Recientemente el INEGI, el organismo autónomo que se encarga, entre otras tareas, de medir el desempeño económico del país y sus estados, dio a conocer su Indicador Trimestral de la Actividad Económica Estatal (ITAEE); este, como su nombre lo dice, muestra la situación en que se encuentra cada estado en su perspectiva económica, y es elaborado cada tres meses.
Pues bien, de acuerdo con el ITAEE, resulta que la Ciudad de México, quesque gobernada por Claudia Sheinbaum, presenta un retroceso respecto al trimestre anterior, un 1.8 por ciento menos.
Así el panorama ya luce mal, pero es todavía peor. Respecto al mismo trimestre, pero del año anterior, 2020, el retroceso es aún mayor; de un 4 por ciento menos. Tales cifras tienen una culpable principal en el ámbito capitalino que es la regenta, Claudia Sheinbaum, quien aunque pudiera pretextar la pandemia, la realidad es que al menos otros 25 estados sí crecen respecto al año pasado y otros tantos más respecto al trimestre anterior. No hay tasa comparativa en la que la Ciudad De México salga bien parada.
Para dimensionar, un poco más, el fracaso de la política económica de Sheinbaum hay que recordar que es la capital del país, y que muchas de las operaciones económicas que refleja en sus estadísticas llegan solo por el concentrado que hacen varias empresas a lo largo y ancho del país, pero que concentran en la CDMX. Así también, millones de trabajadores que viven en el área conurbada a la ciudad ejercen sus labores económicas en la Ciudad de México, aunque no perciban ahí derechos de residencia. Ítem más, la capital cuenta con casi 9 millones de habitantes por lo que el que haya retroceso económico implica que millones de trabajadores se hayan quedado desempleados, perdido o reducido sus ingresos y todo lo que ello implica como menor acceso a la canasta básica, atraso en las rentas, no actividades recreativas.
Con todo y las responsabilidades que acarrea la pésima administración de Sheinbaum hay que reconocer que no carga sola la culpa. La acompaña, por supuesto, el titiritero mayor, Andrés Manuel López Obrador, cuyas malas mañas han hecho de la economía nacional un continuado retroceso desde 2018. Tan solo en la última perspectiva de crecimiento, la CEPAL redujo las expectativas para México a tan solo 1.7. Un crecimiento que no es tal pues la inflación se ubica en rangos del 7 por ciento, como fue la de todo el año 2021 (7.31) y la de marzo en 7.45 por ciento. Un total desastre.
Un desastre económico y social ante el que AMLO y Sheinbaum fingen demencia. Empecinados en sus circos y maromas olvidan sus tareas primordiales que es asegurar el bienestar de sus gobernados. Sheinbaum tiene la vista en ser candidata de Morena y se la pasa de giras por varios estados del país mientras en la ciudad, de la cual presume cargo, retrocede en lo económico y atraviesa una crisis hídrica, de transporte, inseguridad y malestar social. Pésimas cartas de presentación para ella, pero mayor desgracia aún para los capitalinos que sufren los efectos de esas crisis.
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