Cimbró a la comunidad neolonesa el descubrimiento de una red de corrupción en la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL), entre altos directivos, quienes participaron en el desfalco de más de 100 millones de pesos; de acuerdo con la investigación Martha Nora Álvarez erogó recurso a empresas fantasma, por servicios inexistentes en adjudicaciones directas y pagos inmediatos.
Ello provocó la remoción, el 1 de julio, de Hermilio Valdez Pérez, director de adquisiciones de la UANL, pero la tesorera Martha Álvarez Garza sigue firme en su puesto. Ya el titular de la Unidad de Inteligencia Financiera de Nuevo León, Bernardo González Garza, abrió un expediente y una investigación de oficio por los ilícitos cometidos en la máxima casa de estudios del estado, lo que podría derivar en daño patrimonial, que es considerado un delito federal. Hasta aquí la nota.
Lo que podemos deducir de todo esto es, en primer lugar: es que el ejemplo del presidente ha llegado a todos los rincones de nuestro país, como sus funcionarios siguen robando a manos llenas y disfrutan en la impunidad, los funcionarios de la UANL, pensaron que podían hacer lo mismo; en segundo lugar, esto que está sucediendo en la UANL podría ser un ataque (aún no se ve de dónde), para buscarle quitarle autonomía, como se ha intentado hacer en otras universidades del país.
La UANL, orgullo de Nuevo León, en donde se estudian las mejores carreras, en donde está a la vanguardia en ciencia y tecnología, sus alumnos destacan en el extranjero y muchos extranjeros vienen a realizar sus estudios aquí; definitivamente es un duro golpe a su credibilidad y a la confianza que le tienen los ciudadanos de Nuevo León, que apoyaron para la creación de esta universidad y siguen apoyando a través de sus sorteos realizados a través de la siembra cultural. Esto, del lado positivo.
Por el lado opuesto, al parecer la Universidad misma se va considerando cada día como un ente privado al negarle becas a los estudiantes de escasos recursos o poner cuotas altísimas aún en plena pandemia, lo que impide que muchos jóvenes puedan continuar sus estudios aún que hayan pasado su examen, pero ahora se ven imposibilitados a seguir continuando sus estudios, pocas familias logran sortear esos pagos y logran mantener a sus hijos estudiando, pero con sacrificios enormes.
Debemos tomar en cuenta que el 23% del presupuesto de la UANL depende del Gobierno del estado, el 65 % del Gobierno federal y sólo el 12 % de ingresos propios, presupuesto que en 2021 fue de $ 8,933,355,720. Aquí podría estar una de las respuestas de quién busca desestabilizar a la institución, a través de acusaciones de corrupción, como muchas de las instituciones que busca desaparecer. Por supuesto, aunque diga el presidente que el que nada debe nada teme, con él es al revés. Y esto lo demuestra la intervención de la Unidad de Inteligencia Financiera de Nuevo León.
Por supuesto, que los funcionarios corruptos de la UANL le prestan grandes servicios a un gobierno de cuarta, que dentro de sus prioridades no está favorecer la educación.
Desde mi modesto punto de vista, considero que la Universidad está obligada a informarle con más frecuencia a la ciudadanía, castigue a los culpables y corrija sus finanzas para que no sea víctima fácil de los ataques, que siga siendo ejemplo y siga educando al futuro de Nuevo León y de México.
En los tiempos tan oscuros que corren en nuestro país, la Universidad Autónoma de Nuevo León debe seguir alentando la flama de la verdad y no ser una mala copia de nuestras autoridades. Si seguimos por este camino y la universidad no corrige sus yerros ¿qué futuro le deparará a nuestro estado y país? Definitivamente un futuro ruin y triste. Eso no queremos ni deseamos.
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