El agua es un recurso vital para el ser humano, pues representa el 80 por ciento de la composición de la mayor parte de los organismos, además de jugar un rol trascendental en el proceso de la fotosíntesis y servir de hábitat para un grupo de seres vivos.
La mayoría de las actividades económicas de nuestra vida cotidiana dependen de la disponibilidad hídrica en los lugares donde vivimos; sin embargo, debido a la sobreexplotación y mal uso de este recurso se ha agravado la escasez de agua. De acuerdo a los datos del World Resourses Institute (WRI), México es uno de los países que tiene mayor estrés hídrico en el continente.
El monitor de sequía de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), en su última publicación del 18 de julio, dio a conocer que más del 70 por ciento del territorio nacional presenta algún tipo de sequía, sobre todo la región norte es la más afectada donde sus presas comienzan a reducir su capacidad de almacenamiento. Entre los estados con mayor afectación se encuentran Coahuila, Chihuahua, Durango, Baja California, Aguascalientes, además de Nuevo León.
Aguascalientes también tiene serios problemas de carencia de agua, se ubica en una zona semiárida, lo que implica poca disponibilidad de agua. La sequía moderada es la que más afecta a la entidad, pues las épocas de sequía son prolongadas y las lluvias escasas, lo que dificulta la recuperación de los mantos acuíferos y provoca serios problemas para el abasto de la población. Cabe señalar que el estado depende al 100 por ciento del agua del subsuelo.
De acuerdo con el monitor de sequía de la Conagua, Aguascalientes presenta en los 11 municipios, algún nivel de sequía, es decir, en el 100 por ciento del estado se sufre de sequía moderada a severa.
Los municipios de Aguascalientes que presentaron sequía severa son Asientos, Calvillo, Rincón de Romos y San José de Gracia, los demás municipios fueron catalogados con sequia moderada.
Además, el Sistema Nacional de Información de Agua indica que la mayoría de las principales presas de Aguascalientes se encuentran por debajo de su nivel máximo, como la presa Plutarco Elías Calles que está al 38 por ciento de su capacidad; aunado a que el acuífero del Valle de Aguascalientes, el más importante del estado, es uno de los más explotados en el país, pues tiene una carga anual de 240.60 millones de metros cúbicos frente a la extracción de 347.53 millones de metros cúbicos al año.
El agua potable de Aguascalientes es extraída de cinco acuíferos: Valle de Aguascalientes, Valle de Chicalote, El Llano, Venadero y Valle de Calvillo, los cuales, de acuerdo con la Comisión Nacional del Agua (Conagua) todos se encuentran sobreexplotados, pues su capacidad de recarga es mucho menor al volumen que de ellos se obtiene. Este estado es el cuarto del territorio nacional con mayor estrés hídrico reportado por el WRI.
El problema del agua cada día se agrava, pues la inconciencia del ser humano ha provocado esta situación, generando por un lado una escasez y por el otro la contaminación de esta, ya que se ha encontrado que el agua existente en el estado se encuentra contaminada, por la desmedida extracción y por los desechos industriales que contaminan los cuerpos de agua como es el caso del rio San Pedro donde son vertidos desechos de las zonas industrial de San Francisco de los Romo.
Una investigación publicada en Quinto Elemento Lab deja ver los peligros que representa. En todo el país se han detectado pozos con presencia de arsénico y flúor, los cuales al ingerirse en grandes cantidades son dañinos para el organismo. El instituto de Servicios de Salud del Estado de Aguascalientes (ISSEA) ha informado que en comunidades de Cosío, Tepezalá, Asientos y Calvillo se han encontrada altas concentraciones de arsénico, flúor, magnesio, cadmio y manganeso en las aguas que se obtienen del subsuelo. Esta problemática está relacionada con la extracción desmedida del agua, pues cada vez se perfora a más de 500 metros de profundidad lo que conlleva a obtener recursos contaminados, ya que estas sustancias se encuentran de manera natural en el subsuelo.
La mayor parte del agua que se extrae se va para las actividades industriales y solo un pequeño porcentaje se destina para el consumo doméstico. El caso de Nuevo León debe servirnos de ejemplo para evitar repetir la historia ahora en nuestro estado, púes la escasez y el agua contaminada repercute en la vida de los que viven en Aguascalientes.
Especialistas sugieren una gestión a la demanda, es decir, que los usos agropecuario, industrial e incluso el consumo se ajusten a los volúmenes con que se cuenten, un reto para las autoridades estatales, crear una estructura de gobernanza del agua con una visión medioambiental, con equilibrio ecológico y priorizando el derecho humano al agua.
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