La definición que se encuentra en la internet, de lo que significa “inflación”, se descifra en apenas en unas cuantas palabras, pero creo que, para nuestro caso, es más que suficiente para analizar lo que está sucediendo en México, basta y sobra con lo que se dice.
Inflación: proceso económico provocado por el desequilibrio existente entre la producción y la demanda; causa una subida continuada de los precios de la mayor parte de los productos y servicios, y una pérdida del valor del dinero para poder adquirirlos o hacer uso de ellos. Esto viene a colación debido a que, desde hace ya algunos meses, en México se ha presentado un fenómeno consecuente en el incremento de los precios de los productos de la canasta básica,
El INEGI informó: “La inflación general en México alcanzó una tasa anual de 8.1 por ciento en la primera quincena de julio, su nivel más alto desde diciembre del año 2000. Mientras el Banco Central anticipó que la inflación podría llegar a 8.1 por ciento a tasa anual, pero que esto sucedería hasta el cierre del tercer trimestre. El diario El País, del 22 de julio, informó que “la inflación en México rompe la barrera del 8 por ciento en la primera quincena de julio”. “El Índice Nacional de Precios al Consumidor se acelera y registra una variación anual de 8.16 por ciento empujado por el alza de la papa, la cebolla, el huevo y la naranja”.
Durante lo que va del año, el crecimiento inflacionario ha sido consecuente, mes con mes ha ido en aumento, al grado de que la realidad de la pobreza está golpeando duro en la casa de millones de familias mexicanas. Esta es una de las consecuencias de la inflación que azota al país, pues ahora las familias más vulnerables compran menos con el mismo dinero.
De acuerdo con datos presentados por Héctor Iván del Toro Ríos, maestro investigador del Centro Universitario de Ciencias Económico Administrativas (CUCEA) de la Universidad de Guadalajara, informó que “para adquirir los 123 productos de la canasta básica se tienen que destinar 11 mil 529 pesos”. Sin embargo, un trabajador de maquila que gana apenas 1,600 pesos semanales, suponiendo que todo su salario lo destinara a la canasta básica, sumaría al mes apenas 5,800 pesos, es decir, existe una diferencia entre lo que debe ser y lo que es, de 5,729 pesos. Recordando que no sobraría nada para pago de servicios como agua y luz; sin un remanente para comprar ropa, ni calzado, ni para curarse.
Esto es lo que padece el pueblo mexicano en los últimos tres años del gobierno de Andrés Manuel López Obrador y de su 4T con la que colocado a México en una desestabilización económica que ha abarcado a todas las familias del país.
Y a pesar de esto, López Obrador se atrevió a decirle a los mexicanos lo siguiente: “vamos a salir bien, vamos a controlar la inflación. Yo pienso que, a más, tres meses más, yo creo que, para octubre, noviembre ya empiece a bajar la inflación, ese es mi pronóstico”.
Parece que la realidad volverá a voltearle la cara de una bofetada, pues los indicadores demuestran en realidad que el problema inflacionario no llegará a su fin a fin de año. El problema no es que se desee una cosa, cuando es ajeno a la voluntad, y obedece a leyes concretas. Considerando, por ejemplo, que más del 85 por ciento de lo que se produce en nuestro país se exporta a Estados Unidos (EE. UU.), no hemos logrado satisfacer primero al mercado nacional.
Nuevamente el escenario de nuestro país se vuelve sombrío: inflación que provoca un incremento en los precios de los productos de la canasta básica, pérdida constante del valor del peso mexicano, una inseguridad que ha llegado a números sorprendentes, y ha alcanzado a gente inocente, despilfarro del erario nacional en proyectos innecesarios para la mayoría de los mexicanos, un problema agravado en el sector salud.
A los mexicanos no nos quedan muchas opciones realmente, pues AMLO y su 4T ya demostraron ser incapaces de resolver los verdaderos problemas del país. Quedan solo dos alternativas: quedarnos de brazos cruzados, apretándonos más el cinturón para aguantar el hambre, la insalubridad, y todas las carencias u organizarnos conscientemente en una organización popular auténtica, que tenga como finalidad la transformación de la sociedad, en la que se trabaje y luche por una sociedad justa y equitativa para todos.
Esto implica levantarnos del marasmo en el que nos encontramos y protestar enérgicamente. Unirnos como una roca sólida que sea capaz de barrer las desviaciones, mentiras y mentirosos enquistados en el poder. Y esa organización popular auténtica es el Movimiento Antorchista Nacional. Así que te invito a que te sumes a nuestra organización y que juntos luchemos por una patria justa para el pueblo.
0 Comentarios:
Dejar un Comentario