas diarias, que hasta hace poco dejó Claudia Sheinbaum -para dedicarse a su campaña política rumbo al 2024- en entregar en funcionamiento la Línea 1 del Metro, la cual tiene un retraso de siete meses, pues debió haberse terminado en febrero de este mismo año (2023).
Pero la consecuencia más grave del abandono en que se tiene al STC-Metro de la ciudad es el riego permanente en que se exponen a diario a los millones de usuarios que usan este sistema de transporte. Todos recordemos -el 3 de mayo del 2021- que colapsó un tramo elevado de la Línea 12 en la estación Olivos, en donde cayeron al vacío los vagones del tren, dejando un saldo de 27 personas fallecidas y varias decenas de heridas-.
Basta estar en una estación y subirse a un vagón para constatar el estado de deterioro en que se encuentran estos. Estaciones, vagones, líneas férreas con muchas décadas sin que se les haya dado mantenimiento. Vagones viejos con partes de piso desprendiéndose; interrupciones por fallas en la corriente eléctrica, etcétera.
Basta estar en una estación y subirse a un vagón para constatar el estado de deterioro en que se encuentran estos. Estaciones, vagones, líneas férreas con muchas décadas sin que se les haya dado mantenimiento. Vagones viejos con partes de piso desprendiéndose; interrupciones por fallas en la corriente eléctrica, etcétera.
¿Cómo se explica este retraso en la Línea 1 del STC-Metro? ¿Cómo se explica el abandono en que está todo el STC-Metro? Pues, muchos de los recursos son desviados a la campaña de la ex jefa de Gobierno y no se aplican.
“Esta situación se debe, advierte la subsecretaria de Planeación en Movilidad de la CDMX, Laura Ballesteros, a que esta administración descuidó al STC-Metro debido a los recortes y subejercicios presupuestales; también se debió a que el gobierno federal recortó sus gastos y desapareció dos fondos: ‘uno de los cuales destinaba dinero para el mantenimiento del Metro. Y eso tiene consecuencias’” (revista Buzos de la Noticia No 1091, de julio de 2023).
A la 4T, en realidad, no le interesa que mejore la situación en que vive la población más pobre, sus carencias y necesidades, misma que tiene que hacer uso del STC-Metro para trasladarse todos los días a su fuente de trabajo o desarrollar sus diferentes actividades. Ya no pueden responsabilizar a los gobiernos de los otros partidos por el desastroso, pues son ellos los que han gobernado, con otros membretes desde hace más 24 años.
Este gobierno morenista sólo está pensando en conservar el poder a toda costa, y por eso gasta el presupuesto en obras faraónicas y en programas sociales de carácter electoral, en lugar de priorizar en las necesidades de la población, en particular, de la más humilde. El invertir en el transporte que usa el obrero al ir a la fábrica, el comerciante pobre que va por su mercadería, el ama de casa que se traslada por la despensa, o el estudiante que va su centro de enseñanza, no le reditúa tantos votos seguros como dar dinero a los “Ninis”, o promocionar un Tren Maya que no usará el pobre, sino que solo beneficiará a grande hoteleros y cadenas comerciales.
Necesitamos un gobierno emanado verdaderamente del pueblo trabajador organizado y concientizado que vea, por esa misma razón, por los intereses de los millones de trabajadores y sus familias. Solo así se podrá resolver el problema de salud, de vivienda, de educación y se tendrá un transporte eficiente, digno, de calidad y económico.
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